Prosiguen las discrepancias sobre la declaraci¨®n final del GATT
A punto de comenzar la ronda ministerial del Acuerdo General de Aranceles y Tarifas (GATT) subsisten discrepancias en cuanto al proyecto de declaraci¨®n final. Espa?a no ha elaborado a¨²n ninguna posici¨®n, pero respalda los puntos de vista de los pa¨ªses en desarrollo no miembros del grupo de los 77 (no alineados), especialmente en lo que toca a la agricultura y la reglamentaci¨®n de la pesca.Solamente existe acuerdo en cuanto al texto elaborado por el consejo del GATT, proyecto que si bien "no satisface a nadie", plantea los principales problemas econ¨®micos que afectan a las partes contratantes. En primer, lugar figura en el orden del d¨ªa el problema del proteccionismo, la eliminaci¨®n de la zona gris, la reglamentaci¨®n de la agricultura, la pesca y el acuerdo multifibras.
A juicio de un representante de la delegaci¨®n espa?ola, los aspectos que m¨¢s interesan a la econom¨ªa de Espa?a son los relacionados con la pesca y la agricultura. "Espa?a", dice, "no se opone a que el problema de la agricultura sea incluido dentro de las relaciones comerciales multilaterales y sea reglamentada de acuerdo a las disposiciones adoptadas por el GATT; incluso apoyar¨¢ la creaci¨®n del comit¨¦ de comercio de productos agr¨ªcolas que ha propuesto poner en pie el consejo del organismo". "Solamente deseamos que la liberaci¨®n de la agricultura no intervenga de golpe y porrazo, pues contrariamente a lo que se pueda pensar, Espa?a ser¨ªa perjudicada al tener que abrir sus mercados a productos tales como olivas, granos, carnes, vi?edos y cereales. Esos productos que el Estado espa?ol paga a precios superiores a los existentes en el mercado internacional, se derrumbar¨ªan provocando desempleo en las zonas agr¨ªcolas comprendidas al sur de M¨¢laga y Valencia.
Sin embargo, Italia, B¨¦lgica y Francia, miembros de la CEE, alegan que la liberaci¨®n del comercio agr¨ªcola beneficiar¨¢ esencialmente a Espa?a, provocando problemas internos. A ello el representante espa?ol responde que s¨®lo "es v¨¢lido para los productos de la horticultura, pero lamentablemente esos productos se dan en la franja costera mediterr¨¢nea. S¨®lo ganar¨ªamos en la exportaci¨®n de naranja, pero arruinar¨ªamos a Galicia, por ejemplo, en la producci¨®n de carnes y de cereales".
"Espa?a es partidario que la liberaci¨®n del comercio agr¨ªcola se efect¨²e por etapas, y una vez que los mercados internos sean regulados. "Nosotros estamos por la mejora de las salvaguardias (compensaci¨®n de un producto cuando otro ha debido ser sometido a restricciones a la importaci¨®n) que deber¨ªan, a nuestro juicio, ser aplicadas de manera degresiva".
El otro problema que afecta a Espa?a es la reglamentaci¨®n de la pesca. Con las nueva medidas adoptadas por Canad¨¢ y Noruega, en cuyas aguas pescan los barcos espa?oles, la industria pesquera deber¨ªa a corto plazo ser reciclada en otros sectores de la producci¨®n. Espa?a necesitar¨¢ tiempo para conseguir un reajuste estructural en ese sector.
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