La destituci¨®n del ministro de Defensa en Albania refuerza a Enver Hoxha
De la reorganizaci¨®n del Gabinete ministerial alban¨¦s, anunciando en la noche del martes, destaca la ca¨ªda del ministro de Defensa, Kadri Hazbiu, miembro del Bur¨® Pol¨ªtico del Partido del Trabajo de Albania (PTA, comunista), qui¨¦n ha sido reemplazado por el imparable tecn¨®crata Prokop Murra, que inici¨® su ascensi¨®n hacia el poder hace relativamente poco tiempo.Hazbiu estaba en el punto de mira de los partidarios de Enver Hoxha como hombre de confianza del fallecido, en extra?as circunstancias, primer ministro Mehmed Shehu, desaparecido el 18 de diciembre de 1981.
En c¨ªrculos diplom¨¢ticos de Tirana, muy aburridos normalmente, ven¨ªa rumore¨¢ndose desde hace semanas la ca¨ªda del ministro de Defensa, Kadri Hazbiu, supuestamente emparentado por alianzas matrimoniales con el clan Shehu. Durante meses no se atrevi¨® Hoxha a atacar abiertamente a Mehmed Shehu -capit¨¢n del Ej¨¦rcito republicano espa?ol durante la guerra civil- ni aun muerto. Al parecer, sus partidarios gozaban de excelente salud pol¨ªtica. Pero cuando, poco a poco, logr¨® neutralizar al clan de Mehmed, sobre todo con la ayuda movilizadora del desembarco frustrado de un comando anticomunista en las costas albanesas hace dos meses, Enver Hoxha acus¨® de traidores al clan de su antiguo aliado.
Sin ser el primer ministro de Defensa que cae en desgracia -ya a mediados de los a?os setenta sufrir¨ªa la misma suerte Beqir Baluku-, Hazbiu puede ser el comienzo de una serie de procesos contra los partidarios de Shehu.
En su discurso de presentaci¨®n del nuevo Gabinete, el primer ministro alban¨¦s, Adil Carcani, reiteraba el distanciamiento alban¨¦s de Washington y de Mosc¨², reg¨ªmenes con los que Albania ha prometido no entablar nunca relaciones diplom¨¢ticas.
"La llave de Otranto la tenemos nosotros", les dec¨ªa el pasado d¨ªa 10 a occidentales, orientales y yugoslavos Enver Hoxha. El canal de Otranto, en el mar Adri¨¢tico, que sit¨²a frente a frente a la OTAN, por Italia, y al neutralismo estalinista de Hoxha, puede cerrar ese inmenso golfo mediterr¨¢neo y convertirlo en un innocuo lago ¨ªtalo-yugoslavo.
Si bien aseguran no tener nada contra la integridad territorial de Yugoslavia, e incluso siguen ofreci¨¦ndole a los sucesores del demonio revisionista Tito ayuda contra posibles apetitos b¨²lgaro-sovi¨¦ticos , Albania apoya a las minor¨ªas albanesas de Yugoslavia, que quieren transformarse en s¨¦ptima Rep¨²blica de la Federaci¨®n yugoslava por las buenas o por las malas, seg¨²n dice su lema. En medio de todo esto, Tirana ped¨ªa el martes, por boca de su primer ministro, Adil Carcani, que respeten el hecho alban¨¦s. Espa?a, aunque no lo dijo, est¨¢ en cabeza de las preferencias dentro del tr¨ªo Madrid-Bonn-Londres, capitales en las que Tirana necesita embajadas. Con Espa?a, tras la expulsi¨®n hace cuatro a?os del pretendido pretendiente al trono alban¨¦s Leka Zogu, no hay impedimento alguno. Con la RFA est¨¢ el tema de las reparaciones de guerra, y con Londres, el del oro alban¨¦s depositado en bancos brit¨¢nicos.
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