El Insalud denuncia los negocios del doctor Rotellar con la di¨¢lisis

Seg¨²n la sociedad espa?ola de Di¨¢lisis y Transplantes, el plan nacional "se basa en unos datos incompletos en muchos casos, err¨®neos en otros y poco elaborados en su mayor¨ªa". A?ade que "una prueba evidente y sorprendente es que no se dan datos referidos a Catalu?a, cuando es una zona en la que se trata una cuarta parte de los enfermos de nuestro pa¨ªs, tanto en hemodi¨¢lisis como en trasplante, y esta ausencia de datos no se justifica por el Insalud".Emilio Rotellar, presidente de dicha sociedad, asegur¨® que esta cr¨ªtica no obedece al temor de los nefr¨®logos que dializan en cl¨ªnicas privadas a que una racionalizaci¨®n en este sector sanitario merme sus ingresos econ¨®micos. "Hemos pedido reiteradamente esa racionalizaci¨®n a la Administraci¨®n", manifest¨®.

El Insalud hizo p¨²blico el plan en el pasado mes de septiembre y con el mismo se pretend¨ªa iniciar un camino de reforma a una asistencia sanitaria con graves problemas, denunciados por el PSOE.

En la reciente cr¨ªtica a este plan presentada por Emilio Rotellar, ¨¦ste se?al¨® que dicha sociedad "no est¨¢ en contra de un plan nacional para el tratamiento de la insuficiencia renal cr¨®nica, pero s¨ª de ¨¦ste, aunque son perfectamente aceptables sus intenciones".

El plan del Insalud, seg¨²n se expresa en el mismo, pretende fomentar los trasplantes y potenciar la di¨¢lisis domiciliaria, as¨ª como mejorar la infraestructura de medios y personal de la red nacional de servicios hospitalarios al efecto. La citada sociedad considera, sin embargo, que no se ajustan a la realidad los planteamientos esbozados en aqu¨¦l para conseguir los objetivos propuestos.

Rotellar advirti¨® que con esta cr¨ªtica no pretend¨ªa desautorizar a la Sociedad Espa?ola de Nefrolog¨ªa, en uno de cuyos planes nefrol¨®gicos, de 1977, se hab¨ªa basado el Insalud para redactar el nuevo. Sobre las asociaciones de enfermos de ri?¨®n, algunas de las cuales, como Alcer, hab¨ªan expresado p¨²blicamente su enjuiciamiento positivo sobre dicho plan, Rotellar dijo que "carecen de informaci¨®n y formaci¨®n t¨¦cnica para valorar un plan semejante".

Respecto a la pol¨ªtica de trasplantes que en el plan se apunta, Emilio Rotellar dijo que, "en primer lugar, no puede considerarse el trasplante, como hace el plan, como el tratamiento definitivo, pues la realidad se?ala que muchos enfermos de ri?¨®n trasplantados vuelven a la di¨¢lisis al cabo de cierto tiempo". Y a?adi¨® que "el trasplante es indudablemente la terap¨¦utica m¨¢s aconsejable siempre que se pueda realizar, pero no se debe ignorar que un 40% de trasplantados funcionantes retornan a la di¨¢lisis al cabo de un a?o". En cuanto a la di¨¢lisis domiciliaria, asegur¨® que los datos del plan tampoco son correctos y que toma como modelo de este tipo al desarrollado en Inglaterra, sin tener en cuenta que "es uno de los pa¨ªses de Europa donde peor se atiende a estos enfermos".

R¨¦plica del Insalud a Rotellar

El subdirector general de Asistencia Sanitaria y Prestaciones Farmac¨¦uticas, Jos¨¦ Angel Cuesta Perandones, ha denominado como "esperada descalificaci¨®n" la cr¨ªtica del presidente de la SEDYT al plan del Insalud. Jos¨¦ Angel Cuesta, tras conocer la informaci¨®n distribuida por Rotellar, ha remitido a la Prensa una nota oficial en la que, por primera vez, se denuncian desde la administraci¨®n sanitaria los "negocios del doctor Rotellar con la di¨¢lisis".La nota dice lo siguiente: "Efectivamente, no se dice -se refiere a datos del plan sobre Catalu?a- que el doctor Rotellar cobra la sesi¨®n de di¨¢lisis a 15.980 pesetas, mientras que la mayor¨ªa de los centros concertados cobra 12.075 pesetas, lo legalmente establecido, o menos; tampoco se menciona que factura de 37 a 40 millones de pesetas mensuales; que, durante el mes de octubre pasado, factur¨® adem¨¢s 221 estancias... Pero ?de verdad cree el doctor Rotellar que era necesario decirlo? ?De verdad cree que estos y otros datos modifican el an¨¢lisis realizado o las directrices formuladas? Nosotros pensamos, por el contrario, que resaltan la urgencia de adoptar las medidas racionalizadoras propugnadas".

"Carecemos, es verdad, de datos imprescindibles. Por ejemplo, el n¨²mero de trasplantes renales realizados en enfermos tratados con di¨¢lisis por el doctor Rotellar. ?No convendr¨ªa desvanecer la hip¨®tesis de que permanecen secuestrados en di¨¢lisis porque es negocio?".

"El doctor Rotellar afirma que el Plan Nacional de Tratamiento de la Insuficiencia Renal Cr¨®nica se basa en datos err¨®neos. Lo cierto es que aporta m¨¢s y mejores datos que los recogidos en el dossier informativo de la Sociedad Espa?ola de Di¨¢lisis y Trasplantes, que, generosamente, cabr¨ªa calificar de tendencioso y carente de objetividad".

"El PNTIRC respeta escrupulosamente el plan elaborado por la Sociedad Espa?ola de Nefrolog¨ªa, debidamente actualizado y ampliado. Parece, por tanto, que la SEDYT descalifica a aquella sociedad y posee el monopolio de la ciencia".

"Al calificar al PNTIRC de inviable, la SEDYT y su presidente parecen confundir sus deseos con la realidad (evidentemente, la racionalizaci¨®n de la di¨¢lisis y el trasplante puede originar quebrantos econ¨®micos). Pero, al contrario que la SEDYT, confiamos en la viabilidad del plan porque depende de la voluntad pol¨ªtica de nuestros gobernantes, de las aspiraciones de la sociedad, de los deseos de los propios enfermos renales y de la colaboraci¨®n de muchos nefr¨®logos que no opinan como la SEDYT".

"Hoy por hoy, ser descalificados por la SEDYT supone casi la certeza de estar en el camino correcto. Confiamos sinceramente en que la SEDYT reconsidere su postura y que acepte lo ineludible, aun con detrimento personal econ¨®mico, en aras de ese supuesto bien del enfermo tantas veces alardeado".

La donaci¨®n de ri?ones, cuesti¨®n fundamental

El impulso de la pol¨ªtica de tras plantes es una de las v¨ªas primordiales para paliar el problema de los enfermos cr¨®nicos de ri?¨®n, seg¨²n apreciaci¨®n general de cient¨ªficos y sanitarios, como qued¨® ¨²ltimamente reflejado en la reuni¨®n internacional celebrada en Madrid en septiembre pasado. Este impulso, a su vez, pasa por una previa concienciaci¨®n social sobre la donaci¨®n de ri?ones. En Espa?a, la ley de Trasplantes de 1979 constituye el marco para el impulso de los mismos. Define la muerte cl¨ªnica y garantiza la gratuidad absoluta para el receptor. Sin embargo, a pesar de un reglamento posterior, de 1980, y varias disposiciones, muchos aspectos de esta ley est¨¢n a¨²n sin desarrollar.La donaci¨®n de ¨®rganos es imprescindible para la posibilidad del trasplante. La puesta en marcha de campa?as de cara a aumentar el n¨²mero de donaciones y la elaboraci¨®n e informatizaci¨®n de la lista de espera de receptores a nivel nacional, con prioridad para los casos m¨¢s urgentes, de acuerdo con la idoneidad de los ri?ones disponibles, son funciones de la Comisi¨®n Asesora de Trasplantes, creada en 1980 por orden ministerial. Dichas campa?as de sensibilizaci¨®n sobre la donaci¨®n de ¨®rganos no han sido suficientes ni cuantitativa ni cualitativamente, seg¨²n la opini¨®n m¨¢s extendida en los sectores sanitarios ligados a este tema, as¨ª como en, el criterio de las asociaciones de enfermos del ri?¨®n.

Datos oficiales referidos a 1980 se?alan que los ri?ones utilizados para los trasplantes en dicho per¨ªodo procedieron s¨®lo en minor¨ªa o de Francia (25) y en su mayor¨ªa de Espa?a (264), de los cuales 271 eran de donante fallecido y 18 de donante vivo. Estas cifras se consideran positivas, pero f¨¢cilmente susceptibles de incremento mediante una pol¨ªtica adecuada.

Al margen de la sensibilizaci¨®n sobre el tema, la donaci¨®n de ri?ones precisa de incentivos, seg¨²n estimaci¨®n de los expertos. En este sentido se han orientado ya algunas acciones. La administraci¨®n sanitaria, por un real decreto de 1980, dispone que corran a cargo de la Seguridad Social los gastos ocasionados por la donaci¨®n e intervenci¨®n, as¨ª como, en el caso de donante vivo, la garant¨ªa asistencial precisa para su restablecimiento. En el caso de donantes fallecidos, se cubrir¨¢n adem¨¢s los gastos por el traslado del cad¨¢ver a la localidad que se?alen los familiares.

Se considera donante a cualquier ciudadano vivo que exprese su deseo de donaci¨®n. Y cualquier persona fallecida que no haya hecho manifestaci¨®n expresa en contra, o siempre que no exista en este mismo sentido una declaraci¨®n de alg¨²n familiar cuando el fallecido no hubiese hecho manifestaci¨®n expresa al respecto.

Se ha observado que, ante este segundo requisito, un n¨²mero considerable de posibles donaciones quedan fallidas a la hora de preguntar a los familiares del fallecido y potencial donante.

Ante un cad¨¢ver ¨®ptimo para la extracci¨®n de ri?ones, los nefr¨®logos tienen dos caminos cuando no consta la oposici¨®n en vida de la persona fallecida para donar sus ¨®rganos: hacer la extracci¨®n sin preguntar a la familia y que ¨¦sta, si se entera posteriormente, proteste, o preguntar primero y correr e riesgo de una negativa y perder la posibilidad de un trasplante. Generalmente se opta por esta segunda v¨ªa. Este es uno de los puntos de mayor fricci¨®n y pol¨¦mica sobre el tema.