El escritor Francisco Ayala, contra "Ia mitificaci¨®n de nuestro exilio"

"En este momento avanzado de mi vida, De triunfos y penas refleja lo que he querido hacer y lo que he hecho en literatura, y tambi¨¦n lo que soy", dice Francisco Ayala, uno de los veteranos de nuestra novela, que hoy presenta dos libros publicados por Seix-Barral: el mencionado y De raptos, violaciones, macacos y otras inconveniencias, que recoge "todas las ¨²ltimas novelas cortas". Francisco Ayala, exiliado durante a?os, critica la mitificaci¨®n y sentimentalizaci¨®n de nuestro exilio", y tambi¨¦n la sociedad norteamericana, concretamente, el armamentismo de la actual Administraci¨®n.

Para Francisco Ayala, De triunfos y penas cuenta "digamos que mi visi¨®n del mundo en profundidad". El libro, que presentan hoy en Madrid Rosa Montero, Jos¨¦ Luis L. Aranguren, Rafael Conte y Juan Cueto, "se abre con un relato tomado de la literatura india, al que hace referencia la portada del libro, y que es un pretexto para mostrar cierto fondo filos¨®fico, metaf¨ªsico y ¨¦tico". En el caso de Ayala, todos sus escritos est¨¢n impregnados de este triple fondo, pero ¨¦l distingue en el breve libro nuevo "voces como diferentes, las que he ido haciendo sonar a lo largo de mi obra"."Hay una zona, los llamados Escarmientos, filtraciones y gozos de amor, en que el tono es c¨®mico, a veces sarc¨¢stico. En las Admoniciones de un nuevo fil¨®sofo rancio llega casi a lo escatol¨®gico, y al final alcanza, creo, acentos de lirismo cercanos a El jardin de las delicias. En resumen, queda el libro como una s¨ªntesis de mi creaci¨®n literaria".

A prop¨®sito del otro, De raptos, violaciones, macacos y otras inconveniencias, que re¨²ne en un solo volumen Historia de macacos, El as de bastos y De raptos, violaciones y otras inconveniencias, comenta Francisco Ayala las especiales caracter¨ªsticas de su fama en Espa?a, y el sustantivo es de la periodista. "Tengo la impresi¨®n", dice, "de que, por el exilio y otras razones, mis ¨²ltimos libros son peor conocidos en Espa?a que fuera. Y tambi¨¦n se da una circunstancia curiosa: parece que mis libros siguen vivos despu¨¦s de veinte o veinticinco a?os de su publicaci¨®n. Quiz¨¢, a la larga, es mejor que vivan y no que tengan un momento de relumbr¨®n y luego se apaguen".

Habla del exilio y dice que "en mi segundo tomo de memorias, ya en pruebas y titulado precisamente as¨ª, comienzo con algunas reflexiones que a muchos no les van a gustar. Hablo de la mitificaci¨®n y, sobre todo, la sentimentalizaci¨®n de nuestro exilio. Yo creo que es una circunstancia vital que afecta desigualmente a las personas, como tantas experiencias profundas, pongamos por caso la muerte de los padres. Y luego, el concepto actual de exilio aparece ligado al nacionalismo. Antes, la patria era el pueblo en que uno naci¨®. Con la variedad interna de este pa¨ªs, no s¨¦ por qu¨¦ va ser m¨¢s exiliado o m¨¢s desarraigado el andaluz que vive en Buenos Aires, Lima o M¨¦xico que el que va a Barcelona o a La Coru?a, por no hablar del Pa¨ªs Vasco".

Su exilio transcurre, en los ¨²ltimos a?os, en las universidades norteamericanas. De Estados Unidos acaba de volver para esta presentaci¨®n. De un momento que juzga as¨ª: "La situaci¨®n, especialmente la econ¨®mica, est¨¢ mal en todo el mundo, pero en Estados Unidos est¨¢ especialmente mal. Yo creo que hay una crisis institucional y que la gente est¨¢ descorazonada, las alternativas pol¨ªticas son indeseables y la ¨²nica opci¨®n es ver cu¨¢l es la menos mala, aunque resulte cada cual peor que la anterior. Los obispos cat¨®licos han hecho recientemente una advertencia al armamentismo, pero el presidente y el Gobierno est¨¢n empe?ados en esa locura, que est¨¢ ahogando econ¨®micamente al pa¨ªs, para crear un armamento que, si se usa, implica la destrucci¨®n del planeta, y si no se usa, es un puro derroche. Mientras, la gente hace cola para que le den un plato de sopa". Ayala cree que "todos los escritores, hasta los escapistas, son sociales", pero que, si se trata de cambiar el mundo, "hay armas escritas m¨¢s efectivas que la ficci¨®n", y cree que la literatura nace tambi¨¦n del inconsciente, en "algo parecido a la inspiraci¨®n, si al concepto se le quitan las connotaciones rom¨¢nticas".