Portugal vive un clima de elecciones anticipadas

Las elecciones municipales del pr¨®ximo d¨ªa 12 de diciembre en Portugal son un¨¢nimemente consideradas como una prueba pol¨ªtica decisiva para la coalici¨®n de centro-derecha, en el poder en Lisboa desde finales de 1979. Los comicios coinciden con la entrada en vigor de la nueva Constituci¨®n y con el fin de la primera mitad del mandato del Parlamento elegido en octubre de 1980.

Hasta una fecha reciente, los partidos miembros de la coalici¨®n gubernamental Alianza Democr¨¢tica -el socialdem¨®crata, el democristiano y el mon¨¢rquico- se hab¨ªan opuesto a la convocatoria de elecciones generales anticipadas, exigidas hace tiempo por la oposici¨®n socialista y comunista.En los ¨²ltimos d¨ªas parece asistirse a un cambio radical de posici¨®n por parte de Alianza Democr¨¢tica, que ha lanzado a sus m¨¢s destacados l¨ªderes, incluidos los miembros del Gobierno, a una intensa actividad preelectoral.

Freitas do Amaral, presidente del Partido Democristiano, que ejerce tambi¨¦n de viceprimer ministro y ministro de Defensa, declar¨® el domingo que si Alianza Democr¨¢tica pierde las elecciones del 12 de diciembre, el presidente de la Rep¨²blica podr¨¢ disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones.

Podr¨ªa interpretarse esta afirmaci¨®n como un llamamiento a la movilizaci¨®n del electorado de Alianza Democr¨¢tica si el l¨ªder de CDS no se mostrase simult¨¢neamente tan empe?ado en asegurar el crecimiento de su propio partido, en detrimento de su aliado socialdem¨®crata, contribuyendo as¨ª a dar una imagen poco convincente de la solidez de la coalici¨®n.

Para Freitas do Amaral, con la conclusi¨®n de la revisi¨®n constitucional acab¨® una fase de la legislatura en que fue preciso establecer acuerdos con los socialistas con el fin de conseguir la mayor¨ªa de los dos tercios necesaria para promulgar la Constituci¨®n de 1976.

La tarea que se plantea a partir de ahora es muy diferente, en opini¨®n de Freitas do Amaral: se trata de traducir, en todo un conjunto de iniciativas legislativas, el cambio de sistema y, hasta cierto punto, del r¨¦gimen consagrado por la nueva Constituci¨®n. Hay que estudiar el modelo econ¨®mico, acabar con la reforma agraria, modificar radicalmente la legislaci¨®n laboral, y para esto no se puede ya contar con el apoyo de los socialistas.

Lo que Freitas do Amaral no dice abiertamente, pero deja entender en todas sus intervenciones pol¨ªticas, es que tampoco le merece mucha confianza la firmeza de los socialdem¨®cratas, en los que un amplio sector parece cada vez m¨¢s tentado por un cambio de alianzas y un acercamiento a Mario Soares.