El '¨²ltimo' dirigente de los GRAPO

EL ULTIMO de los dirigentes hist¨®ricos de los GRAPO, Juan Mart¨ªn Luna, ha ca¨ªdo en un tiroteo con la polic¨ªa en Barcelona y, como en ocasiones anteriores, cuando se ha tratado de tan equ¨ªvoca como mal conocida organizaci¨®n terrorista el procedimiento ha sido visiblemente expeditivo. Desde el mes de abril de 1979 , cuando funcionarios de la Brigada de Informaci¨®n dieron muerte en la plaza de Lavapi¨¦s, en Madrid, a Juan Carlos Delgado de Codex, once grapos han muerto en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad del Estado.Juan Mart¨ªn Luna, condenado a 37 a?os de prisi¨®n en octubre de 1977 por el asesinato del capit¨¢n Herguedas, hab¨ªa sido uno de los cinco protagonistas de la fuga del penal de Zamora, en diciembre de 1979, ingeniada por medio de un t¨²nel que ¨¦l y sus c¨®mplices hab¨ªan podido excavar a lo largo de seis meses de pacientes y, sorprendentemente, sigilosos esfuerzos. Tras la muerte de Enrique Cerd¨¢n Calixto, tambi¨¦n en una cuidadosa trampa tendida por la polic¨ªa, siempre en Barcelona, Mart¨ªn Luna era el ¨²nico hombre al que se le conced¨ªa capacidad para reconstruir el aparato de la organizaci¨®n, tantas veces dada por difunta y otras tantas milagrosamente resurgida en momentos clave de la vida nacional. La polic¨ªa establec¨ªa recientemente en no m¨¢s de diez miembros la fuerza operativa de los grapos, y a Mart¨ªn Luna, como su jefe natural, por lo que lo natural ser¨ªa ahora suponer, una vez m¨¢s, que el comienzo de la alternativa socialista de gobierno deber¨ªa verse libre de ese singular y fantasmag¨®rico azote, aut¨¦ntico Guadiana utilizado hasta ahora para complicarle la vida a la consolidaci¨®n de la democracia en Espa?a.

De otro lado, todo parece indicar que la muerte del grapo Mart¨ªn Luna es una a modo de despedida de Manuel Ballesteros, m¨¢ximo responsable del MULC, el organismo dirigente de la lucha antiterrorista, que, de esta forma, habr¨ªa querido concluir con un gesto de eficacia su desempe?o del cargo, a la vista del previsible relevo que disponga el equipo de Felipe Gonz¨¢lez. En cualquier caso, nos encontramos ante el primer muerto por la acci¨®n represiva policial contra el terrorismo bajo mandato socialista. Ayer, este hecho fue despachado con una escueta nota policial por el nuevo Gobierno, en cuyo nombre nadie estuvo dispuesto a dar la cara ante la opini¨®n p¨²blica. Recordemos que en marzo de 1981 el dirigente de los GRAPO, Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez Casas, hac¨ªa una oferta para que su grupo depusiera las armas, en el juicio en el que fue condenado, sobre la que entonces no se arroj¨® suficiente luz. M¨¢s recientemente, el pasado 6 de noviembre, los GRAPO anunciaron una suspensi¨®n de sus actividades terroristas para probar su disposici¨®n al di¨¢logo con el PSOE. Pon¨ªa como condiciones a su autodisoluci¨®n "la salida de Espa?a de la OTAN, la depuraci¨®n del aparato del Estado y la mejora de las condiciones de vida de las masas". El Gobierno socialista, sin rehuir en ning¨²n momento la aplicaci¨®n del m¨¢ximo rigor legal sobre los asesinos de esta o cualquier otra organizaci¨®n terrorista, han de poseer toda la informaci¨®n necesaria para planificar una estrategia de acci¨®n, no solamente policial sino tambi¨¦n pol¨ªtica, que permita la eliminaci¨®n sin opciones a una eventual resurrecci¨®n como las que han prodigado los GRAPO, de las fuerzas que se oponen al cambio en Espa?a.

Todo ello llama la atenci¨®n sobre la necesidad de que la opini¨®n, y no s¨®lo las fuerzas de seguridad del Estado, est¨¦n preparadas para lo que podr¨ªa ser una nueva acci¨®n de los interminables restos de la organizaci¨®n, en represalia por la muerte de su dirigente. De una vez por todas, es preciso que la ofensiva contra los GRAPO se lleve a cabo con el pleno conocimiento por parte de los nuevos responsables de la direcci¨®n y la seguridad del Estado que, aparentemente, ha faltado a sus antecesores, de toda una serie de inevitables apoyos y vinculaciones, que son los ¨²nicos que pueden explicar la supervivencia de tan correoso enemigo.

Esperamos que una inmediata investigaci¨®n oficial ofrezca a la opini¨®n p¨²blica todos los datos que rodean la muerte de Mart¨ªn Luna. Sorprende la falta de reacci¨®n de los nuevos gobernantes socialistas, que se contentaron, como todo esclarecimiento, con ofrecer ayer una breve nota del MULC. El cambio tan profusamente anunciado obliga como m¨ªnimo al nuevo Gobierno, empezando por el ministro del Interior, Jos¨¦ Barrionuevo, a dar la cara y explicar al pa¨ªs el fondo de este oscuro asunto y las formas empleadas para acabar con el GRAPO.