Sara Montiel: "Yo hice cine en mi ¨¦poca, como Mir¨® hizo pintura en la suya"

"Yo hice cine en la ¨¦poca que me toc¨®, como Mir¨® hizo pintura en la ¨¦poca que le toc¨® a ¨¦l". As¨ª se explic¨® ayer la actriz espa?ola Sara Montiel en el transcurso de un homenaje que se le rindi¨® dentro del Festival de Oto?o de Par¨ªs. El ministro franc¨¦s de Cultura, Jack Lang, el modisto Pierre Cardin y los decanos de la escena cinematogr¨¢fica francesa, Jean Louls y Madeleine Barrault, fueron los ¨²ltimos anfitriones de Sara Montiel.

Con estas recepciones culmin¨® el homenaje que organiz¨® en torno a la protagonista de El ¨²ltimo cupl¨¦, Frederic Mitterrand, sobrino del presidente de la Rep¨²blica, propietario de varias salas de cine en Par¨ªs y conocedor minucioso del ¨²ltimo siglo de la cinematograf¨ªa hispana. En el transcurso de este festival se proyectar¨¢n nueve pel¨ªculas en las que interviene la actriz espa?ola."Todo esto es un sue?o y a¨²n no me lo creo. Adem¨¢s, los homenajes los suelen hacer cuando se es viejecito, o cuando uno las ha palmao ya. Pero esta vez, para m¨ª, no ha sido as¨ª". Quien habla es Sara Montiel, en la Casa de Espa?a de Par¨ªs, tras haber sido presentada por el director, Vicente Valero, como "la gran divina". Esto ocurr¨ªa al anochecer del domingo ¨²ltimo. El bar y los cinco pisos de la casa, las escaleras, estaban abarrotadas por los trabajadores de la emigraci¨®n que, a fuerza de respirar para intentar ver a la Montiel, incluso a trav¨¦s de las paredes, llegaron a cortarle el respiro a la star.

"Qu¨¦ guapa eres, Sarita", "Te queremos ver, Sara", "Mira c¨®mo llora mi madre, Sara, que se pasaba noches enteras viendo tus pel¨ªculas, hasta que la echaban del cine". Estas y otras exclamaciones entrecortaron las de Sara, que, desde un estrado, hablaba como si acariciara y embistiera al mismo tiempo:

"Yo soy vuestra y vosotros sois m¨ªos". "Esto es un regalo de Navidad". "Yo, lo que pasa es que tengo cuatro pechos en vez de dos pechos", y hasta que, por fin, "con un catarro de los demonios", como ella misma dijo, Sara cant¨® un popurr¨ª de sus canciones m¨¢s populares. As¨ª estall¨® el delirio.

A medianoche, en una cena con la Prensa, en el restaurante Bofinger, se abri¨® de arriba abajo, y respondi¨® a todos los periodistas malajes que le preguntaron sobre su reconversi¨®n democr¨¢tica: "Yo hice cine en la ¨¦poca que me toc¨®, como el se?or Joan Mir¨® hizo pintura tambi¨¦n en la ¨¦poca que le toc¨®". "Durante el franquismo, las artistas no ten¨ªamos ni tetas ni ombligo, y yo ten¨ªa las piernas torcidas". "Ces¨¢reo Gonz¨¢lez hac¨ªa lo que le daba la gana, porque era el ojo derecho de Franco". "Imperio Argentina es el n¨²mero uno del cine espa?ol". "Estuve casa con un americano que era progresista".

Frederic Mitterrand, el cicerone parisiense de Sara y de su marido, en la Casa de Espa?a, en el restaurante, en los c¨ªrculos de la Prensa de Par¨ªs, en los salones de la capital que han recibido a Sara, explic¨® sus ideas sobre el homenaje: "?C¨®mo hablar del cine espa?ol sin hablar de Sara? Ser¨ªa como hablar del cine alem¨¢n sin citar a Marlene Dietrich". Para Mitterrand, al cine de la ¨¦poca de la Rep¨²blica, que ahora se ha homenajeado tambi¨¦n, "con todos sus defectos, era un cine en el que hay hallazgos como en el cine de Ren¨¦ Clair de los a?os treinta". Hace constar igualmente que Luis Berlanga apoy¨® la idea de simbolizar en Sara Montiel el cine de la era franquista, y que colabor¨® de manera determinante en la selecci¨®n de las pel¨ªculas.