Las divisiones de UCD

El congreso extraordinario de UCD arroja un balance incongruente: mientras el partido se ha hecho democristiano, su grupo parlamentario sigue siendo azul. La eterna contradicci¨®n centrista permanece. A Landelino Lavilla, el gran derrotado en las pasadas elecciones, se le han asignado poderes especiales, entre los que figura la incorporaci¨®n de UCD a la Internacional democristiana de Occidente. Y Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza renueva su papel de marginado al no haber conseguido amalgamar bajo su presidencia o tercer¨ªa a las tribus residuales. (...)Landelino Lavilla, en cierto modo, ha salido indemne del trance congresual, aunque su victoria se vea empa?ada por la derrota azul. Los azules, en vez de irse, van a luchar por el donut desde sus resortes provinciales. En el fondo, la lucha entre las tribus del centrismo se reduce ya a quedarse con las siglas y con las m¨¢quinas de escribir. El nuevo congreso extraordinario de UCD, como el primero de Palma de Mallorca, se ha cerrado en falso, aunque el hecho pierda dramatismo ante la devaluaci¨®n electoral del invento. Los esfuerzos por regresar a los momentos fundacionales, mediante una reconstrucci¨®n artificial del Partido Popular, fracasaron cuando se anunci¨® entre bastidores que P¨ªo Cabanillas no iba a comparecer.

Han existido, por primera vez en la turbulenta historia del centrismo, enfrentamientos personales, y va a seguir habi¨¦ndolos. Mart¨ªn Villa, como ¨²ltimo as escondido en su manga pol¨ªtica, puede esgrimir a sus ocho diputados adictos de los doce centristas. Lavilla, por su parte, s¨®lo cuenta, al margen de consigo mismo, con tres democristianos fieles. Los suficientes para dar un salto penoso al Grupo Mixto. (...)

14 de diciembre