Los democristianos de la RFA se 'autoderrotan' hoy en el Parlamento
Una votaci¨®n de confianza, que resultar¨¢ de la derrota del democristiano Helmut Kohl, acabar¨¢ hoy con el Gobierno m¨¢s breve de la posguerra en la Rep¨²blica Federal de Alemania. Todo est¨¢ previsto; los diputados del partido del Gobierno se abstendr¨¢n, mientras que los socialdem¨®cratas han anunciado que votar¨¢n como un solo hombre contra el canciller federal.
De esa forma, se habr¨¢ despejado constitucionalmente el camino para la disoluci¨®n del Bundestag (Parlamento) y la posterior convocatoria de elecciones anticipadas, previstas para el pr¨®ximo 6 de marzo.
El presidente federal, Karl Carstens, que es el ¨²nico facultado para disolver la C¨¢mara, habr¨¢ de dar ese paso en los pr¨®ximos veinti¨²n d¨ªas. Algunos constitucionalistas, pero tambi¨¦n pol¨ªticos como el antecesor de Carstens, el liberal Walter Scheel, han expresado reparos al procedimiento elegido, que consideran un abuso del voto de confianza, inicialmente previsto para el caso de que una mayor¨ªa escasa y vacilante no permita gobernar.
Estas circunstancias no se dan actualmente en el Parlamento federal, donde -tras el cambio de coalici¨®n de los liberales, y pese a algunas defecciones de diputados de ese partido, en desacuerdo con la ruptura de la anterior alianza- el Gobierno del democristiano Helmut Kohl dispone de una mayor¨ªa m¨¢s que suficiente.
Se trata, sin embargo, de dar mayor legitimidad mediante el voto popular a un Gobierno surgido gracias a una jugada pol¨ªtica no convincente para muchos. Y para los democristianos, pero sobre todo para los cristianosociales b¨¢varos de Franz-Josef Strauss, que ha sido quien m¨¢s ha insistido en la necesidad de convocar cuanto antes nuevas elecciones, se trata tambi¨¦n de una buena ocasi¨®n para verificar en las urnas los c¨¢lculos de todas las encuestas, que les dan la mayor¨ªa absoluta de los votos.
Un Gobierno equ¨ªvoco
Los socialdem¨®cratas, por su parte, tratan de aprovechar las corrientes de simpat¨ªa provocada por la que ellos mismos han calificado de traici¨®n a los liberales y conf¨ªan en conseguir mejores resultados de los que hubiesen obtenido en otras circunstancias, Y, sobre todo, en dejar fuera a los liberales, que -seg¨²n los pron¨®sticos- no llegar¨¢n al 5% M¨ªnimo necesario para poder ocupar esca?os en el Parlamento federal, del que quedar¨¢n por primera vez fuera.La gran inc¨®gnita, en cualquier caso, es la que representan los verdes o ecologistas, que por primera vez pueden dar el salto al Parlamento federal.
Es ¨¦sta una posibilidad que intranquiliza a todos, pero en especial a los democristianos, quienes utilizar¨¢n en su empe?o el argumento de la ingobernabilidad de un pa¨ªs bajo una hipot¨¦tica y en realidad muy poco probable coalici¨®n verdirroja (socialdem¨®cratas y ecologistas).
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