La polic¨ªa polaca retuvo a Walesa para evitar que hablara en un mitin
Las autoridades polacas retuvieron ayer en Gdansk durante m¨¢s de nueve horas al l¨ªder del disuelto sindicato Solidaridad, Lech Walesa, para impedir que ¨¦ste participara en un acto en recuerdo de las luchas obreras de 1970. La excusa oficial fue que el l¨ªder obrero hab¨ªa ignorado una citaci¨®n del Tribunal de Cuentas que investiga supuestas irregularidades financieras del sindicato Solidaridad. Walesa, que hab¨ªa sido puesto en libertad el pasado 14 de noviembre, tras cerca de un a?o de internamiento sin proceso, fue detenido sobre las 10.30 de la ma?ana en su casa del barrio de Zaspa.
Polic¨ªas armados con subfusiles irrumpieron en su domicilio, que hab¨ªa sido acordonado desde la madrugada, y se lo llevaron en un Mercedes negro. La informaci¨®n fue facilitada por los familiares de Walesa, quienes precisaron que uno de sus hombres de confianza, Henryk, quiso acompa?arle, a lo que se opuso el l¨ªder sindical.El silencio oficial sobre la situaci¨®n de Walesa fue matizado horas despu¨¦s en fuentes oficiales, que indicaron que el dirigente obrero no estaba detenido, aunque no quisieron precisar d¨®nde se encontraba. Poco despu¨¦s de las siete de la tarde, Walesa fue devuelto de nuevo por la polic¨ªa a su casa.
Aunque el tribunal regional de Gdansk y la comisar¨ªa central de la ciudad negaron tener informaci¨®n durante todo el d¨ªa, en medios occidentales se barajaba la hip¨®tesis de que Lech Walesa hubiera sido detenido en relaci¨®n con la citaci¨®n judicial que le hab¨ªa dirigido la v¨ªspera el Tribunal de Cuentas, y que el l¨ªder sindical ignor¨®.
Esta hip¨®tesis -que se ver¨ªa m¨¢s tarde confirmada- fue adelantada por los, comentarios ir¨®nicos de la radio oficial, que informaba sobre los problemas de los famosos con el fisco y citaba el ejemplo de Sof¨ªa Loren. Walesa habr¨ªa sido conducido ante el Tribunal de Cuentas para prestar declaraci¨®n y se daba por supuesto que recobrar¨ªa la libertad a lo largo del d¨ªa, a no ser que su testimonio diera pie a los magistrados para ordenar su arresto.
El silencio de las autoridades polacas y la retenci¨®n durante algunas horas de cerca de cien corresponsales de la Prensa extranjera, que montaban guardia frente al domicilio de Walesa, no impidi¨® que la noticia se extendiera con rapidez por la ciudad de Gdansk y por el mundo entero.
Mientras los militantes y simpatizantes de Solidaridad se enfrentaban con la polic¨ªa en la calles de la ciudad b¨¢ltica, en las principales capitales occidentales se produc¨ªan declaraciones de protesta por la detenci¨®n.
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