Miguel R¨ªos espera del Gobierno socialista un fuerte apoyo al 'rock' espa?ol
Miguel R¨ªos, el n¨²mero uno del rock espa?ol, ha confesado en Canarias, donde despide los conciertos de Rock y R¨ªos -el pasado viernes, en Tenerife, y el pr¨®ximo martes, en Teide (Gran Canaria)-, su plena confianza en que el actual Gobierno socialista dedique un fuerte apoyo al rock espa?ol. "Yo he tenido contactos a alto nivel con los nuevos dirigentes del pa¨ªs y me consta que se van a preocupar por sacar de la marginaci¨®n a nuestra m¨²sica", declar¨® a EL PAIS el cantante granadino, que ha anunciado la incorporaci¨®n a su nuevo repertorio de canciones pacifistas, relacionadas con la ecolog¨ªa y el medio urbanos, adem¨¢s de un autorretrato musical.
Desde su llegada a Tenerife -tras una espera de seis horas en el aeropuerto de Barajas, debida a una demora de Iberia- se comporta como un ni?o con zapatos nuevos. "Ten¨ªa muchas ilusiones en tocar de nuevo en las islas. La ¨²ltima vez lo hice hace diez a?os, cuando lo de los conciertos de Rock y amor. Aquella fue mi primera gran experiencia como espect¨¢culo musical", declara, regocija do. Piensa pasar unos d¨ªas de des canso en las islas y celebrar las Navidades en Lanzarote, la isla del artista C¨¦sar Manrique, junto a su actual compa?era. "Nos tenemos merecido un respiro, despu¨¦s de la agotadora gira que hemos realizado esta temporada", se?al¨® Miguel R¨ªos, que aprovechar¨¢ estos d¨ªas de aislamiento para perfilar lo que ser¨¢ su pr¨®ximo disco Ahora tendr¨¢ que seleccionar de entre algo m¨¢s de setenta canciones las que incluir¨¢ en la grabaci¨®n. Adelant¨® que habr¨¢ temas ecologistas, pacifistas, canciones urbanas, algunas baladas amorosas y un tema que ser¨¢ su autorretrato.
Un p¨²blico entre 15 y 40 a?os
Cuando le preguntan por su edad -38 a?os-, responde sin titubear: "Hay gente que es joven toda la vida y otra que no lo ha sido nunca". Comenta su posible retirada, sonr¨ªe y dice que ahora mismo se considera a¨²n responsable para subir a un escenario. No obstante, afirma que no le agradar¨ªa llegar a la edad de Maurice Chevalier o Antonio Mach¨ªn como cantante en activo. Su meta m¨¢s inmediata es cumplir el compromiso con su casa discogr¨¢fica para grabar dos discos. "Luego pensar¨¦ lo que har¨¦. Deseo replantearme de alguna manera mi vida y hacer otras cosas que siempre me han atra¨ªdo, como viajar, por ejemplo; pero ahora mismo no tengo nada decidido".Miguel R¨ªos es consciente de que a sus recitales va a escucharle un p¨²blico de edades muy heterog¨¦neas, que oscilan entre los quince y los cuarenta a?os. "Hay mucha gente de mi generaci¨®n que nunca me hizo caso, que no crey¨® en los j¨®venes, y que ahora va a escucharme en pantalones vaqueros con aspecto cuarent¨®n, a recuperar el tiempo perdido".
El Rock y R¨ªos ha sido la culminaci¨®n de muchos a?os de trabajo para este pionero del rock en Espa?a. Reconoce que ahora comienza a recoger los frutos desde que hace algo m¨¢s de veinte a?os se lanz¨® a cantar rock en castellano. "En Espa?a, el rock ha adquirido sus ras gos propios y ha perdido cierto mi metismo". Esa diferenciaci¨®n pasa, seg¨²n Miguel R¨ªos, por contar en las canciones la situaci¨®n y los problemas por los que atraviesa la sociedad espa?ola.
"Este, junto a toda la parafernalia del montaje (v¨ªdeo, rayo l¨¢ser, etc¨¦tera), creo que ha sido el secreto del ¨¦xito del Rock y R¨ªos. La gente esperaba que un grupo espa?ol fuera capaz de realizar en Espa?a un espect¨¢culo musical a la altura de lo que se ve en el extranjero". Sin embargo, el int¨¦rprete del Himno de la alegr¨ªa considera que el montaje no es exportable, por tener un cierto car¨¢cter local Miguel R¨ªos estaba dichoso de volver a tocar el Rock and R¨ªos dos meses despu¨¦s de haber suspendido su puesta en escena. Con Canarias se hizo una excepci¨®n, y hubo que reunir a los m¨²sicos, que estaban dispersos por varios lugares el mundo.
Dos meses de ausencia
"Hac¨ªa dos meses que no toc¨¢bamos el concierto, y nos ilusiona hacerlo aqu¨ª, en Canarias, como despedida del proyecto m¨¢s feliz de mi vida", declara el cantante, mientras relaja los nervios de los lentos ensayos sobre el c¨¦sped del estadio Heliodoro Rodr¨ªguez L¨®pez, en Tenerife, pertrechado de atuendo deportivo. Juega a la pelota con algunos amigos y de cuando en cuando corre al escenario para dar alguna opini¨®n.El retraso del l¨¢ser, que lleg¨® en la madrugada del d¨ªa de la actuaci¨®n, le saca de quicio. M¨¢s le irrita no ver colocado el toldo que suscit¨® la pol¨¦mica de Oviedo, pero pronto se calma hablando con quienes le acompa?an. Advierte que en las islas se le da el nombre de guagua al autob¨²s, y dice que cuando interprete su conocido tema lo llamar¨¢ el Blues de la guagua.
Caza al vuelo otras palabras locales y comenta que va a dedicar en los recitales en Canarias muchas canciones para las pibitas de las islas. El di¨¢logo y su encuentro fortuito en el estadio actriz Mar¨ªa Jos¨¦ Goyanes estaba salpicado de sus continuas indicaciones a Michel, el t¨¦cnico de sonido ingl¨¦s de Mike Oldfield, que sonoriza sus conciertos: "No quiero que el p¨²blico me coja con las bragas en la mano".
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