La decisi¨®n en favor del F-18A responde a los deseos de la Fuerza A¨¦rea, pero deja sin identificar las compensaciones

La decisi¨®n de comprar 84 aviones F18A Hornet de la McDonnell Douglas que hoy adoptar¨¢ el Consejo de Ministros enfrenta a diversos sectores industriales y al Ejercito del Aire. La autorizaci¨®n del Gobierno al ministro de Defensa para suscribir el precontrato para la adquisici¨®n de los 84 aviones F-18A, previstos en. el programa FACA (Futuro Avi¨®n de Combate A¨¦reo), por un importe de 356.400 millones de pesetas ha enfrentado los puntos de vista de los mandos del Ej¨¦rcito del Aire, deseosos de adquirir el sistema de armas que consideraban mejor para las misiones asignadas, y los de los dirigentes industriales insatisfechos con la irrealidad de las compensaciones ofrecidas, que en un amplio porcentaje quedan sin identificar o cuyo cumplimiento no puede llegar a ser exigido.

El nuevo titular de Defensa, Narc¨ªs Serra, se encontr¨® sobre la mesa una decisi¨®n a plazo inmediato, habida cuenta que la pr¨®rroga obtenida para la firma del precontrato con reserva del precio en d¨®lares y plazos estipulados de entrega de los aparatos expira el 23 de diciembre. La semana pasada el ministro hab¨ªa formado ya criterio favorable en coincidencia con las recomendaciones formuladas por el Estado Mayor del Aire. Hoy llevar¨¢ la propuesta al Consejo de Ministros que, presumiblemente, le autorizar¨¢ para que ma?ana firme el precontrato, la Letter of Intentions (LOI), de acuerdo con lo previsto en una venta que se hace de Gobierno a Gobierno dentro del programa oficial de Foreing Military Sales (FMS).Se cumple as¨ª el vaticinio del general jefe del Estado Mayor del Aire, Emilio Garc¨ªa Conde, (ver EL PA?S del 13 de septiembre p¨¢gina) en torno a la nula incidencia del resultado de las comicios del 28 de octubre sobre el programa FACA. Cuando al general se le record¨® la actitud cr¨ªtica de los diputados socialistas acerca de la selecci¨®n del F-18A realizada por el Estado Mayor del Aire, explic¨® que "los asuntos de la Defensa nacional est¨¢n por encima de los partidos, se ha elegido lo mejor, lo mejor es ahora y siempre y no se ven razones para modificar las decisiones ya tomadas".

El principal impulsor de una revisi¨®n del programa FACA dentro de la Comisi¨®n de Defensa del Congreso, el diputado socialista por Segovia en la anterior y en la presente legislatura, Luis Solana, ha sido apartado de toda responsabilidad en este ¨¢rea. As¨ª ha procedido tambi¨¦n el partido con otros conocidos expertos en materias de pol¨ªtica de Defensa y pol¨ªtica militar, como Enrique M¨²jica exclu¨ªdo de la Comisi¨®n citada y el propio Julio Busquets, que s¨®lo en el ¨²ltimo minuto logr¨® ser asignado a la misma. La petici¨®n de los comunistas de la que ayer informaba EL PA?S para que el ministro socialista informe, seg¨²n reclamaba ese partido cuando velaba las armas en. la oposici¨®n hace tan s¨®lo dos meses, quedar¨¢ para mejor ocasi¨®n cuando la situaci¨®n sea ya irreversible.

Decisi¨®n inobjetable, seg¨²n los expertos

La decisi¨®n en favor del F-18A seg¨²n todos los expertos aerona¨²ticos es inobjetable. La superioridad de este aparato sobre sus competidores de la llamada lista corta en el cumplimiento de las misiones asignadas no ofrece dudas. Pero una decisi¨®n de tanta trascendencia debe tomarse ponderando otros factores sin cuya consideraci¨®n pueden producirse grav¨ªsimas fugas de soberan¨ªa real con consecuencias fatales en la eventualidad de un conflicto.Por ejemplo llam¨® la atenci¨®n de los periodistas, convocados en el cuartel general del Aire para recibir informaci¨®n del programa FACA, una de las bases de partida a tenor de la cual -"como la mayor¨ªa de los aviones que cumplen su per¨ªodo de vida ¨²til son de fabricaci¨®n norteamericana, como est¨¢ ya previsto el Mirage F-1 y como la diversificaci¨®n de la procedencia de los sistemas de armas es un principio del Ej¨¦rcito del Aire"- se ha optado desde el comienzo por un suministrador norteamericano. EL PA?S recordaba a este respecto no hace mucho tiempo que "hay una percepci¨®n dieferente acerca de los intereses estrat¨¦gicos espa?oles en distintas ¨¢reas sociales, pol¨ªticas y militares. La reciente experiencia contempor¨¢nea ilustra bien sobre la condici¨®n del aliado norteamericano a la hora del conflicto. En 1957, durante la guerra de Ifni que nos enfrent¨® a Marruecos, Washington adopt¨® la medida de declarar embargado el material b¨¦lico cedido a Espa?a. En 1975 el designio del secretario de Estado, Henry Kissinger, forz¨® la retirada espa?ola del Sahara en condiciones y bajo formas penosas, que desatend¨ªan las promesas solemnes a la poblaci¨®n del territorio".

Durante su intervenci¨®n en un Seminario sobre "Armamentismo y Nuevo Orden Econ¨®mico Internacional" organizado el pasado noviembre en Madrid por la Fundaci¨®n Pablo Iglesias, el profesor Angel Vi?as se?al¨® que "un volumen importante de recursos asignados al sector Defensa ¨²nicamente puede justificarse si es el id¨®neo para ofrecer una disuasi¨®n precisa ante los escenarios de conflicto que pesan sobre nosotros, localizados en el Norte de Africa". Conocida la posici¨®n de Estados Unidos, contraria a que las dos orillas del estrcho de Gibraltar queden en manos de una sola naci¨®n, cabe deducir qu¨¦ puede esperarse del aliado americano en caso de un conflicto hispano-marroqu¨ª por las ciudades de Ceuta y Melilla. Ese es el ¨²nico conflicto que cabe imaginar y para su intervenci¨®n en ese escenario muchos analistas consideran que las condiciones de adquisici¨®n de los F-18A, base de nuestro poder a¨¦reo, no garantizan la autonom¨ªa precisa en las decisiones que hayan de tomarse. Sencillamente porque la falta de transferencias tecnol¨®gicas descarta el mantenimiento total de los aparatos en Espa?a. Y sin asegurar esta premisa el suministrador americano queda en la pr¨¢ctica due?o absoluto de nuestros aviones, graduando a su voluntad el env¨ªo de repuestos y el entretenimiento.

A las anteriores consideraciones habr¨ªa que sumar otras desde la banda de la industria. Es cierto que, como suelen argumentar en el Estado Mayor, entre las misiones del Ej¨¦rcito del Aire no se cuenta la de contribuir al desarrollo de la industria aerona¨²tica espa?ola o de cualquier otro sector, pero no lo es menos que sin un nivel tecnol¨®gico e industrial aut¨®ctono la soberan¨ªa se convierte en vana ilusi¨®n y los mas sofisticados aparatos y sistemas de armas resultan completamente inservibles porque quedan a merced de la voluntad pol¨ªtica del suministrador. Tambi¨¦n alegan quienes han seguido de cerca la gesti¨®n del programa FACA que la LOI preparada ma?ana para su firma est¨¢ dise?ada bajo condiciones muy desfavorables en relaci¨®n con la actual situaci¨®n espa?ola. En efecto, insisten en que el precontrato ignora que ya hay un acuerdo sobre el Convenio con Estados Unidos -cuya cla¨²sula cuarta deber¨ªa haber sido tenido en cuenta-, pendiente de ¨²ltimos ajustes para su ratificaci¨®n por las Cortes, y que Espa?a es miembro de la Alianza Atl¨¢ntica. Todo ello sin contar que las pretendidas contrapartidas ofrecidas por los norteamericanos no tiene car¨¢cter vinculante por su supeditaci¨®n a terceros no controlados por la parte espa?ola.