'El pan nuestro de cada d¨ªa', obra cumbre de Vidor
Quiso King Vidor continuar la biograf¨ªa de los personajes de Y El mundo marcha, situ¨¢ndolos ante la crisis econ¨®mica de 1929: "John y Mary, carentes de trabajo y pasando enormes apuros en la ciudad, heredar¨ªan una granja arruinada y en plena bancarrota. Ir¨ªan a visitar el viejo lugar y se refugiar¨ªan en el ruinoso edificio. John, percat¨¢ndose de su ignorancia e incompetencia como agricultor, se pondr¨ªa en contacto, en aquel momento de fracaso, con un labrador en paro. A John se le ocurrir¨ªa la idea de convertir la granja en una cooperativa".Las mismas dificultades de sus protagonistas ser¨ªan vividas por el director al intentar convencer a los productores para que le financiaran su nuevo proyecto. King Vidor se vio obligado a costear ¨¦l mismo la producci¨®n de El pan nuestro de cada d¨ªa, convenciendo a sus colaboradores para trabajar en cooperativa. Todos ellos, seg¨²n cuenta en sus memorias, vivieron la aventura del rodaje con entusiasmo. Cuando, en la espl¨¦ndida secuencia final, el esfuerzo de los personajes permite hacer llegar el agua a sus secas tierras.
Esa media hora final, filmada sin m¨²sica, a ritmo de un metr¨®nomo, constituy¨® el ¨¦xito del filme. Forma ya parte de cualquier seria antolog¨ªa de los grandes momentos del cine. Seg¨²n Francisco Llin¨¢s, en ella Vidor "asimila la lecci¨®n de los cl¨¢sicos rusos y supera, en punto a la factura de realizaci¨®n, el anodino mensaje colectivista de un conformismo total".
Sin embargo, no todos pensaron lo mismo cuando la pel¨ªcula se estren¨® en 1934. La cadena de peri¨®dicos del millonario Randolph Hearst calific¨® El pan nuestro de cada d¨ªa como filme pinko (rojo), mientras el Times, de Los Angeles, se neg¨® a publicar gacetillas. El festival de Mosc¨² le otorg¨® su segundo premio, justificando que no hab¨ªa sido el primero por considerar la pel¨ªcula una prueba de propaganda capitalista.
En Inglaterra y Francia, seg¨²n cuenta Vidor, se sorprendieron de la escasa importancia de la peripecia amorosa. Cuando el director arguy¨® que en el mundo hay cosas m¨¢s importantes que el sexo, sorprendi¨® al Herald Tribune, que destac¨® en portada su declaraci¨®n, sin duda con la intenci¨®n de no favorecer a Vidor en aquella ¨¦poca de filmes amorosos y optimistas con qu¨¦ se quer¨ªa hacer olvidar las angustias de la Depresi¨®n. No fue King Vidor, sin embargo, el ¨²nico director que se plante¨® en aquellos momentos la realizaci¨®n de pel¨ªculas sociales. El talante liberal del Gobierno de Roosevelt permiti¨® un cine cr¨ªtico, que desapareci¨® como g¨¦nero al concluir la segunda guerra mundial.
El pan nuestro de cada d¨ªa se emite hoy, jueves, a las 21.30 horas por la segunda cadena.
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