No se pudieron consolidar las mejoras
La semana navide?a, que hab¨ªa iniciado su andadura bajo unos auspicios optimistas, termin¨® ofreciendo un triste balance como consecuencia de las fuertes ventas que se generaron en el sector el¨¦ctrico. Estas ¨®rdenes vendedoras, cursadas en su pr¨¢ctica totalidad desde las propias salas de contrataci¨®n, respond¨ªan fielmente al ambiente de desconfianza gen¨¦rica que impera entre los especialistas, quienes insisten en atribuir un margen muy escaso de posibilidades de recuperaci¨®n al mercado en las primeras semanas del pr¨®ximo a?o.Con estos planteamientos es l¨®gico entender las prisas de este peculiar sector de inversores por materializar las diferencias positivas que se hab¨ªan generado en las ¨²ltimas reuniones, dejando para los arriesgados, o los peor informados, la posibilidad de mantener sus posturas de compra, surti¨¦ndoles ellos mismos, de cuantos t¨ªtulos demandaban.
La posibilidad de que las tarifas el¨¦ctricas no vayan a ser aumentadas de forma inmediata en la proporci¨®n que demandan los representantes del sector es otro argumento que se baraj¨® entre los sectores especializados para justificar la falta de pujanza del mercado, cuando las perspectivas de que desciendan los tipos de inter¨¦s son acariciadas tanto en sectores pr¨®ximos a la Administraci¨®n como en la propia banca privada.
Sin embargo, los limitados objetivos de crecimiento de las disponibilidades l¨ªquidas, junto con el temor a que el Gabinete socialista incremente alguno de los coeficientes bancarios, constituyen a todas luces dos argumentos de extraordinario peso para los inversores institucionales, que por el momento siguen instalando sus inversiones en la confortable proximidad de los certificados de regulaci¨®n monetaria y en los pagar¨¦s del Tesoro.
Pero si esta razones son de orden externo al estrictamente burs¨¢til, el c¨²mulo de rumores que han venido circulando sobre congelaciones de dividendos, bancos en dificultades, compa?¨ªas el¨¦ctricas endeudadas hasta las cejas, empresas constructoras casi quebradas ha afectado, y en esta ocasi¨®n desde dentro, la confianza de los inversores en el futuro inmediato de los mercados de acciones.
En cuanto a valores que se hayan significado por s¨ª mismos a lo largo de la semana, hay que destacar la sorprendente evoluci¨®n de Electra de Viesgo, cuyos derechos de suscripci¨®n terminaron pag¨¢ndose el pasado jueves en la Bolsa madrile?a a 27 pesetas, con lo que resulta m¨¢s caro conseguir acciones por suscripci¨®n que comprar directamente acciones viejas. En opini¨®n de algunos especialistas, esta situaci¨®n pudiera estar provocada por el inter¨¦s que el Santander ha venido mostrando por esta sociedad en los ¨²ltimos meses.
Y ya s¨®lo nos resta transmitir a nuestros sufridos lectores nuestros m¨¢s cordiales deseos de felicidad en estas fechas navide?as.
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