La calle es de todos

La reciente limitaci¨®n al tr¨¢fico rodado en el centro de Madrid ha hecho pensar a muchos que la desafortunada frase de "la calle es m¨ªa", lanzada al aire hace unos a?os por el entonces ministro de la Gobernaci¨®n, ha sido repescada por redentores que est¨¢n a mitad de camino entre la utop¨ªa y el ejercicio de un poder dictatorial. La calle ya no es de todos, ni de los vecinos, ni de los transeuntes, ni de los automovilistas. Las calles s¨®lo son del Ayuntamiento rnadrile?o, y el ejemplo desgraciadamente es extrapolable a otras grandes ciudades espa?olas.La simplista visi¨®n de que prohibir el tr¨¢fico es la ¨²nica soluci¨®n a una crisis que viene impuesta por una excesiva utilizaci¨®n del transporte privado demuestra el desconocimiento o el desinter¨¦s por los grandes problemas, de los cuales el tr¨¢nsito rodado no es el origen, sino la consecuencia. Las aut¨¦nticas causas hay que buscarlas en los errores de la pol¨ªtica de ordenaci¨®n del territorio, del urbanismo, de la construcci¨®n, del suelo urbano y de los movimientos migratorios interiores (...).

24 diciembre.