Los ladrones de Marbella estuvieron 32 horas en el banco para llevarse 2.000 millones
ENVIADO ESPECIAL, Por lo menos 32 horas estuvieron en el interior del Banco de Andaluc¨ªa de Marbella las cuatro personas -como m¨ªnimo- que desvalijaron las 186 cajas blindadas de dep¨®sito all¨ª guardadas, en lo que es sin duda uno de los robos m¨¢s grandes de todos los tiempos. Aunque es pr¨¢cticamente imposible establecer la cuant¨ªa de lo robado, debido a que las cajas son absolutamente privadas y ni el propio banco tiene acceso a ellas, medios bancarios solventes estiman que la cifra podr¨ªa estar pr¨®xima a los 2.000 millones de pesetas. Hasta la noche de ayer, ninguna persona hab¨ªa sido detenida en relaci¨®n con el caso y se cree que los autores se encuentran lejos del lugar de los hechos.
Ninguno de los titulares de las cajas de dep¨®sito hab¨ªa declarado su contenido ni hecho el seguro correspondiente, por lo que el banco unicamente les reembolsar¨¢ una cantidad de medio mill¨®n de pesetas a cada uno. Fuentes policiales solventes estiman que algunas de estas cajas se utilizaban, adem¨¢s de para guardar joyas, objetos de valor y docurrientos, para tener depositado "dinero negro" fuera del control del fisco.Seg¨²n el comisario jefe de la Brigada Regional de Andaluc¨ªa oriental, con base en Granada, cualquier hip¨®tesis sobre el robo no es descartable por el completo desconocimiento en torno al mismo hasta el momento, por la total impunidad con que se movieron los ladrones, que aprovecharon las ¨²ltimas fiestas, y por el mucho tiempo que tuvieron para huir y para ocultar el bot¨ªn.
La primera l¨ªnea de investigaci¨®n policial abierta por el comisario de Marbella, quien centraliza por el momento las diligencias desde que, a primera hora de la ma?ana del lunes, fuese descubierto el robo, es la toma de declaraci¨®n de los 186 titulares de las cajas y del personal del banco, ya que los autores de este rifif¨ª a la americana conoc¨ªan perfectamente el interior de la entidad bancaria.
Durante el d¨ªa de ayer el banco, situado en la calle principal de Marbella, presentaba un aspecto normal, rutinario, en cuanto a las puras operaciones bancarias. La ¨²nica nota extraordinaria era la presencia de damnificados, que formaban corrillos ante los despachos del director y del subdirector de la sucursal, Francisco Y¨¦larno y Juan Solano, a la espera de explicaciones.
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Los clientes del Banco de Andaluc¨ªa guardaban elevadas sumas en dinero, joyas, valores y otros objetos
Viene de la primera p¨¢gina.En fuentes policiales se sospecha que alguno de los atracadores tuviera alquilada una caja de seguridad, dado el perfecto conocimiento que han demostrado tener del lugar del robo. Las primeras investigaciones policiales podr¨ªan apuntar en ese sentido.
Entre los perjudicados del robo del Banco de Andaluc¨ªa est¨¢, por ejemplo, Jaime de Mora y Arag¨®n, de quien se dec¨ªa en mentideros bancarios que ten¨ªa depositados objetos por valor de unos 80 millones de pesetas, al margen de una peque?a colecci¨®n de aguafuertes de Goya. El hermano de la reina de B¨¦lgica, que acudi¨® a la sucursal al mediod¨ªa perfectamente trajeado y con un clavel rojo en la solapa, ni confirm¨® ni desminti¨® este -dato y se neg¨® a hacer declaraciones con un "lo ¨²nico que puedo decir es que me han hecho la pascua".
El conde de Perl¨¢, director de uno de los grandes hoteles de Marbella (el Don Pepe) es otro de los afectados. Importantes documentos, una colecci¨®n de joyas y una cuberter¨ªa de gran valor son las cosas que declar¨® tener depositadas. Aunque sobre esto pesa el secreto bancario, se sabe que el 70%, aproximadamente de los damnificados son extranjeros afincados en Marbella, y el resto espa?oles. En el primer grupo se encuentran, por ejemplo, el italiano Felici Cultrera, que ayer mismo ofrec¨ªa una recompensa de 100.000 d¨®lares -m¨¢s de doce millones de pesetas- a quien le ayudase a recuperar la colecci¨®n de joyas familiares, valoradas, seg¨²n ¨¦l, en 250.000 d¨®lares -m¨¢s de 30 millones de pesetas-. El tel¨¦fono que facilit¨® es el 77 20 50 de Marbella. O el caso del matrimonio O Tapiero, que acababa de depositar joyas y valores por dos millones de francos franceses -unos 40 millones de pesetas- procedentes de una reciente herencia.
Seg¨²n se supo de fuentes policiales, hasta el momento el cliente que m¨¢s dinero ha declarado tener en el banco afirma que guardaba un mill¨®n de d¨®lares -unos 126 millones de pesetas-, mientras el que menos declar¨® afirma que ten¨ªa s¨®lo 500.000 pesetas. El director del banco desminti¨® lo publicado en el sentido de que entre sus clientes hubiera conocidas personalidades del mundo ¨¢rabe afincadas en Marbella. En general, la mayor¨ªa son ingleses, franceses y belgas, as¨ª como otras personas de la alta sociedad marbell¨ª, aunque s¨ª hay algunos, pocos ¨¢rabes.
C¨®mo se hizo
EL PAIS ha podido reconstruir con precisi¨®n c¨®mo se desarroll¨® el robo. Se trata de un edificio de siete plantas (en la sexta hay un piso en venta) de las cuales el banco dispone de las plantas baja y primera completas, adem¨¢s del s¨®tano, en donde entre otras cosas, est¨¢n situadas las cajas. El resto son viviendas particulares, adem¨¢s del estudio de un arquitecto, un centro de acupuntura y la consulta de un dentista.
A todos estos pisos se accede por el n¨²mero uno de la calle Sierra Blanca, que hace esquina con la calle principal. En el primer piso el banco est¨¢, dividido en dos zonas totalmente separadas por tabiques completos y con entradas independientes. Una de ellas comunica con el resto del banco, alberga el despacho del director, el de su secreta?a, una antesala y la sala de juntas. La otra zona est¨¢ ocupada por oficinas, y en una parte, precisamente por donde entraron los ladrones, est¨¢ en obras.
Los asaltantes penetraron por el portal de la calle Sierra Blanca, para lo que farzaron la cerradura exterior. Hicieron lo mismo con el acceso a esta parte de las oficinas La puerta no est¨¢ blindada. Ya en el interior practicaron un agujero o butr¨®n en la pared m¨¢s pr¨®xima al comienzo de las escaleras de caracol que comunican las tres planta del banco.
Para hacerlo as¨ª hay que cono cer perfectamente los planos del edificio, como se?al¨® el subdirector general del Banco de Andaluc¨ªa, integrado en el grupo del Banco Popular Espa?ol, Marcelino Mart¨ªnez.
Practicar el agujero no result¨® dif¨ªcil por el escaso grosor del tabique, que no est¨¢ reforzado y s¨ª debilitado por la humedad de las obras. Una vez en el interior del banco-banco, los ladrones descendieron a la planta baja y, a trav¨¦s del patio de operaciones (una sala de unos doscientos metros cuadrados, di¨¢fana, soportada por cuatro grandes columnas), descendieron al s¨®tano por otra escalera distinta a la que conduce a la sala de las peque?as cajas individuales.
Desde ah¨ª se dirigieron al coraz¨®n de la seguridad del banco: el sistema general de alarma. Se trata de un conjunto de aparatos muy sofisticados, seg¨²n los t¨¦cnicos que los instalaron, y ¨²nicamente es vulnerable por expertos, en opini¨®n de estos. A¨²n as¨ª, se tiene la convicci¨®n de que la alarma son¨® durante tres o cuatro segundos a tenor de las posiciones de los aparatos, aunque, evidentemente, si son¨® no fue o¨ªda. Hecha la operaci¨®n, pasaron a la otra parte del s¨®tano para lo cual hubieron de ascender nuevamente a la planta baja y bajar por la escalera de caracol. All¨ª, tras desconectar la alarma local, forzaron en primer lugar una verja de color blanco provista de una gruesa cerradura.
Una puerta blindada marca Fortis
En ese vest¨ªbulo de unos doce metros cuadrados, enmoquetado de color gris verdoso, se enfrentaron a la puerta blindada marca Fortis que da acceso a la sala de las cajas de dep¨®sito. Se trata de una caja fuerte convencional (es exactamente la misma que la caja fuerte general del banco, en la que hab¨ªa una cantidad aproximada a los veinte millones de pesetas en efectivo y cuya apertura no fue intentada) con un tramp¨®n aleda?o con el mismo blindaje de medio metro de altura por unos cuarenta de anchura, peque?a puerta de seguridad para el hipot¨¦tico caso de atasco de la puerta grande.
Tienen ambas varias chapas de acero de casi un cent¨ªmetro de grosor cada una con varias capas de hormig¨®n entre ellas. El espesor total, incluida las capas antireflectarias es de unos 25 cent¨ªmetros. Esto explica la dureza del trabajo. Con un soplete de ox¨ªgeno o, llama t¨¦rmica comenzaron a atacar la menor de las puertas iluminados por peque?os generadores de luz a modo de linternas y por gruesos cirios. En esta zona del banco la alarma funciona con flu¨ªdo el¨¦ctrico general, por lo que al desconectar aquella la estancia qued¨® a oscuras, circunstancia que tambi¨¦n conoc¨ªan los asaltantes.
Los ladrones levantaron un trozo de moqueta para evitar que las chispas provocasen un incendio y hubieron de practicar un agujero en una de las paredes que comunica con un almac¨¦n para facilitar la corriente de aire. Seg¨²n los expertos, esta operaci¨®n hubo de costarles entre veinte y veintidos horas. Deslizados dentro de la sala, con picos y palanquetas, forzaron una a una las 186 cajas de seguridad (de distintos tama?os aunque la estandar es de unos cuarenta por treinta cent¨ªmetros), operaci¨®n que a tres minutos por cada una de ellas (est¨¢n cerradas con dos fuertes cerraduras, una de cuyas llaves la tiene el cliente y la otra el banco) les hubo de llevar unas 9 horas.
No se llevaron documentos
Los autores del asalto tuvieron tiempo suficiente para expurgar el contenido de las mismas e incluso de, rechazar algunas joyas y objetos como cuberter¨ªas de plata y en general todos los documentos, que abandonaron, esparcidos por el suelo. Seg¨²n inspectores policiales, trabajaron con una limpieza absoluta, aunque dejaron abandonadas las herramientas e incluso rastros de comida entre ellos mandarinas.
Terminado el trabajo salieron tranquilamente por el mismo portal y se incorporaron con normalidad al flujo de personas que transitaban por esta concurrida zona marbell¨ª sin despertar sospechas. El robo fue descubierto a las ocho de la ma?ana del lunes por el interventor del banco. Se puede calcular con un cierto margen de error que comenzaron en la tardenoche de Nochebuena y concluyeron el trabajo el domingo por la ma?ana.
Las escenas de ira contenidas y la desolaci¨®n eran las notas comunes ayer entre los propietarios de las cajas de seguridad. Una buena parte de estos -unos veinte- acudieron a la comisar¨ªa de polic¨ªa de Marbella a denunciar el hecho despu¨¦s de visitar al director de la sucursal. Aunque en la investigaci¨®n est¨¢n trabajando no menos de cincuenta polic¨ªas de la brigada de polic¨ªa judicial, las diligencias se centralizan por el momento en la comisar¨ªa local.
El contenido de cada una de estas cajas fuertes est¨¢ valorada ¨²nicamente en 500.000 pesetas, seg¨²n el seguro global que el banco tiene con una compa?¨ªa aseguradora. El resto del valor de cada dep¨®sito lo perder¨¢n los clientes si no es recuperado por la polic¨ªa, excepto los que tuviesen concertadas p¨®lizas, casos verdaderamente extra?os por no decir inexistentes en opini¨®n del director del banco, Francisco Y¨¦lamo, y de los ejecutivos de la compa?¨ªa.
No hab¨ªa vigilante nocturno
El banco cumple todas las disposiciones en materia de seguridad, seg¨²n el comisario de Marbella, Fernando Godoy, quien con el suceso estrena el cargo porque el anterior, Antoni Pascual, acaba de ser destinado como inspector de servicios a la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Bilbao. No obstante, no dispone de ning¨²n vigilante nocturno. Desde las dos de la tarde del d¨ªa 24, en que se march¨® el ¨²ltimo empleado y el vigilante diurno de Esabe Express ech¨® el cierre a la sucursal bancaria, hasta el d¨ªa 27 en que se abri¨® a primera hora de ma?ana, el banco estuvo abandonado a los sistemas. de seguridad. Un directivo del mismo declar¨® que estos ladrones han demostrado que pueden robar lo que quieran, porque los sistemas de seguridad son los m¨¢s modernos, extremo que fue confirmado por la polic¨ªa.
El alquiler anual de cada caja cuesta entre cuatro mil y quince mil, pesetas, seg¨²n los tama?os, y est¨¢n reservadas a los clientes habituales o a sus apoderados con firmas inscritas en un registro de identificaci¨®n.
Unicamente por razones de seguridad, el banco se reserva la posibilidad de inspeccionar ocasionalmente el contenido de las cajas, siempre en presencia del titular y con absoluta reserva sobre los objetos depositados pero sin examinar ni tasar su valor.
La noticia provoc¨® ayer una aut¨¦ntica ola de temor en muchas sucursales bancarias de Marbella -una de las ciudades con mayores dep¨®sitos de toda Espa?a- y tambi¨¦n en M¨¢laga, porque muchos de sus clientes acudieron a interesarse por las medidas de seguridad, as¨ª como por las responsabilidades del banco y de los clientes en hipot¨¦ticos casos similares. Hace un a?o se produjo un robo por el mismo procedimiento (el butr¨®n) en una joyer¨ªa de Marbella con un bot¨ªn de unos 300 millones de pesetas y los robos en chal¨¦s y zonas frecuentadas por el capital marbell¨ª son bastante numerosas. Delincuencia de alto estanding, seg¨²n fuentes de la comisar¨ªa de Marbella.
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