El t¨²nel de Gibraltar y el paro
Todos los espa?oles estamos de acuerdo en que la peor consecuencia de la actual crisis es el paro.Pienso que no podr¨¢ remediarse, ni siquiera empleando las medidas habituales, sean de ¨ªndole inflacionaria o de austeridad.
Para enfrentarse a esa calamidad es preciso hacer grandes inversiones p¨²blicas. Y no en obras ordinarias, sino en empresas excepcionales que interesen a todo el pa¨ªs y que, por sus caracter¨ªsticas, sean capaces de producir una verdadera conmoci¨®n.
Una de esas empresas es la construcci¨®n del t¨²nel bajo el estrecho de Gibraltar, asociada a la creaci¨®n de un gran complejo tur¨ªstico en todo el ¨¢rea del campo gibraltare?o, con incid.encias en Ceuta y Melilla.
Ya se han hecho estudios avanzados sobre las modalidades de su ejecuci¨®n si no hay dificultdes internacionales, el solo incoveniente para llevarlo a la pr¨¢ctica es su elevado coste.
Para reducirlo podr¨ªa limitarse a su ejecuci¨®n a la circulaci¨®n a motor, desechando el ferrocarril, que tiene grandes gastos de infraestructura y mantenimiento y cuyas posibles aver¨ªas crear¨ªan graves dificultades.
Importantes cantidades de las asignadas al seguro de desempleo se destinar¨ªan, en vez de emplearse en ese mal necesario, al financiar los puestos de trabajo que se crear¨ªan, no solo para la realizaci¨®n de la obra, sino tambi¨¦n por la incidencia favorable que sobre la industria tendr¨ªa el desarrollo de ese proyecto. Invertir el signo prendiera la obra recoger¨ªa los beneficios pol¨ªticos de una Empresa, que sacar¨ªa al pa¨ªs de la aton¨ªa y la desesperanza.
El mantenimiento de las instalaciones podr¨ªa hacerse por un sistema de peajes, ya usado comunmente en todas las grandes autopistas y que no supondr¨ªa un costo excesivo para los usuarios, dados los ahorros, en tiempo y dinero, que la utilizaci¨®n del t¨²nel signifiacar¨ªa en relaci¨®n con los transportes por barco o avi¨®n, cuyas modalidades habr¨ªa tiempo de ponerse a punto al acercarse la finalizaci¨®n de una obra, que requerir¨ªa largo tiempo.
Los ciudadanos debemor colaborar en las tareas del Gobierno. No s¨®lo con el ejercicio de la cr¨ªtica, que es f¨¢cil, sino haciendo sugerencias y facilitando la ejecuci¨®n de la pol¨ªtica acordada por los representantes del pueblo./
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