El Gobierno griego devalu¨® el dracma para logar impular las exportaciones y reactivar el turismo
Reactivar las exportaciones, frenar un incipiente paro y reimpulsar el sector tur¨ªstico son algunos de los principales fines que persigue el Gobierno griego con la devaluaci¨®n, en un 15,5%, de la moneda nacional -el dracma- decidida el pasado domingo, y que ha servido para que la Comisi¨®n Europea mostrara su sorpresa por no ser avisada de esta decisi¨®n con anterioridad. Tanto el descenso de las exportaciones Industriales como el par¨®n del sector tur¨ªstico, motivados ambos por los altos precios, advert¨ªan en los ¨²ltimos tiempos que el dracma se manten¨ªa artificialmente por encima de su valor.
El superministro griego de Econom¨ªa, Gerasimos Arsenis, anunci¨® paralelamente a la devaluaci¨®n el proyecto de crear una organizaci¨®n estatal promotora de exportaciones, que, sin embargo, no reemplazar¨¢ a las compa?¨ªas privadas dedicadas a la exportaci¨®n. Este nuevo organismo se dedicar¨¢ a coordinar y a hacer estudios de mercado, as¨ª como a relanzar las organizaciones peque?as, medianas o cooperativas, que hasta la fecha no han tenido acceso a negocios de ¨¢mbito internacional.El reciente acceso de Grecia a la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) ha supuesto una agudizaci¨®n de la competencia europea en el sector textil, de maquinaria agr¨ªcola y de la construcci¨®n, que ha amenazado con quebrantar la fr¨¢gil oferta griega.
El Gobierno griego podr¨ªa tambi¨¦n establecer techos de precios m¨¢s r¨ªgidos que el control actual. En este sentido, Arsenis manifest¨® que, "si se dan movimientos especulativos de encarecimiento, el Gobierno no dudar¨¢ en controlar los precios". Las previsiones del Gobierno griego para 1983 no son precisamente optimistas.
En su mensaje de fin de a?o, el presidente de la Rep¨²blica griega, Constantino Karamanlis, recomendaba, en su calidad de moderador del proceso de cambio socialista, la subordinaci¨®n de todos los intereses personales y de clase al bien general.
Karamanlis, hombre de pasado conservador, se?al¨® catorce meses despu¨¦s del triunfo electoral socialista que la econom¨ªa griega "se enfrenta con dif¨ªciles problemas, debido sobre todo a una situaci¨®n internacional quiz¨¢ potenciada por nuestros propios errores". Karamanlis no precis¨¦ si se refer¨ªa a la pol¨ªtica de "tierra quemada" que, seg¨²n su primer ministro socialista, Papandreu, practic¨® la derecha en sus ¨²ltimos meses de Gobierno, o a errores surgidos en los primeros tanteos del alagui (el cambio griego), o a ambas cosas.
En el plazo de algo m¨¢s de un a?o del Gobierno socialista, que ha sido aguijoneado por la derecha perdedora de Nueva Democracia (ND) y por la izquierda comunista en ascenso, Grecia no ha conocido atisbo alguno de oposici¨®n militar al cambio. S¨®lo los once diputados comunistas no votan a favor del presupuesto militar, el m¨¢s elevado porcentualmente de la Comunidad Econ¨®mica Europea. Los encontronazos del cambio griego se producen en el terreno de los presupuestos generales y de la econom¨ªa. Gobierno y oposici¨®n de todo signo difieren seriamente respecto a pol¨ªtica econ¨®mica.
Un parado en Grecia
La inflaci¨®n griega sigue siendo la m¨¢s alta de la CEE (21,5%), pero cuando los socialistas del Pasok se hicieron con el Gobierno era a¨²n m¨¢s elevada, del 24,4%. Andreas Papandreu, ex profesor de Econom¨ªa de universidades estadounidenses, no ha conseguido por ahora conjurar el fantasma del paro. Los ¨ªndices m¨¢s optimistas lo pintan en aumento, en torno al 8%.Guiorguios Papandreu, diputado por Patras e hijo del premier Andreas, presentaba en Atenas hace unos meses el concepto del paro griego con toda su relatividad. "?Qu¨¦ es un parado en Grecia? Hay que precisar criterios y valorar la cantidad de trabajo y seguridad por persona para evaluar uno v¨¢lido". Es muy dificil mantener inactivo a un griego. Es tambi¨¦n muy dificil hacerle producir seg¨²n c¨¢nones modernos de eficacia. Un hombre que en la Rep¨²blica Federal de Alemania ir¨ªa a inscribirse en el registro del paro, montar¨¢ en Grecia con cuatro tablas una taberna o un puesto de venta de legumbres.
Papandreu hizo buena parte de su campa?a en contra de la CEE. Atenas, que a partir de julio de 1983 ostentar¨¢ por seis meses la presidencia del Consejo de la Comunidad, no quiere, ahora, nadar contra corriente y trata de adaptarse a una situaci¨®n de hecho sentada por la derecha, que se apresur¨® a ingresar en 1981 en la Comunidad m¨¢s por motivos de prestigio y orden pol¨ªtico que en base a estudios econ¨®micos.
Ahora, socialistas griegos y especialistas de la Comunidad bregan juntos hacia la misma meta: modernizar ese pa¨ªs balc¨¢nico de burocracia at¨¢vica, en el que la corrupci¨®n y el caciquismo formaban parte de la vida cotidiana hasta la ca¨ªda de la Junta de los Coroneles en 1974. El grado de sindicalismo libre que tanto asusta a los industriales griegos est¨¢ ya superado en Espa?a, Portugal y en la Comunidad Econ¨®mica Europea.
Ya el actual presidente de la Rep¨²blica, Karamanlis, fue tildado de socialman¨ªaco por la derecha montaraz, cuando, siendo primer ministro desde la ca¨ªda de la Junta, quiso aderezar su pa¨ªs al volver de once a?os de exilio en Par¨ªs. De entonces data la intervenci¨®n estatal de la banca y el cr¨¦dito. ?Qu¨¦ hubieran dicho los Onassis y los Niarcos si hubieran sido los socialistas los autores de medida tan definitiva?
A pesar de la moderaci¨®n que, de hecho, presenta el cambio griego, el programa del Gobierno no es nada titubeante en la letra. La meta final es la "liberaci¨®n social". Los grados del cambio "tendr¨¢n que constituir metas populares hacia las que se ir¨¢ con prudencia" y "su ritmo de alcance tendr¨¢ que tomar en cuenta la correlaci¨®n de fuerzas, la situaci¨®n de la econom¨ªa y, por encima de todo, el consentimiento popular".
Descontento empresarial
El hecho es que los industriales, capitaneados por el presidente de su federaci¨®n, Teodoro Papalexopulos, no est¨¢n contentos. El 40% de las industrias pierden. M¨¢s adecuado ser¨ªa decir que siguen perdiendo, no obstante haber empeorado la situaci¨®n en este a?o, debido, seg¨²n Papandreu, a la pol¨ªtica econ¨®mica de "tierra quemada" practicada en los ¨²ltimos meses del Gobierno anterior. Los armadores le han planeado al Gobierno una tensa partida de p¨®quer econ¨®mico, donde cualquier tic nervioso puede ocasionarle a Grecia la p¨¦rdida de buena parte de los 2.000 millones de d¨®lares que su flota mercante le proporciona.Tambi¨¦n en el sector minero hay problemas. Con la bauxita, que junto con el cemento es mena importante del pobre suelo heleno, lo que estar¨ªa planteando la necesidad de un despido m¨¢s libre. A ra¨ªz de un conflicto en la compa?¨ªa de minas del Parnaso, el Gobierno va a extender a la miner¨ªa una ley populista, que data curiosamente de tiempos de la Junta, que proh¨ªbe el despido de m¨¢s del 2% de la plantilla al mes.
Oleada de huelgas
Papandreu est¨¢ decididamente en contra de un concepto, econ¨®mico de "Estado-hotel", que seguir¨ªa supedit¨¢ndolo todo al turismo, como la dictadura militar quiso. Pero los 2.000 millones de d¨®lares tur¨ªsticos que ese pa¨ªs de diez millones de habitantes puede esperar para este a?o suponen, junto con el oro de los armadores, un lubrificante importante para el primer plan quinquenal del cambio (1983-1987), al fin del cual, promete Papandreu, Grecia ser¨¢ un pa¨ªs moderno.La oleada de huelgas lleg¨® el pasado diciembre iniciada por el sector, tradicionalmente duro, de la construcci¨®n. Por otra parte, 35.000 empleados de banca pararon un d¨ªa en todo Grecia, y tras ellos, los m¨¦dicos de Atenas y el Pireo y hasta las ambulancias. El segundo canal de la televisi¨®n grtega, que hasta la llegada del Pasok al poder era el canal del Ej¨¦rcito dej¨® de emitir. Los paros siguieron a un planteamiento televisado demasiado espartano del ministro de Econ¨®mia y se calmaron con unos minutos de Papandreu ante la peque?a pantalla, dos d¨ªas despu¨¦s.
El premier ofreci¨® un 5 % de subida salarial para primeros de a?o y otro tanto para mayo. Prometi¨® una lucha eficaz contra el paro y la caza de quienes evaden impuestos, lo que ingresar¨ªa, de cobrarse, hasta ochocientos millones de d¨®lares en las arcas estatales. La OCDE empuja a Grecia a ponerse a la hora de Europa en cuanto a recaudaci¨®n de impuestos, renunciando a los sistemas de recaudaci¨®n indirecta. Mucho granjero y armador sigue exento y Grecia bate los r¨¦cords de la evasi¨®n de impuestos.
El primer a?o del cambio econ¨®mico no ha pasado sin turbulencias entre los sectores m¨¢s revolucionarios del Pasok, cinco letras que no designan un partido, sino un movimiento de diversas tendencias, que, hist¨®ricamente, armoniz¨® un hombre, Papandreu. A mediados del a?o pasado, dos ministros econ¨®micos se iban y dos entraban, Arsenis y Kulurianos, procedentes, respectivamente, de los cuadros de la Unctad y del Banco Mundial.
Una frase del mesurado discurso de Papandreu ante los capitanes de la industria griega levant¨® astillas en el tronco del Pasok. "No son los industriales la clase dominante, sino esos intermediarios que se mueven entre bastidores y zapan sistem¨¢ticamente la econom¨ªa". El viceministro griego de Interior, Panaguluis, daba el portazo con acervas cr¨ªticas por entreguismo contra Papandreu.
Todo esto lo mira y medita atentamente la Comunidad Econ¨®mica Europea. Papandreu ha renunciado ya a sacar a Grecia del redil comunitario. En Bruselas cien que entre irlandeses y griegos, una comparaci¨®n muy trillada, los primeros tienen mucha experiencia de la que a los segundos les falta. De aqu¨ª que no sepan sacarle todo el partido necesario a las cajas crediticias y de ayuda de la Comunidad. Pero cuando un griego aprende, resulta imparable.
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