George Orwell en Par¨ªs, Londres y Espa?a: aprendizaje de la libertad
A principios de enero de 1933 el editor londinense Victor Gollancz, dedicado promotor de la izquierda intelectual inglesa, publicaba una cr¨®nica sobre los bajos fondos de la gran ciudad moderna titulada Down and out in Paris and London, de un autor desconocido: George Orwell. Con este documento crudo y directo, que impresion¨® a la cr¨ªtica, sal¨ªa a la palestra literaria, hace cincuenta a?os, uno de los escritores ingleses menos espectaculares pero de influencia m¨¢s duradera de las letras contempor¨¢neas.El ¨¦xito y el reconocimiento internacional tardar¨ªan en presentarse en la vida de este escritor singular, que no por cultivar un estilo directo y llano, quintaesencia del understatement anglosaj¨®n, dejaba de estar en la tradici¨®n de Byron y de Dickens. Pero ya en la ¨®pera prima se anunciaban en la elecci¨®n del tema, en el tratamiento tan eficaz como sencillo y en la peculiar mezcla de documento y literatura, algunas de las cualidades esenciales de futuras obras maestras, como Homage to Catalonia (1937), Animal Farm (1945) y 1984 (1949).
En 1933, pocos sab¨ªan que detr¨¢s del seud¨®nimo de George Orwell se escond¨ªa un antiguo becario de Eton y ex oficial de la Polic¨ªa Imperial de Birmania llamado Eric Blair. En efecto, Orwell-Blair, que naci¨® en Bengala el 25 de junio de 1903, estudi¨® entre la elite intelectual de los Kings Scholars de Eton, donde fue admitido por sus propios m¨¦ritos y no por privilegio social. Siguiendo quiz¨¢ las huellas de su padre, un peque?o funcionario del servicio colonial, se alist¨® al finalizar sus estudios en la polic¨ªa colonial, en vez de pasar a Oxford o a Cambridge, como hubiera sido de rigor para un etoniano. La experiencia birmana dur¨® cinco a?os, de los que Orwell sac¨® dos conclusiones radicales: que aborrec¨ªa el imperialismo brit¨¢nico y que estaba decidido a ser escritor.
El primer libro publicado en 1933 no signific¨® la liberaci¨®n econ¨®mica del autor, que sigui¨® debati¨¦ndose en ese terreno vago del escritor en ciernes, haciendo cr¨ªticas de libros, trabajando en una librer¨ªa o dando clases. Cuando en enero de 1936 el editor Gollancz le propuso viajar al norte del pa¨ªs para escribir un reportaje sobre los efectos de la depresi¨®n econ¨®mica en las zonas industriales, Orwell ya hab¨ªa publicado tres novelas pero a¨²n no hab¨ªa encontrado su estilo ni su inspiraci¨®n.
El contacto con las condiciones de vida de las gentes de las zonas mineras, las conversaciones con hombres de los sindicatos, las visitas a las minas, la estancia en casa de trabajadores en paro, transformaron el anarquismo Tory de Orwell en socialismo.
El resultado de esa toma de conciencia fue el impresionante reportaje titulado The road to Wigan Pier, que el Left Book Club, reci¨¦n creado por Gollancz para difundir y discutir ?ideas socialistas, lanz¨® en una primera edici¨®n de m¨¢s de 40.000 ejmplares. As¨ª, Orwell lleg¨® por primera vez a un gran p¨²blico con su prosa realista.
En ese momento de consolidaci¨®n y ¨¦xito literarios, tambi¨¦n de estimulante pol¨¦mica pol¨ªtica en tomo a su libro, cuyas ideas socialistas eran consideradas poco ortodoxas, Orwell decidi¨® marchar a Espa?a a unirse a la lucha antifascista, que ya era la causa de toda la izquierda internacional.
Homenaje a Catalu?a
Con papeles que le acreditaban como corresponsal del New Leader, del ILP, Orwell se uni¨® en Barcelona a las milicias del POUM -partido hermano del ILP-, que sal¨ªan en diciembre de 1936 para el frente de Arag¨®n. All¨ª, y en la retaguardia de Barcelona, hizo hasta junio de 1937 un aprendizaje pol¨ªtico acelerado, que marc¨® su vida y su obra. La experiencia espa?ola fue, m¨¢s que una revelaci¨®n, una confirmaci¨®n de esperanzas y temores. "He visto cosas maravillosas y por fin creo en el socialismo como nunca he cre¨ªdo hasta ahora", escribi¨® en junio de 1937 desde el hospital barcelon¨¦s donde se repon¨ªa de un balazo que le atraves¨® la garganta. La solidaridad, la generosidad, el sacrificio y la vitalidad que vivi¨® y vi¨® en el frente, entre los milicianos, tuvieron un contrapeso negativo en la retaguardia barcelonesa, donde Orwell sigui¨® paso a paso y particip¨® en los sucesos hist¨®ricos de mayo de 1937, que se saldaron con la supresi¨®n del POUM y el encarcelamiento e incluso ejecucion de sus militantes y simpatizantes. En Homage to Catalonia, escrito y publicado en pleno fragor de la contienda espa?ola, Orwell hizo una defensa valiente de sus compa?eros estigmatizados por la Prensa estalinista como trotskistas y agentes fascistas, y escribi¨® uno de los libros m¨¢s duraderos y vivos sobre la guerra civil espa?ola. Iniciaba tambi¨¦n as¨ª su tenaz y a veces aislado combate contra el comunismo estalinista, identificado -igual que el fascismo- como una forma de totalitarismo.
"Cada l¨ªnea de trabajo serio que he escrito desde 1936 ha sido escrita directa o indirectamente contra el totalitarismo y a favor del socialismo democr¨¢tico, como yo lo entiendo", escribi¨® Orwell en 1947. En su ¨²ltima obra, la alucinante utop¨ªa negativa 1984, publicada pocos meses antes de morir (el 19 de enero de 1950), Orwell presenta la destrucci¨®n de la historia como uno de los elementos clave de dominaci¨®n del imaginario Estado totalitario de Ocean¨ªa. La tergiversaci¨®n destructiva de la historia es sin¨®nima de la destrucci¨®n de la memoria colectiva y de la memoria individual. Sin ¨¦sta no es posible el esp¨ªritu cr¨ªtico ni la libertad, y tampoco el futuro. El mundo en el que la propaganda sustituye a la historia es el infierno que nos vaticina 1984.
La lecci¨®n sobre la fragilidad de la historia y sobre la esencia del totalitarismo la aprendi¨® Orwell en Espa?a, durante los choques armados en las calles de Barcelona entre los partidos que integraban el Frente Popular y la implacable represi¨®n que les sigui¨®. Y fue una lecci¨®n que no olvid¨®. "La guerra le convirti¨® en activista pol¨ªtico..., en periodista, escritor de panfletos y polemista", escribe Sonia Orwell en el pr¨®logo a los ensayos y art¨ªculos de Orwell.
Su decidida y obstinada denuncia del estalinismo y su actitud disidente en una ¨¦poca de compa?erismo de viaje generalizado, no le facilitaron la vida, despu¨¦s de estallar la Segunda Guerra Mundial y entrar los ej¨¦rcitos de Hitler en la Uni¨®n Sovi¨¦tica. A pesar de todo, el socialismo antidogm¨¢tico de Orwell encontr¨® plataformas en la izquierda del laborismo ingl¨¦s.
A esta ¨¦poca del Tribune corresponde !a creaci¨®n de la que muchos consideran su obra maestra: Animal Farm. "Me puse a analizar la teor¨ªa de Marx desde el punto de vista de los animales... porque los hombres explotan a los animales de forma parecida a como los ricos explotan al proletariado", explic¨® Orwell. Las peripecias del manuscrito de Animal Farm son una buena demostraci¨®n del terreno dif¨ªcil que pisaba Orwell.
La maravillosa y triste historia de los animales de una granja que hacen la revoluci¨®n para liberarse de la opresi¨®n humana -y, despu¨¦s de una fugaz felicidad solidaria, caen bajo el poder de los animales m¨¢s listos y ego¨ªstas- es m¨¢s que un panfleto antisovi¨¦tico o un argumento antirrevolucionario: es un lamento, en clave humor¨ªstica, por la revoluci¨®n traicionada y por las esperanzas vislumbradas en Espa?a. En la descripci¨®n de los animales de la vida en la granja y de las etapas de la revoluci¨®n hacia su liquidaci¨®n -sintetizada en ese memorable eslogan "Todos los animales son iguales, pero algunos animales son m¨¢s iguales que otros", con el que se sella la hegemon¨ªa de los cerdos- se nos presenta un Orwell en su cenit.
Ecu¨¢nime, pero insobornable, crea un mundo de una consecuencia implacable y quiz¨¢ pesimista. Pero la manera de narrar, el lenguaje, el estilo humor¨ªstico, inteligente, vital, compasivo y po¨¦tico, desmienten el pesimismo de la historia y, a diferencia del sombr¨ªo futuro que proyecta 1984, dejan vislumbrar otras posibilidades, m¨¢s esperanzadas, para el futuro de los animales de la granja. ?nimal Farm se constituye as¨ª en el testamento del exc¨¦ntrico socialista libertario que fue Orwell.
Babelia
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