El candidato De la Cierva

En el art¨ªculo, de Ismael Fuente, enviado especial a Ceuta y Melilla, publicado en EL PAIS bajo el t¨ªtulo Entre Gibraltar y Marruecos, se me alude con falsedad.Me present¨¦ candidato por Melilla a petici¨®n de Alianza Popular de Melilla. Y ve¨ªa tan poco clara mi victoria que el informe enviado por m¨ª al presidente del partido, despu¨¦s de un viaje exploratorio, se titulaba Misi¨®n imposible. Fui, sin embargo, por sentido del deber, y no acept¨¦ el puesto seguro por Madrid que me brind¨® el comit¨¦ electoral de AP y el propio se?or Fraga.

Es falso que los votos del PSOE casi triplicasen a los de AP. AP multiplic¨® sus votos de 1979 (840) por seis; un factor triple que el del aumento del PSOE, y superior a la media nacional del aumento de AP.

Jam¨¢s pronunci¨¦ la est¨²pida frase "los militares me han traicionado", porque, adem¨¢s, ser¨ªa falsa. Mi candidatura gan¨® en diez mesas electorales de las 33 que hubo en Melilla. Entre ellas, sin excepci¨®n, figuraban todas aquellas en que la participaci¨®n militar en el censo (equivocada en el art¨ªculo del se?or Fuente) resultaba decisiva. El senador Rold¨¢n, corrector de pruebas del peri¨®dico local y notorio manipulador de sus noticias durante la campa?a, me atribuye una frase que jam¨¢s pronunci¨¦. En cambio, me parece correcta la frase del secretario socialista de organizaci¨®n en Melilla: "Perdimos en todas las mesas electorales en que votaron los militares".

En cuanto a la insidia de que me fui de Melilla sin pagar el hotel, s¨®lo merece el desprecio. Aport¨¦ personalmente un mill¨®n de pesetas a la campa?a de mi partido en Melilla, en vista del retraso con que llegaban material y fondos. Hice la aportaci¨®n con el tal¨®n 91.281 del Banesto, fechado el 14 de octubre de 1982. Supongo que esa cifra cubrir¨ªa la cuenta del hotel.

En cuanto a la frase atribuida al se?or Fraga, cuya veracidad se corrobora con el singular argumento de que no est¨¢, rectificada, debo se?alar que si el se?or Fraga se dedicase a rectificar todos los disparates que se publican sobre ¨¦l, carecer¨ªa de tiempo para dirigir la oposici¨®n.