Fernando Arrabal y el premio Nadal

Puede que al Nadal le fuera necesario el esc¨¢ndalo, por otra parte inherente a esta clase de premios, tan serio ¨¦l hasta ahora, para revi talizarse; espero que no sea en de trimento de su calidad literaria.Puede que ahora que llegar¨¢ al gran p¨²blico, y no s¨®lo con esta obra, el ganador de este a?o que dar¨¢ en su sitio justo: el anaquel o la papelera del olvido. Pero lo que s¨ª ha removido es un fen¨®meno que amenaza convertirse en epidem¨ªa: la paranoia personal de algunos iluminados mesi¨¢nicos que, al parecer, no es privativa de analfabetos. Arrabal es, a mi juicio, un escritor mediocre y por el camino de la provocaci¨®n no dejar¨¢ de serlo, para eso hay que tener la humildad y la paciencia del relojero.

?Qu¨¦ esperaban los anarquistas, invit¨¢ndole, que dijera quien defiende con una tenacidad, aqu¨ª s¨ª, medieval no ya los valores de la familia moderna, la democratizaci¨®n de ¨¦sta, sino la familia autoritaria que es el pilar b¨¢sico del Estado totalitario? De ah¨ª al fascismo hay un paso.

Coincidiendo en su anticomunismo con un pr¨®ximo pasado nobel ruso, Arrabal est¨¢ a punto de darlo, si a¨²n no lo ha dado, para romper el hilo sutil, la barrera que separa a un fascista, aqu¨¦l, de un conocido y exc¨¦ntrico reaccionario./Jos¨¦ L¨®pez Olmo.