Mentiroso, a su casa
Richard Nixon no fue expulsado de la Casa Blanca por truh¨¢n, sino por mentiroso. Si algo no puede aguantar un sistema democr¨¢tico basado en unos valores ¨¦ticos es que un. cargo p¨²blico falsee deliberada y descaradamente la verdad, luego sea descubierto y al final su mentira quede impune.Al menos dos de los m¨¢s altos dirigentes de RTVE, los se?ores Calvi?o y Balb¨ªn, aparecen en estos momentos como art¨ªfices o al menos ejecutores del m¨¢s burdo e insultante enga?o urdido desde la peque?a pantalla contra la ciudadan¨ªa duranta la pasada etapa democr¨¢tica.
De acuerdo con la versi¨®n avalada por las declaraciones del director general y el cobarde silencio de su jefe de informativos, la ¨²nica causa de la suspensi¨®n del debate programado el pasado viernes en La Clave fue la s¨²bita afecci¨®n gripal padecida por don Jos¨¦ Luis Balb¨ªn.
El hecho de que dos colegas de tan dispar significaci¨®n como EL PAIS y Abc coincidieran en referirse ayer a ¨¦l como a "el enfermo imaginario" indica muy bien hasta qu¨¦ punto se halla extendida la percepci¨®n de que la excusa aducida es un monumental embuste. La noche anterior a la emisi¨®n, Balb¨ªn no se encontraba enfermo, sino que asist¨ªa a una "importante reuni¨®n"; esa misma madrugada un taxista lo identificaba en tan sano estado como compa?¨ªa; su "lecho de dolor" ni est¨¢ en su domicilio ni sus familiares lo conocen. Todos estos datos parecen suficientes como para que, si ma?ana exhibiera un certificado m¨¦dico, comenzara a correr la voz de que, en vez de dar la cara, hab¨ªa utilizado el fin de semana para inocularse el virus.( ... )
El asunto tiene la suficiente gravedad como para que el presidente Gonz¨¢lez tome personalmente cartas en el asunto y ordene una investigaci¨®n en toda regla. Si ¨¦sta no produce inesperadas revelaciones, contrarias a lo que la deducci¨®n y la raz¨®n ahora indican, Calvi?o y Baib¨ªn deben ser inmediatamente forzados a dimitir de sus cargos.( ... )
Continuar apoy¨¢ndolos contra viento y marea como supuesto signo de postiza firmeza gubernamental -tal y como presagia que suceder¨¢ uno de los colegas antes mencionados- revelar¨ªa, por parte de la Moncloa, el mismo dontancredismo que impuls¨® a Calvo Sotelo a mantener al colc¨ªfero Sancho Rof. Con el agravante, en este caso, de la naturaleza del pecado: la tan cacareada ¨¦tica socialista puede admitir la torpeza, pero no la falsedad. ?Podr¨ªan permanecer en silencio los miembros del grupo parlamentario, los representantes del sector cr¨ªtico, los amigos del colectivo Reflexivos Socialistas y, en general, las bases de un partido que se ufana haber hecho ya centenaria su honradez?
No vamos a consentir que se eche tierra sobre el asunto, porque tendr¨ªa que ser la suficiente como para atorar los ojos y los o¨ªdos de toda la naci¨®n. (... )
Calvi?o ha llegado a RTVE predicando la moralidad e imponiendo en nombre de ella notables y en ocasiones absurdos sacrificios a parte de sus trabajadores. Ahora tiene la gran oportunidad de alardear con el ejemplo, march¨¢ndose a su casa y arrastrando consigo a quien ha cofabricado una infracci¨®n ¨¦tica infinitamente m¨¢s grave que la del pluriempleo. Ellos son los verdaderos incompatibles con la profesionalidad y la decencia.
17 de enero
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