El aborto
Ahora lo que viene es la guerra civil fr¨ªa / caliente del aborto. Como por las v¨ªas duras no se avanza, de momento (paro, salarios, impuestos), hagamos el regeneracionismo por las v¨ªas blandas: cultura, Balb¨ªn, Solana, Fidel Castro, Aleixandre, aborto.Alto ah¨ª. El aborto, que debiera ser un tema meramente sociol¨®gico, en Espa?a genera siempre, como todo lo atinente a asuntos de ingle, una guerra de religi¨®n. Nuestros curas, pastores de almas, no han hecho otra cosa que pastorearnos el cuerpo. Nos lo tienen baldado, mientras el alma vive su vida y se realiza como una chica de provincias venida a la Gran V¨ªa.
La Conferencia Episcopal es una cosa as¨ª como la Divisi¨®n Acorazada Brunete de Dios. Una revista dice esta semana que los m¨ªticos tanques de la Brunete son ya, en realidad, un poco viejos. Quiz¨¢ algunos de nuestros obispos tendr¨ªan que ser reparados tambi¨¦n en el arsenal vaticano. Pero, como eso lleva un tiempo, a m¨ª se me ocurre que, ante el anuncio de posible ley del aborto, o sea la despenalizaci¨®n, las esbeltas huestes tradicionales y ortodoxas deb¨ªeran comenzar su ofensiva machista de primavera: empre?ar, embarazar o dejar en estado a todo el mujer¨ªo nacional, el casado con la casada, el progre con la progre, el abuelo con la abuela, el de la relaci¨®n paralela pre?ando a su relaci¨®n paralela, el estudiante con la estudianta y el travesti con otro travesti de sexo opuesto o, cuando menos, diverso. He hecho la sofemasa de la vieja, un cuadro macroecon¨®mico por los dedos, y me salen unos quince millones de espa?olas disponibles, m¨¢rtires de su fe, que, con ganas o sin ellas, deben urgir su pareja a la funci¨®n b¨ªblica.
Se hace un censo bien hecho y no como cuando hay elecciones (censo que pudiera servir, despu¨¦s, para las elecciones municipales, que vienen en seguida, ¨¦sa es otra, m¨¢s guerracivilismo), y se controla y verifica la gravidez de toda nacional entre los catorce y los sesenta y cuatro, Lolitas y Alicias espa?olas, m¨¢s las legendarias abuelas rurales, que todas tendr¨¢n un abuelo fumando al margen del retiro, porque el retiro no da para fumar. Si finalmente quedase alguna ciudadana o transe¨²nte virgen, est¨¦ril o sin compromiso, por fea, antigua, estrecha o afiliada retro a lo que fue la Secci¨®n Femenina de Lula de Lara, reacia a comprometerse en la cruzada contra el aborto o glorioso alzamiento nacional contra la Gran Breta?a abortista, se le pide a Barrionuevo (previa consulta con Ros¨®n, a quien salud¨¦ la otra noche en ¨¦l homenaje a Ra¨²l Morodo: Ra¨²l y su bella Cristina, que tampoco se escapen), se le pide a Barrionuevo, digo, que d¨¦ suelta a todos los violadores nocturnos, se?ores de los caramelos, exhibicionistas y otras faunas que rondan solares, colegios y asilos de ancianas, situando asimismo un comando de terrorismo sexual en cada charter / Londres / aborto, para que pongan en nueva gravidez a las abortistas en cuanto que hayan salido del trance y mirado un poco la cartelera de Picadilly. S¨®lo as¨ª, con diez o quince millones de espa?olas embarazadas, de todas las edades, religiones, sexos, costumbres y loapas, se habr¨¢ alzado un farall¨®n de vientres, como los sacos terreros que tapaban Chicote cuando el asedio de Madrid, y los pol¨ªticos abortistas, el ministro ese de la Sanidad esa, los disc¨ªpulos descarriados de Fern¨¢ndez Ord¨®?ez y las feministas de dudoso cu?o (hay que hacerles trillizos a todas las feministas) comprender¨¢n que ad¨®nde vamos con quince millones de premam¨¢s, que as¨ª no entramos en el Mercado Com¨²n ni en las cl¨ªnicas de Londres.
El latin / lover benidorm¨ª est¨¢ desenga?ado de la sueca, que siempre se quedaba con el reloj a pilas como trofeo / souvenir de? estupro. Venga latin / lovers. S¨®lo unos Pirineos de vientres detendr¨¢n esa ley antiespa?ola. No van a rajar quince millones de jais.
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