El Sistema de Farmacovigilancia alerta de casos graves y hospitalizaciones por sobredosis de vitamina D

La vitamina D es un compuesto esencial para el organismo. Presente de forma natural en el pescado azul, los huevos y la leche, entre otros alimentos, el cuerpo tambi¨¦n es capaz de producirla gracias a la exposici¨®n solar de la piel. La falta de este nutriente, cuya funci¨®n principal es ayudar en la absorci¨®n de calcio necesario para mantener unos huesos sanos, causa enfermedades muy graves en los ni?os, como el raquitismo, y est¨¢ detr¨¢s de importantes problemas de salud en adultos mayores, especialmente mujeres, como la osteoporosis. Por esta raz¨®n, en las ¨²ltimas d¨¦cadas, han proliferado f¨¢rmacos y suplementos destinados a prevenir su carencia. Una situaci¨®n que, sin embargo, ha acabado por tener algunas consecuencias indeseables. No solo porque a menudo se toma vitamina D de forma innecesaria, sino porque este nutriente no es inocuo y, si es consumido en exceso, puede acabar provocando sobredosis potencialmente mortales.

As¨ª lo muestra un estudio llevado a cabo por miembros del Sistema Espa?ol de Farmacovigilancia a cuyas conclusiones ha tenido acceso EL PA?S. En la ¨²ltima d¨¦cada, por ejemplo, este servicio ¡ªcuya funci¨®n es monitorizar e investigar las sospechas de efectos adversos causados por medicamentos¡ª ha recibido 190 notificaciones por sospechas de sobredosis por vitamina D, de los que un centenar han sido graves y cerca del 40% han requerido la hospitalizaci¨®n del paciente. Los datos recogidos no incluyen ning¨²n fallecimiento, aunque en cerca de la mitad de los pacientes no se ha podido seguir su evoluci¨®n.

¡°Nuestro estudio muestra que estos casos son un problema recurrente. Los f¨¢rmacos con vitamina D, a veces por errores en la prescripci¨®n y otras del paciente a la hora de tomarlos, pueden llevar a ingestas excesivas que producen cuadros de hipercalcemia graves, entre otros trastornos¡±, explica Eva Mar¨ªa Trejo, coordinadora del Centro de Farmacovigilancia de Extremadura.

En marzo de 2019, la Agencia Espa?ola del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) public¨® una nota informativa en la que alertaba de este riesgo y daba una serie de recomendaciones a profesionales sanitarios y pacientes. ¡°Nosotros quer¨ªamos saber con este trabajo si, a partir de la difusi¨®n de la nota, se hab¨ªan seguido recibiendo casos de sobredosificaci¨®n o errores de medicaci¨®n asociados al uso de vitamina D. Y hemos visto que s¨ª, que desde entonces [y hasta el 30 de junio de 2024] hemos recibido 80 casos¡±, a?ade.

El estudio incluye todas las notificaciones recogidas en los sistemas de farmacovigilancia ¡ª309 en total¡ª desde hace m¨¢s de tres d¨¦cadas, aunque hay que tener en cuenta que en los primeros a?os era poco frecuente que llegaran a comunicarse efectos adversos de este tipo. Esta es la primera vez que se hacen p¨²blicos en Espa?a datos sobre el n¨²mero de sobredosis y hospitalizaciones por vitamina D.

Hasta la nota de 2019, los casos incluidos son 229, de los que el 67% fueron graves, el 50% requiri¨® ingreso hospitalario y el 74% afectaron a mujeres. Tras la nota, las notificaciones han sido 80, los casos graves han descendido al 52% y las hospitalizaciones al 31%, aunque el porcentaje de mujeres no ha cambiado sustancialmente ¡ªincluso ha crecido¡ª y ahora es del 79%. Esto, seg¨²n las fuentes consultadas, se debe a que la menopausia, y el riesgo de osteoporosis asociado, es una de las razones m¨¢s frecuentes que llevan a prescribir vitamina D.

Mar¨ªa Jos¨¦ Pe?alver, del Centro de Farmacovigilancia de Murcia y coautora del estudio, apunta a que el descenso del porcentaje de casos graves puede estar relacionado con la nota de la AEMPS. ¡°La sintomatolog¨ªa de la sobredosificaci¨®n de la vitamina D presenta en ocasiones un cuadro que puede ser inespec¨ªfico y tardar en diagnosticarse. La nota seguramente increment¨® la sensibilidad con este asunto e hizo que tambi¨¦n se informara a los centros de farmacovigilancia de casos menos graves¡±, explica.

Un portavoz de la AEMPS confirma que ¡°en los meses posteriores a la nota informativa se observ¨® un repunte de notificaciones debido, fundamentalmente, a la influencia que estas informaciones de seguridad ejercen sobre la notificaci¨®n [de la dolencia]¡±. Tras esos primeros meses, sin embargo, ¡°el n¨²mero de notificaciones descendi¨® y se estabiliz¨®¡±. Al manejar estos datos, recuerda la Agencia, hay que tener en cuenta que ¡°el consumo de vitamina D ha aumentado considerablemente en los ¨²ltimos a?os¡±.

Roi Pi?eiro, coordinador del Comit¨¦ de Medicamentos de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa (AEP), explica que los problemas de seguridad de la vitamina D pueden producirse de dos formas: ¡°Por una sobredosis aguda tras un consumo muy elevado en el corto plazo o al ser administrada durante un periodo largo de tiempo, incluso a dosis habituales. El efecto adverso m¨¢s frecuente es la hipercalcemia, que en los casos leves da lugar a s¨ªntomas generales que pueden ser confundidos con muchas otras enfermedades: v¨®mitos, diarrea, dolor abdominal, p¨¦rdida de apetito, dolor de cabeza...

Las hipercalcemias graves, a?ade este experto, pueden producir ¡°fracturas de huesos espont¨¢neas, deformidades en los huesos, p¨¦rdida de estatura... y, en los cuadros m¨¢s severos, alteraciones del ritmo card¨ªaco con potencial para poner en riesgo la vida del paciente¡±.

Una de las razones, apuntan los expertos, que pueden facilitar las sobredosis de vitamina D son la gran cantidad de presentaciones de medicamentos ¡ªy tambi¨¦n suplementos¡ª con distintas concentraciones que existen, lo que puede llevar a errores a la hora de tomarlos. ¡°Uno de los casos que analizamos era el de un beb¨¦ que tomaba vitamina D para prevenir el raquitismo y que tuvo que ser hospitalizado porque los padres, por error, le administraban m¨¢s gotas de las prescritas. En presentaciones con elevadas concentraciones, una posolog¨ªa o dosis inadecuada administradas de forma continuada puede tener efectos perjudiciales. Por eso es muy importante una buena comunicaci¨®n e informaci¨®n a las familias¡±, sostiene Pe?alver.

Esteban Jodar, profesor de endocrinolog¨ªa en la Universidad Europea y jefe de servicio de la especialidad en el Hospital Quir¨®nsalud de Madrid, ha atendido a pacientes que han cometido otro error que no es tan infrecuente: ¡°En algunos casos, dosis prescritas para tomarse una vez al mes, son luego tomadas semanalmente o diariamente durante bastante tiempo. Otro ejemplo es cuando se prescribe una dosis normal para el tratamiento de osteoporosis y, por error, lo que se acaba tomando son dosis m¨¢s altas indicadas para el raquitismo¡±.

El coordinador del Comit¨¦ de Medicamentos de la AEP califica de ¡°disparate¡± la gran oferta actual de f¨¢rmacos y productos nutricionales con vitamina D. ¡°Se puede adquirir sin receta, como suplemento nutricional, en herbolarios, oficinas de farmacia y tambi¨¦n por Internet. Se puede comprar en forma de pastillas, jarabe, espray y hasta gominolas o chicles. No encuentro explicaci¨®n a este disparate, ya que insisto en que se trata de un medicamento como tal, que no es inocuo y que en la mayor¨ªa de las ocasiones no es necesario¡±.

Evitar la automedicaci¨®n y seguir siempre las instrucciones del personal sanitario es la forma de tomar vitamina D de forma segura, insisten los expertos. Estos precisan que los problemas surgen casi siempre por un mal uso de los medicamentos con este nutriente, aunque en ocasiones tambi¨¦n pueden contribuir los suplementos. En cambio, es imposible que la vitamina D ingerida en la dieta llegue a provocar problemas, aunque se consuma gran cantidad de alimentos ricos en ella.

La disparidad de criterios, incluso entre la clase m¨¦dica, y lagunas en la evidencia cient¨ªfica sobre los niveles adecuados de vitamina D en la poblaci¨®n y la forma de alcanzarlos es otro de los problemas que rodea al f¨¢rmaco. ¡°No hay ensayos cl¨ªnicos de calidad, y esto es un problema¡±, admite el jefe de servicio de endocrinolog¨ªa en el Hospital Quir¨®nsalud de Madrid, que a?ade que en parte esto se debe a que no ser¨ªa ¨¦tico ¡°no tratar algunos estados carenciales en los que se sabe que la vitamina D es beneficiosa, aunque pueda haber dudas de exactamente en qu¨¦ medida, para luego comparar los resultados de quienes no la reciben con los que s¨ª lo hacen¡±.

La fuentes consultadas coinciden en que la poblaci¨®n sana, sin factores de riesgo ni s¨ªntomas, no deber¨ªa tomar vitamina D aunque en un an¨¢lisis pueda dar niveles bajos. De hecho, no est¨¢ recomendado hacerse ni siquiera esta prueba de forma rutinaria. ¡°Lo que s¨ª tenemos es una gran cantidad de estudios observacionales que ponen de manifiesto que el paciente suele tener un nivel bajo de vitamina D en varias enfermedades cr¨®nicas. ¡°El problema es que no est¨¢ demostrado que dar vitamina D aporte alg¨²n beneficio aunque exista esta asociaci¨®n. El ¨²nico campo en el que no hay dudas y los beneficios est¨¢n avalados por una evidencia robusta es en los casos de osteoporosis y enfermedad ¨®sea metab¨®lica¡±, a?ade Jodar.

¡°No est¨¢ nada claro cu¨¢les son los niveles plasm¨¢ticos de vitamina D que se consideran deficitarios¡±, a?ade por su parte Pi?eiro. Pese a ello, sigue este experto, ¡°existe cierto consenso cient¨ªfico en que valores inferiores a 12 ng/mL de 25-hidroxivitamina D deben considerarse insuficientes y ser tratados. En pacientes con factores de riesgo, valores inferiores a 20 ng/mL tambi¨¦n deben ser considerados deficitarios. Estos factores ser¨ªan: una ingesta baja en la dieta, la exposici¨®n solar limitada, la obesidad, la piel de color oscuro, la osteoporosis, el hiperparatiroidismo, la hospitalizaci¨®n, la malabsorci¨®n y la toma de f¨¢rmacos que aceleran el metabolismo de la vitamina D¡±.

En an¨¢lisis indicados por personal sanitario ante s¨ªntomas compatibles con la carencia de vitamina D, ¡°el facultativo puede prescribir un tratamiento si considera que puede existir d¨¦ficit, generalmente durante unas 8 semanas y hasta alcanzar niveles plasm¨¢ticos superiores a los 30 ng/mL, tras lo que suele dejarse un tratamiento de mantenimiento, aunque incluso en estos casos los beneficios siguen en entredicho en la actualidad¡±, concluye Pi?eiro.