La leal oposici¨®n
Ahora que es "leal oposici¨®n", Fraga puede tener, m¨¢s que una mayor¨ªa natural, unos retales naturales, unas rebajas de enero naturales, unos saldos de la derecha naturales. Don Manuel, que tampoco es tonto, est¨¢ evitando convertirse en la se?ora Francis de la pol¨ªtica (G¨¦rard Imbert ha hecho un estudio estructural de tan popular programa radiof¨®nico). Lo que Fraga so?¨® como Gran Derecha o Mayor¨ªa Natural, se le puede quedar en unos Saldos Arias de las ideas.Desde Madrid, el progrediente economista Pedro Schwartz ya se ha desdoblado/despegado de Antonio Garrigues Walker para abrir tenderete a la sombra de Fraga y vender liberalismo conservador. Desde la periferia, hay lerrouxismos de derechas, desleales primero a su nacionalidad y luego a sus jefes inmediatos superiores (que con tan fina voluntad como mala prosa aparentan defender), y que tambi¨¦n han iniciado la larga marcha, a trav¨¦s de las nubes cumuliformes del avi¨®n, para aproximarse a Fraga. Schwartz tiene ya la reticencia y la suspicacia de Garrigues. Y, de tirantes adentro, puede que tenga tambi¨¦n la de Fraga. Roma no paga traidores, y Roma s¨ª que era una gran derecha. Los Vagos y Brutos litorales tienen ya la reticencia y suspicacia de sus connaturales, hasta la c¨²spide. El lerrouxismo no es s¨®lo un fen¨®meno catal¨¢n, ni mucho menos, ni es s¨®lo una enfermedad de la izquierda. Se da tambi¨¦n en la derecha y hasta en el centro. Es la utilizaci¨®n de un dintel nacional o nacionalista para iniciar la conquista de esta villa. Est¨¢n refloreciendo todos los idiomas peninsulares. Ya se escribe libremente incluso en castellano. Alarcos Llorach y Manuel Alvar han publicado sendos ensayos donde vuelven a manifestarse como grandes ling¨¹istas.
Juan Pablo Ortega saca una novela sobre dictadura y homosexualidad. Es un manual/denuncia de tiranos. Que nos explique ¨¦l lo de Roma como gran derecha. Guido Brunner, embajador de la RFA, me llev¨® anoche al Real para o¨ªr a la Orquesta de C¨¢mara de Stuttgart. El grande y anciano director, Karl M¨¹nchinger, nos explicaba en el camerino que hab¨ªa sustituido en el programa un divertimento de Mozart, que le parec¨ªa demasiado f¨¢cil, por otro m¨¢s complejo. No lo dijo, pero comprend¨ª que hab¨ªa decidido "elevar" el concierto ante la calidad del auditorio, en su mayor¨ªa estudiantil (m¨¢s Antonio de Senillosa, con la esclavina de Dorian Gray). Nos hab¨ªa minusvalorado y rectific¨® a tiempo. Esto les pasa a los litoralistas de la pol¨ªtica. (Los peores litoralistas nacen aqu¨ª, en la meseta). Minusvaloran Madrid y luego se quedan colgados/descolgados entre Madrid y su pueblo, y ya no nos sirven, como dir¨ªa Miguel Delibes, ni para bastos ni para finos. La leal oposici¨®n (Fraga) no lo explica tan bien como yo, pero se ve que lo ha entendido perfectamente. Areilza me escribe una bella carta con brisa de Aravaca. Al contrario de los litoralistas/centristas/centralistas, Areilza se ha alejado de Fraga hacia esa periferia de cercan¨ªas que es Aravaca, su Palacio de Invierno/Vereno. Se preparan aqu¨ª unas p¨¢ginas sobre el centenario de Ortega. Ortega escribi¨® l¨²cido sobre "la redenci¨®n de las provincias". Cambiando "provincia" por otra palabra, casi todo lo que dijo, vale hoy.
Mar¨ªa Lastayo, del Teatro Nacional de Cuba, me pide que le env¨ªe unos libros m¨ªos a La Habana. M¨¢s se perdi¨® en Cuba que en uced¨¦, o sea que fuera con los monederos falsos. Bartolom¨¦ Serrano me invita a mirar un cuadro para la tele. Yo elegir¨ªa Y luego dicen que el pescado es caro. Hay que hecer Loapa.
En torno a la queimada ideol¨®gica de Fraga hay ya una movida de enteradillos que, desleales con sus se?oritos de origen, se tornan adherentes al viejo se?or de la derecha. Fraga no va a confundir su so?ada Gran Derecha con estos saldos ideol¨®gicos de enero.
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