Presentadas 64 solicitudes en toda Espa?a para abrir cines de 'porno duro'
Penalizaci¨®n fiscal sobre las salas especializadas
En la Direcci¨®n General de Cinematograf¨ªa existen 64 solicitudes para la apertura de otras tantas salas especializadas en cine pornogr¨¢fico duro, m¨¢s popularmente conocidas por salas X. De ¨¦stas, once peticiones corresponden a Madrid y cinco a Barcelona. La Ley 1/1982, del 24 de febrero de 1982, publicada en el Bolet¨ªn Oficial del Estado el 27 de febrero del mismo a?o, recog¨ªa las condiciones generales de apertura de las mismas. A finales de este mes debe publicarse el reglamento que concrete esta ley. Una vez publicado, podr¨¢n empezar a abrir las salas especializadas en cine pornogr¨¢fico.La ley de febrero de 1982 englobaba dentro de la clasificaci¨®n X a aquellos filmes "de car¨¢cter pornogr¨¢fico o que realicen apolog¨ªa de la violencia". Esta clasificaci¨®n conlleva su exclusiva exhibici¨®n en salas especiales que se identifican con el anagrama X y a las que est¨¢ vetado el acceso a menores de 18 a?os. En la ley se prevee que las mencionadas salas tendr¨¢n un aforo m¨¢ximo de 200 butacas y un m¨ªnimo de cien. El empresario que abra un cine de estas caracter¨ªsticas deber¨¢ mantenerlo en este r¨¦gimen durante, por lo menos, un a?o. El n¨²mero de salas X que puede instalarse en una ciudad de pende de la cantidad de cines comerciales existentes en la misma Un cine X puede abrirse ¨²nicamente en aquellas poblaciones donde ya existan tres cines comerciales. La autorizaci¨®n para la apertura de las siguientes, en la misma ciudad, queda condicionada a que no se supere la proporci¨®n de una sala X por cada diez salas comerciales. Esta limitaci¨®n proporcional est¨¢ pensada para evitar que en una determinada localidad esta f¨®rmula de exhibici¨®n cinematogr¨¢fica monopolice la oferta e impida al p¨²blico potencial la posibilidad de ver otro tipo de t¨ªtulos.La apertura de las salas X estar¨¢ penalizada fiscalmente. El tipo de impuesto sobre espect¨¢culos p¨²blicos en favor de las Juntas de Protecci¨®n de Menores, ya existente, se incrementa en este caso hasta un diez por ciento. Este impuesto, no ya su incremento para el cine pornogr¨¢fico, ha sido muy discutido porque supone impl¨ªcitamente que el cine, y los espect¨¢culos en general, han de hacerse perdonar su posible nocividad a base de este impuesto para Menores.
Las pel¨ªculas destinadas a las salas X no podr¨¢n recibir ning¨²n tipo de ayuda, protecci¨®n o subvenci¨®n del Estado. El productor de cine espa?ol, al margen de premios excepcionales, recibe de la Administraci¨®n una ayuda igual al 15% de la recaudaci¨®n en taquilla del filme por ¨¦l producido. Si se trata de una producci¨®n de mayor empe?o, que suponga una inversi¨®n apreciable, esta ayuda autom¨¢tica se fija en el 30%. El productor espa?ol de cine pornogr¨¢fico no puede esperar, pues, ning¨²n tipo de auxilie, administrativo.
La publicidad de estas pel¨ªculas tambi¨¦n esta sometida a una regulaci¨®n preventiva. En los anuncios s¨®lo se podr¨¢n. utilizar los datos de la ficha t¨¦cnica y art¨ªstica de cada pel¨ªcula -datos irrelevantes, en la mayor¨ªa de los casos, ya que no existe star-system en este terreno-. Se excluye cualquier f¨®rmula de representaci¨®n gr¨¢fica o referencia argumental y se deber¨¢ hacer constar la advertencia de su proyecci¨®n exclusiva en una sala especializada, La citada publicidad ¨²nicamente podr¨¢ ser exhibida en el interior de los locales donde se proyecte: el filme y en las carteleras informativas o publicitarias de los medios de comunicaci¨®n de masas. En ning¨²n caso, el t¨ªtulo puede utilizarse como recurso para insinuar el car¨¢cter pornogr¨¢fico o apolog¨¦tico de la violencia del filme de que se trate.
La utilizaci¨®n del anagrama X para tales menesteres ha provocado la reclamaci¨®n judicial de la distribuidora X Films, empresa alejada de los negocios del cine pornogr¨¢fico a pesar de su nombre comercial. La citada firma considera que, de mantenerse el ana grama, las previsibles confusiones pueden perjudicar su nombre comercial. El tema, en estos momen tos, est¨¢ en manos de los abo gados.
La legalizaci¨®n del cine porno gr¨¢fico duro en Espa?a, identificable porque los protagonistas realizan efectivamente el intercambio er¨®tico, supondr¨¢ un duro rev¨¦s al cine S, anagrama que desaparecer¨¢ de inmediato, cuyo techo estaba en la simulaci¨®n del acto sexual.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.