Terror fr¨ªo
.Informe sobre ciegos es un texto antiguo de Ernesto S¨¢bato (1961) sobre uno de los temas m¨¢s propios e nuestro tiempo: el terror cotidiano. Dicho de otra forma, la paranoia, la angustia por la creencia de que hay un submundo conspiratorio, una trama invisible, una dominaci¨®n oscura; elevado este sentimiento a lo personal, la creencia de que uno mismo es la v¨ªctima designada de esa terrible fuerza.
Como en otros textos adscritos a esta misma sensaci¨®n, la perversidad literaria, el juego s¨¢dico consiste en dejar en suspenso al final si lo descrito es simple locura o realidad horrible. El personaje, digamos, ¨²nico de este mon¨®logo es un conferenciante que presenta un informe terrible: la sociedad est¨¢ dominada por los ciegos, amos del mundo, due?os de las tinieblas. Mientras, por la sala se mueve discretamente un personaje -una mujer, una ciega-; al final hay un oscuro y el informante aparece muerto.
Informe sobre ciegos, de Ernesto S¨¢bato (fragmento de 'Sobre h¨¦roes y tumbas')
Int¨¦rpretes, Fernando Vidal Olmos (con la participaci¨®n de Marta Serrahima). Dramaturgia y direcci¨®n, Jos¨¦ Sanch¨ªs Sinisterra. Estreno: sala II del Centro Cultural de la Villa de Madrid. 19-1-1983.
Lo inveros¨ªmil y lo cotidiano
El mon¨®logo, trabajado por un especialista en esta escenificaci¨®n de textos no teatrales, Jos¨¦ Sanchis Sinisterra (La noche de Molly Bloom ha sido un importante ¨¦xito, con la interpretaci¨®n de Mag¨¹i Mira), tiene una excelente tersura literaria, mezcla h¨¢bilmente -como es imprescindible- lo inveros¨ªmil con lo cotidiano.Manuel Carlos Lillo es el int¨¦rprete ¨²nico (con la colaboraci¨®n de Marta Serrahima, la ciega del patio de butacas, que no habla), dice su texto con la naturalidad requerida, dosifica sus tics con la gradaci¨®n suficiente como para que no se sepa si es locura o miedo real y maneja oportunamente el pequeflo mundo de objetos y papeles que la dramaturgia de Sanch¨ªs Sinisterra ha dispuesto para mover la acci¨®n.
El acto es breve, y la medida, la moderaci¨®n, la sutileza previstas, funcionan quiz¨¢ tan perfectamente, tan honestamente (huyendo del truco, del melodrama, del exceso de teatralidad), que el clima o el ambiente s¨®lo se producen de una manera parcial. Probablemente, en esta obra hay m¨¢s frialdad que la precisa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.