El zoco de los Austrias
A trav¨¦s de su estimado diario quisiera felicitar al excelent¨ªsimo Ayuntamiento de Madrid, en primer lugar, por la valent¨ªa que presupone el atacar el siempre dificil e impopular problema de tr¨¢fico navide?o, y en segundo t¨¦rmino, por la extensi¨®n de las zonas peatonales. Los puntos negros que pueda tener la primera medida no soy yo quien los critique, pues son muchas las partes implicadas y se hace muy dif¨ªcil dar certera opini¨®n sin hablar con todas ellas. Pero sobre lo segundo, por ser persona muy enterada en cuanto se refiere al llamado "barrio de los Austrias", s¨ª dir¨¦ qu¨¦ es penosoPasa a la p¨¢gina 8
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que un dinero que hemos pagado todos los madrile?os, y no en poca cuant¨ªa, no sirva para la convivencia, el reposo y el di¨¢logo que propugna el se?or Tierno Galv¨¢n en sus bandos, sino, por el contrario, para zoco vocinglero -?continuar¨¢ despu¨¦s de la Navidad?- sin horario ni norma, que tortura la vida de los vecinos de estas zonas, y excelente sitio para solaz de bandas de cientos de j¨®venes llegados de no s¨¦ qu¨¦ lugares que, en su gran parte, drogados y borrachos, estrellan peligrosamente contra el suelo y paredes miles de botellas hasta conseguir una alfombra cortante. Todo esto y m¨¢s hace imposible, no ya la conversaci¨®n y el paseo, sino el tr¨¢nsito, impidiendo lastimosamente el paso de los ni?os, pues realmente para ellos es m¨¢s que peligroso.
Crear zonas peatonales al estilo de los pa¨ªses civilizados es verdaderamente magn¨ªfico y esperanzador para una ciudad dura y muy destruida como Madrid, pero no con destino a hacer imposible la vida de los residentes y comerciantes de esas zonas y quim¨¦rica la visita de los que quieren solazarse de la paz y el sosiego de la vieja ciudad y que vienen de todas partes a gozar, precisamente, de la imposible invitaci¨®n del se?or alcalde.
Y por ¨²ltimo, publicar el siguiente suceso: Una se?ora que tiene un peque?o comercio en la zona, asustada por la actuaci¨®n salvaje de estos j¨®venes, requiri¨® la intervenci¨®n de un polic¨ªa municipal. A las alturas que estamos, le contest¨® "que nada hab¨ªa que hacer, porque precisamente eso era la democracia". Tal vez esto no tenga ning¨²n comentario, pero yo me pregunto: "?El se?or Barrionuevo nos har¨¢ tan operantes y democr¨¢ticas a las fuerzas del orden p¨²blico como nos ha hecho a la Polic¨ªa Municipal por ¨¦l organizada durante varios a?os? /
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