Doce familias separan a Iberduero de la construcci¨®n de tres centrales hidroel¨¦ctricas en el alto Arag¨®n
En Lig¨¹erre, un peque?o pueblo asentado a orillas del r¨ªo Ara, en el norte de Huesca, viven doce familias inmersas en una duda desde hace veinte a?os. All¨¢ por 1960, Iberduero compr¨® a sus due?os las tierras que la presa de J¨¢novas iba a ocupar, Pero la empresa nunca construy¨®, y ahora aquellos vecinos tienen noticia de que Iberduero proyecta una presa- m¨¢s grande, que sumergir¨ªa sus casas y sus tierras. Y aguardan tensos la hora de negociar las condiciones y precios de sus propiedades.All¨¢ por los a?os cuarenta, la empresa Iberduero se fij¨® en el Pirineo altoaragon¨¦s para construir una presa. En agosto de 1945, el proyecto del salto de J¨¢novas qued¨® dise?ado. La cuenca de los r¨ªos Cinca y Ara, que riegan el hist¨®rico condado de Sobrarbe (Huesca), quedar¨ªa as¨ª jalonada de embalses.
Iberduero comenz¨® a adquirir tierras en la localidad de J¨¢novas a comienzo de los a?os sesenta. "Las negociaciones", seg¨²n la compa?¨ªa, "se llevaron de forma amistosa y sin ninguna violencia". Tambi¨¦n compr¨® terrenos en Lig¨¹erre. La cola de la presa, seg¨²n el proyecto, iba a llegar a las tierras bajas de esa localidad. Iberduero no encontr¨® mayores dificultades en las compras. En aquella ¨¦poca, Espa?a crec¨ªa a un ritmo desconocido y la oferta de trabajo era amplia en varias regiones: Catalu?a y Pa¨ªs Vasco, entre otras. Los vecinos de J¨¢novas, Lacort y algunos de Lig¨¹erre hicieron la maleta y se dirigieron en su mayor parte a Barcelona, donde encontraron muy pronto acomodo.
La Administraci¨®n sugiri¨® a Iberduero que estudiara la posibilidad de crear un embalse regulador de cabecera que favoreciese las instalaciones hidroel¨¦ctricas de aguas abajo. Se pensaba entonces en el regad¨ªo de los Monegros. Iberduero present¨® en 1972 el proyecto reformado, que a¨²n "est¨¢ en tramitaci¨®n su aprobaci¨®n definitiva".
Ante el silencio de la Administraci¨®n, Iberduero estudi¨® un nuevo plan, "cuyas l¨ªneas generales ya han sido presentadas a la Administraci¨®n, en el cual se toma como cota m¨¢xima a inundar la 730, lo que supone un embalse de 345 hect¨®metros c¨²bicos". El proyecto ser¨¢ presentado de forma inmediata para su aprobaci¨®n, siempre y cuando la Administraci¨®n conteste de forma negativa al presentado en 1972.
El miedo de doce familias
La inversi¨®n prevista en el nuevo plan asciende a 19.100 millones de pesetas de 1982; el plazo global de ejecuci¨®n, once a?os, y la creaci¨®n de puestos de trabajo se situar¨ªa en una media de 750 durante la construcci¨®n de las obras y alrededor de 1.200 en las ¨¦pocas punta. Los terrenos adquiridos por Iberduero para hacer el proyecto suman 850 hect¨¢reas; los que a¨²n necesita, 180 hect¨¢reas.Estas 180 hect¨¢reas son, en su mayor parte, propiedad de los vecinos de Lig¨¹erre, doce familias que se angustianante lo que consideran irremediable.
?D¨®nde vamos a ir", comenta el alcalde, Jos¨¦ As¨ªn, de 46 a?os, dos hijos, "si novalemos m¨¢s que para trabajar la tierra y hay chavales de veinticuatro a?os y con grandes carreras que est¨¢n en paro?".
Alguien lamenta sus ¨²ltimos veinte a?os de trabajo. "Vivimos bajo la amenaza de la presa desde hace mucho tiempo, y esa amenaza nos ha creado problemas de supervivencia. Durante a?os trabajamos sin mecanizarnos porque preve¨ªamos que nos marchar¨ªamos del pueblo. Hace poco decidimos mecanizarnos, invertimos, y ahora parece que va en serio nuestra posible marcha".
Los m¨¢s viejos exigen seguridades ante el futuro. "Se tendr¨¢n que hacer cargo de nosotros, y de nuestros hijos,y de los hijos de nuestros hijos". El alcalde dice la ¨²ltima y desafiante palabra: "Hasta que no suba el agua, no nos echar¨¢n de aqu¨ª. La expropiaci¨®n la har¨¢n porque el pez grande se come al peque?o, pero enteros no s¨¦ si nos podr¨¢n tragar".
La leyenda de J¨¢novas
A partir de 1970, y con el fin de que las tierras adquiridas en J¨¢novas y Lig¨¹erre no quedaran improductivas, Iberduero alquil¨® parcelas a arrendatarios, "haci¨¦ndose constar expresamente en los contratos que el beneficio que pudiera obtenerse de estos cultivos se destinar¨ªa ¨ªntegramente a las niejoras de las v¨ªas de comunicaci¨®n y de los medios de vida de las localidades del antiguo t¨¦rmino de Albella y J¨¢novas, no trasladadas en virtud de acuerdo". "Iberduero", contin¨²a un portavoz autorizado, "ha dado cumplimiento a este compromiso", pero a primeros de octubre de 1980, varios antiguos Dronietarios de J¨¢novas o herederos de los mismos, residentes en Barcelona y dedicados a actividades distintas de la agricultura, decidieron sembrar de nuevo aquellas tierras. Iberduero interpuso una querella criminal, que no lleg¨® a prosperar. Entonces acudi¨® al procedimiento civil, a trav¨¦s de un interdicto, para desalojar las tierras, cuya vista se realiz¨® el pasado mes de diciembre y se encuentra pendiente de sentencia.Al margen de esta situaci¨®n legal, y ante el hecho de que despu¨¦s de casi veinte a?os Iberduero no hab¨ªa realizado trabajos en la presa, los antiguos vecinos de J¨¢novas preve¨ªan iniciar, el pasado 30 de diciembre (fecha en que se cumplieron los dos a?os de preaviso), los tr¨¢mites para ejercer el derecho de reversi¨®n, es decir, volver a ocupar en propiedad sus antiguas tierras. Iberduero, varios d¨ªas antes, comenz¨® los trabajos previos de la presa a trav¨¦s de una contrata que construir¨¢ el t¨²nel de desviaci¨®n del r¨ªo Ara. De todo ello, la compa?¨ªa levant¨® acta notarial.
La leyenda del lugar dice que Iberduero nunca se tom¨® en serio la construcci¨®n de la presa de J¨¢novas porque dedic¨® todos sus esfuerzos a la central nuclear de Lem¨®niz, y ahora que tiene un exceso de problemas all¨ª estudia de verdad la posibilidad de levantarla. La segunda leyenda dice que los antiguos vecinos de J¨¢novas, despu¨¦s de veinte a?os de trabajo en la industria, quieren pasar su jubilaci¨®n en la tierra que les vio nacer o forzar a la empresa a una renegociaci¨®n de las propiedades a precios actualizados.
Veinte a?os de resistencia
"El agua no me pilla aqu¨ª, no se preocupe. El d¨ªa que Iberduero comience a construir el embalse, recojo los trastos y marcho para Bolta?a. All¨ª tengo un techo para cobijarme. Mientras tanto, de aqu¨ª no me muevo".Emilio Garc¨¦s y Francisca Castillo son los solitarios vecinos de J¨¢novas, un pueblo sin ventanas tendido en la orilla derecha del r¨ªo Ara. Los dos saben que tarde o temprano tienen que abandonar, tirar la toalla y rendirse. No ocultan que Iberduero est¨¢ en la raz¨®n, pero ellos tambi¨¦n alegan sus peque?as razones. Les duele que all¨¢ por 1960 la compa?¨ªa indemnizara por los terrenos destinados a sumergirse bajo el agua y ellos no recibieran un duro por el taller de zapater¨ªa que les daba de comer.
Ma?ico ¨¦l y "m¨¢s ma?ica ella". Ella es m¨¢s tozuda que yo. Hace unos a?os vinieron unos peones a derribar el cas¨¢n que fue de mis padres. Nos cabreamos mucho. Si en aquel momento tenemos una escopeta a mano hacemos un disparate. Gracias a Dios, no la ten¨ªamos y decidimos liarnos a pedradas con ellos. Se marcharon, ?hombre que se marcharon!, pero por la tarde volvieron con una pareja de la Guardia Civil y acabaron el trabajo".
El tiempo, dicen, lo cura todo y el rosario de quejas de Emilio y Francisca se debi¨® dulcificar con los a?os. Ahora relatan su lucha contra el coloso con cierto orgullo. David contra Goliat, los se?ores de Garc¨¦s contra Iberduero. A veces, la leyenda de los Garc¨¦s, tal y como la cuenta hoy, parece una mezcla de divertimiento y tristeza.
Para tener acceso a J¨¢novas es preciso cruzar el r¨ªo Ara por un puente colgante, a diez metros de altura. Parece resistente, pero se mueven las tablas y la estructura cuando se cruza. Emilio Garc¨¦s lo atraviesa desde hace veinte a?os en coche. "lberduero quer¨ªa a toda costa que abandon¨¢ramos el pueblo, y entre otras cosas se le ocurri¨® poner a la entrada del puente un par de pedruscos para que no pudiera cruzarse en coche. Dec¨ªaque por all¨ª s¨®lo pod¨ªa pasar ganado. Yo los retir¨¦ y los volvieron a poner. Y as¨ª una temporada. Entonces denunciaron ante el Gobierno Civil que el puente no resistir¨ªa el paso del coche y un d¨ªa iba a ocurrir una desgracia. Total, que un d¨ªa llam¨¦ a mis hijos y unos amigos y colocamos diez cocheciocos encima del puente. Hice una foto y se la envi¨¦ al gobernador civil. Y se acab¨® la historia."
En J¨¢novas s¨®lo quedan dos viviendas con cristales, la que ocupan Emilio y Francisca y otra que en verano disfruta una familia que opt¨® por emigrar tras la indemnizaci¨®n de 1960, y que durante todo el invierno tiene ropa tendida en las ventanas de la calle para que nadie la ocupe. La casa de los Garc¨¦s est¨¢ en el centro del pueblo; una vivienda de dos pisos. No pagan agua, ni luz, ni renta. Al calor de la estufa cuenta Emilio c¨®mo se dinamitaron algunas viviendas de J¨¢novas para impedir que otras familias se instalaran en ellas, y desmiente que la escuela se dinamitara con ni?os dentro. "Dejaron de dinamitar casas porque un vecino padec¨ªa c¨¢ncer y el m¨¦dico solicit¨® que cesaran los ruidos y las vibra ciones".
Tres proyectos
El aprovechamiento de los r¨ªos Cinca y Ara, en el alto Arag¨®n, es una idea que se remonta al a?o 1945. En aquellas fechas, Iberduero solicit¨® de la Administraci¨®n autorizaci¨®n para construir un salto en J¨¢novas y otro en A¨ªnsa. El proyecto se aprob¨® seis a?os despu¨¦s.El salto de J¨¢novas, seg¨²n este primer proyecto, tendr¨ªa las siguientes caracter¨ªsticas: cota de -710 metros de altura sobre el nivel del mar; volumen total, 188 hect¨®metros c¨²bicos; volumen ¨²til, 173 hect¨®metros c¨²bicos; salto bruto, 111 metros; potencia instalada, 28,8 megavatios, y energ¨ªa media, 75 megavatios hora. El salto de A¨ªnsa se situar¨ªa en una cota de 594 metros y tendr¨ªa un volumen ¨²til de 3,75 hect¨®metros c¨²bicos, un salto bruto de 70,8 metros, una potencia instalada de 23,4 megavatios y una energ¨ªa media de 152 gegavatios.
El proyecto de 1972, m¨¢s ambicioso que el anterior y de dudosa aprobaci¨®n, prev¨¦ para el salto de J¨¢novas las siguientes caracter¨ªsticas: una cota de 746 metros sobre el nivel del mar; volumen total, 548,5 hect¨®metros c¨²bicos; volumen ¨²til, 464 hect¨®metros c¨²bicos; salto bruto, 101 metros; potencia instalada, 170 megavatios, y energ¨ªa media, 214 gegavatios. El salto de A¨ªnsa -tendr¨ªa una cota de 640 metros; volumen total conjunto, 165,8 hect¨®metros c¨²bicos y un volumen ¨²til de 133 hect¨®metros c¨²bicos.
Iberduero tiene una alternativa a los dos proyectos, que consiste en la introducci¨®n de un salto ?ntermedio entre el de J¨¢novas y A¨ªnsa. En esta posible obra, el aprovechamiento de J¨¢novas, sobre el r¨ªo Ara, se realizar¨ªa con un salto de 115 metros, formado por una presa, b¨®veda de 110 metros de altura, que almacenar¨ªa 354 hect¨®metros c¨²bicos y alimentar¨ªa una central de una potencia de 181.000 kilovatios. La producci¨®n media de la central ser¨ªa de 150 millones de kilovatios-hora y recibir¨ªa las aguas del embalse por medio de una galer¨ªa de conducci¨®n a de cuatro kil¨®metros de longitud.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.