Inicio de acciones legales contra dos promotoras urban¨ªsticas en San Fernando de Henares

Un grupo de aproximadamente cien personas, adquirentes de otras tantas parcelas puestas a la venta por las empresas Invertersa y Transriesa en el t¨¦rmino municipal de San Fernando de Henares, anunci¨® ayer el inicio de acciones judiciales contra ambas, a las que acusan de un supuesto fraude consistente en haberles vendido terrenos presuntamente urbanizables y que, m¨¢s tarde, seg¨²n la informaci¨®n facilitada por el ayuntamiento, han resultado tener la calificaci¨®n de suelo r¨²stico.El caso sigue la pauta de la mayor¨ªa de los numerosos conflictos ocurridos en la provincia, de Madrid entre promotores de parcelaciones y los compradores, aunque en esta ocasi¨®n el conflicto se complica con algunas particularidades propias. Seg¨²n las declaraciones de un portavoz de los afectados, los terrenos, situados en la carretera de San Fernando a Loeches, eran propiedad particular de un vecino del pueblo, Conrado Ons¨¦s, quien los vendi¨® a la sociedad Gyrsa. Esta empresa, a su vez, los vendi¨® a dos sociedades, Invertersa y Transriesa que, seg¨²n los datos comprobados por los denunciantes, son empresas filiales de la anterior y est¨¢n administradas por las. mismas personas o por otras relacionadas directamente con aqu¨¦llas.

Invertersa y Transriesa ofrecen los terrenos, ya divididos en parcelas de 2.500 metros cuadrados, anunci¨¢ndolos como una actuaci¨®n urban¨ªstica de creaci¨®n de huertos de regad¨ªo con sus correspondientes viviendas unifamiliares. Pocos meses m¨¢s tarde, el ayuntamiento tiene conocimiento de la citada parcelaci¨®n y advierte que es ilegal, por cuanto los terrenos est¨¢n calificados como r¨²sticos y en ellos no se pueden construir viviendas, al margen de que, para ser explotados agr¨ªcolamente, o son parcelas de secano, en cuyo caso la extensi¨®n m¨ªnima por parcela es de 25.000 metros cuadrados, o son huertos de regad¨ªo, en cuyo caso necesitan primero una serie de requisitos, competencia del Ministerio de Agricultura, que tampoco est¨¢n cumplidos.

El asunto se complica cuando la primera sociedad, Gyrsa, deja sin pagar una de las cantidades contratadas con el primitivo propietario, Conrado Ons¨¦s, y ¨¦ste hace uso de sus derechos para recuperar la propiedad de los terrenos. Ons¨¦s y los compradores de parcelas no tienen ning¨²n tipo de relaci¨®n comercial. Al mismo tiempo, los interesados acuden al Registro mercantil y comprueban que la empresa Transriesa est¨¢ contituida ante notario, pero no figura inscrita en el Registro, por lo que, legalmente, no tiene legitimidad para llevar a cabo operaciones comerciales.

Ante esta situaci¨®n, los compradores han acudido a un abogado, de cara a iniciar acciones judiciales contra las empresas, al tiempo que se llevan a cabo negociaciones con el Ayuntamiento de San Fernando de Henares, dirigidas a buscar una salida legal a la calificaci¨®n de los terrenos, de forma que puedan ser reconvertidos en edificables.