La pol¨¦mica sobre el aborto

El valiente obispo de Sig¨¹enza, obrando en conciencia, ha calificado de asesinos, seg¨²n EL PAIS del d¨ªa 23, al Gobierno espa?ol, a los Gobiernos de medio mundo y, se supone que tambi¨¦n, a los que aceptamos el hecho del aborto, yendo mucho m¨¢s lejos de lo que las legislaciones estiman. Incluso al Gobierno espa?ol le califica de asesino potencial de sus adversarios, se supone quefachas y cl¨¦rigos, como en 1936.Pues bien, obrando en conciencia, del mismo modo, el pastor de la Iglesia cat¨®lica (?universal?) podr¨ªa tipificar el delito de omisi¨®n dolosa que surge cuando mueren millones de personas de hambre, y suponemos que de forma m¨¢s penosa que con el aborto.

?C¨®mo habr¨ªa que calificar al m¨¢ximo responsable del tesoro vaticano, que, si las informaciones no mienten, parece que se conmueve m¨¢s con el esc¨¢ndalo del Banco Ambrosiano que con otros hechos m¨¢s tr¨¢gicos para pedir que la Iglesia vuelva al esp¨ªritu mendicante?

Uria experiencia de mi ¨²ltimo a?o en el seminario de Toledo: en la toma de posesi¨®n de la di¨®cesis de Marcelo Gonz¨¢lez Mart¨ªn, con la comida que les servimos los seminaristas de COU a los obispos que acudieron a la ceremonia -a lo mejor estaba monse?or Plalos seminaristas hubi¨¦ramos tenido para comer quince d¨ªas. Desde el principio hasta el final s¨®lo hubo cara de satisfacci¨®n. /