Llegada de los dioses
Le tomo este t¨ªtulo a Buero Vallejo para contrarrestar otro que me tom¨® ¨¦l a m¨ª -o sus empresarios- para anunciar una comedia suya.La llegada de los dioses -I'm sorry- se ha producido pese a todo, o sea, la llegada de la juventud, que es todo el paganismo posible en un mundo despaganizado ("despaganizado" me parece mucho m¨¢s grave y triste que descristianizado) por las m¨¢quinas marcianas y los comecocos (salvo los que hace la adorable Julieta Garc¨ªa-Ochoa). Lo cual que la izquierda y hasta la transici¨®n tienen dioses j¨®venes semidioses en su¨¦ter o esculpidos Cortefiel, de Pablo Castellano a Adolfo Su¨¢rez, mientras que la derecha/derecha es el consejo de ancianos o el Museo de Carrozas. Para un joven que tienen -Verstrynge-, le van a otor gar la palma del martirio munici pal, que es,una muerte prematura y burocr¨¢tica, gane o pierda. Mi apreciable Jaime Campmany insta a los j¨®venes socialistas, reticentemente, a que se fumen un porro de cualquier manera. Un porro mal hecho, admirado compa, es una trompeta, y perd¨®n por el tecnicismo, pero cada uno est¨¢ en lo suyo y Fernando L¨¢zaro viene a decir que soy tan canalla como las jergalizaciones que estudio. Un maestro. Una derecha da el cante con la juventud excesiva de los psoes y otra con el furor ¨¦tico del Gobierno. Como lo que caracteriza a nuestro pensamiento consevador es la incapacidad de asociar conceptos (y no otra cosa es la imaginaci¨®n especulativa, o sea, que el pensamiento conservador no piensa, no tiene imaginaci¨®n), de todo esto sale que la juventud es ¨¦tica.
Este furor ¨¦tico tiene entre desconcertados e ir¨®nicos a los pol¨ªticos y ar¨²spices de la derecha/derecha, pues que hace mucho sustituyeron ¨¦tica por liturgia, que ni siquiera no es lo mismo, sino quiz¨¢ todo lo contrario. No es que se les haya olvidado lo que es la ¨¦tica, sino que, adem¨¢s, no saben lo que es la juventud. Una Espa?a ¨¦tica es lo que anuncia todos los d¨ªas el presidente Gonz¨¢lez, y ellos lo encuentran escaso y confuso. La noci¨®n les queda ya lontana. La Trinca catalana actu¨® la otra noche en el teatro Progreso. Son unos chicos ¨¦ticos por catalanes y por chicos. "Francisco Umbral ha escrito sus mejores prosas atorment¨¢ndose en su potro ¨ªntimo", escribe el citado L¨¢zaro. Algo le queda a uno, principona, de la ¨¦tica juvenil. (Y aqu¨ª cambio el color de la cinta de m¨¢quina para recordar a uno de los impulsores de mi ¨¦tica/ est¨¦tica: Vit¨ªn de la Serna, que siempre tuvo fe en m¨ª. No descansar¨¢ en paz, reci¨¦n fOecido, porque siempre le hostigar¨¢n mi gratitud y mi memoria.) Marisol y Mar¨ªa Dolores Albericio, euscalerr¨ªas, parece que me quieren, pero no puedo tener amores por el Norte mientras la sangre sigue derram¨¢ndose hasta el Sur. Banesto me respeta calderilla, calcet¨ªn e intereses, porque Aguirre Gonzalo ha entendido mejor la llegada de los dioses que "los columneros de Castilla", como dir¨ªa el joven maestro Juan Cueto. Angel Montoto, en su revista Actual, tambi¨¦n entiende, por joven, mi contencioso litoralista, e ironiza sobre ¨¦l. Maestro Haro me dice: "O sacas pronto el Diccionario cheli o dejo de leerte, porque es que ya no te puedo seguir". La juventud es un dialecto y una ¨¦tica. Sigo "mirando un cuadro" para la tele. El caballero de la mano en el pecho, del Greco, no es un retrato de individuo, sino de clase. La espada del caballero civil est¨¢ pidiendo una desmilitarizaci¨®n de la burgues¨ªa (hoy la espada la llevan otros por ellos). Guerra intenta esa desmilitarizaci¨®n. Ruibal, por fin, estrena en el Mar¨ªa Guerrero: es la Regada de los dioses carrozonas. Antonio Alvarado presenta "la baja costura". El furor ¨¦tico ha llegado hasta los trapos. Maestro La¨ªn habla en la March del cuerpo humano. Nuestro propio cuerpo es la ¨²nica mitolog¨ªa disponible. Lo dijo Max Frisch: "Los cuerpos son honrados". J¨®venes.
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