Honduras, una democracia tutelada por los militares
Steadman Fagoth, l¨ªder pol¨ªtico de los 12.000 misquitos nicarag¨¹enses refugiados en territorio hondure?o, prometi¨® a su gente que para comienzos de diciembre estar¨ªan de regreso en su pa¨ªs. El aplazamiento de las maniobras militares norteamericanas hasta la primera semana de febrero le llev¨® tambi¨¦n a ¨¦l a retrasar para esas mismas fechas el anuncio del retorno. Al final parece. que s¨®lo un centenar cruz¨® la frontera por el r¨ªo Coco, para ser localizados r¨¢pidamente por el Ej¨¦rcito sandinista. Los demas han empezado a trasladar sus enseres en direcci¨®n contraria para reacomodarse m¨¢s al Norte.A Fagoth le ser¨¢ m¨¢s dificil a partir de ahora reclutar combatientes para su guerra contra los sandinistas. La frontera queda ya a sesenta kil¨®metros de los nuevos asentamientos y no hay otro transporte que los pies. "La proximidad entre los campamentos y los lugares donde hac¨ªan pr¨¢cticas milita res", dice un representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), "facilitaba un trasvase permanente. Se iban unos d¨ªas y regresaban luego a descansar o a reponerse de sus heridas. Eso ser m¨¢s dificil ahora".
El equipo de ACNUR ha comprobado que los misquitos m¨¢s radicalizados manejaban con frecuencia pistolas y fusiles. En las ¨²ltimas semanas, el entrenamiento pareci¨® intensificarse ante las pro mesas de su l¨ªder.
Ceguera hondure?a
S¨®lo las autoridades de Tegucigalpa parecen ciegas ante este tr¨¢fico de hombres y armas. Por esas mismas fechas, la canciller¨ªa hondure?a respond¨ªa en los siguientes t¨¦rminos a una nota de protesta de Managua: "Es falso que en Honduras existan bases para grupos armados antisandinistas o de cualquier ideolog¨ªa. La autoridad ha extremado su vigilancia para evitar que bandas clandestinas operen en el territorio y los resultados han sido efectivos".
El abogado liberal Carlos Roberto Reina, presidente de la Comisi¨®n de Derechos Humanos de Centroam¨¦rica, opina que el Ej¨¦rcito no los quiere ver".
Un alto oficial hondure?o, que desea mantener su nombre en el anonimato, admite que hay una cierta connivencia entre los mandos militares de su pa¨ªs y los grupos somocistas, aunque no cree que hayan llegado a entregarles armas. "El Ej¨¦rcito ha asumido la t¨¦sis norteamericana de que Nicaragua es la principal amenaza par nuestro pa¨ªs por un doble motivo por el desmesurado crecimiento de sus fuerzas armadas y por e apoyo que presta a la subversi¨®n en pa¨ªses vecinos".
An¨¢lisis norteamericano
El Gobierno liberal de Roberto Suazo ha hecho suyo este an¨¢lisis. Uno de sus hombres fuertes, el ministro de la Presidencia, Carlos Flores, que procede del grupo econ¨®mico m¨¢s poderoso de Honduras, ha explicado a EL PA?S la posici¨®n oficial: "Nicaragua es uno de los principales factores de desestabilizaci¨®n en Centroam¨¦rica.Desde el triunfo sandinista ha triplicado sus fuerzas armadas y ha patrocinado el terrorismo aqu¨ª No pretender¨¢n que nos quedemos cruzados de brazos".Para afrontar esas dos amenazas, el Gobierno ha decidido, en opini¨®n del diputado democristia no Efra¨ªn D¨ªaz, someterse a los militares en tres cap¨ªtulos: defensa, seguridad interna y pol¨ªtica exterior. "Creen que as¨ª aseguran su permanencia en el poder, pero lo que han conseguido es entregar el poder a los militares".
Invasi¨®n nicarag¨¹ense
El objetivo fundamental de las maniobras conjuntas hondure?o-norteamericanas que se llevaron a cabo la pasada semana era el de valorar los flancos del Ej¨¦rcito de Honduras en el supuesto de una invasi¨®n nicarag¨¹ense. Dos cuestiones parecen haber preocupado a los mandos militares: la falta de un sistema de radar, que resulta incosteable por su precio (m¨¢s de quince millones de d¨®lares) y la escasez de medios de transporte a¨¦reo. La aviaci¨®n hondure?a dispone de ocho aviones C-47, que pueden transportar un m¨¢ximo de veintiocho soldados."Si la invasi¨®n se produjera en el departamento de Gracias a Dios, el Ej¨¦rcito hondure?o tardar¨ªa una semana en llegar, ya que no hay carreteras", coment¨® a este peri¨®dico un portavoz de la Embajada norteamericana. El diplom¨¢tico agreg¨®, con una sonrisa, que ¨¦l no cree que esa invasi¨®n est¨¦ por producirse, pero que, en cualquier caso, Estados Unidos est¨¢ obligado a preparar planes de contingencia bajo ese supuesto, igual que los tiene para una hipot¨¦tica ocupaci¨®n de Canad¨¢. El balance m¨¢s positivo es el de la fuerza a¨¦rea de ataque, donde Honduras es claramente superior a su vecino del Sur, ya que dispone de diecis¨¦is cazas isreal¨ªes Supermistere, cinco F-86 y once anticuados A-37, de la guerra de Corea.
En cualquier caso, Estados Unidos acudir¨ªa en ayuda de su aliado si se produjera una invasi¨®n. Las maniobras han servido para subrayar esta decisi¨®n.
Los criterios de defensa tienen una prolongaci¨®n cada d¨ªa m¨¢s evidente en la pol¨ªtica interior. Por un lado, el Gobierno se vuelve ciego ante la creciente movilizaci¨®n de grupos somocistas y, por otro, se persigue todo lo que tenga un m¨ªnimo tufo comunista.
La tesis de que no hay campos militares somocistas en Honduras resulta m¨¢s dificil de sostener desde que la revista Newsweek aport¨® pruebas de que la CIA financiaba este tipo de operaciones en territorio hondure?o. El Gobierno se ampara ahora en que una frontera tan extensa como la nicarag¨¹ense resulta incontrolable para un Ej¨¦rcito de dimensiones reducidas.
"Tendr¨ªamos que trasladar todos nuestros soldados a la frontera", dice el ministro Flores, "y eso no es posible. Lo que ellos preten den es que les cuidemos la espal da. Por experiencia propia saben que durante la guerra contra Somoza actuaban desde Honduras y resultaba muy dif¨ªcil controlarles. Lo mismo sucede con los somocistas. No tenemos medios para saber los movimientos de 40.000 refugiados pol¨ªticos que tenemos en nuestro pa¨ªs. Lo que nosotros s¨ª podemos garantizar es que Honduras no ser¨¢ trampol¨ªn para ninguna invasi¨®n".A pesar de todo, Carlos Flores admite que puede haber en Honduras "gente que no respeta nuestro principio de neutralidad, que abusa de nuestra hospitalidad". Rechaza, sin embargo, que todo los problemas de Nicaragua tengan su origen en la frontera. "Ello tienen una importante contesta ci¨®n interna, porque no han cum plido las promesas iniciales de plu ralismo y elecciones libres".El militar hondure?o antes citado rechaza, por su parte, que el movimiento de los somocistas no pueda ser controlado. "Lo que ocurre es que no les interesa. En eso, como en casi todo, siguen la l¨ªnea de Washington, que con. este tipo de acciones trata de impedir que el r¨¦gimen sandinista se consolide y se recupere econ¨®micamente. El objetivo final ser¨ªa mantener el descontento para hacer posible una sublevaci¨®n interna. Creo que es una mala pol¨ªtica, porque les da un motivo para la cohesi¨®n interna".
A juicio de este alto oficial, Nicaragua no tiene capacidad militar para invadir Honduras. "Tiene una gran cantidad de hombres en armas, que impedir¨ªan a Honduras ocupar su territorio, pero nuestro Ej¨¦rcito podr¨ªa darles golpes contundentes, porque tiene la aviaci¨®n m¨¢s fuerte del ¨¢rea".
Represi¨®n interna
La obsesi¨®n oficial por la amenaza nicaraguense ha llevado al Gobierno de Honduras a extremar el control interno. Detr¨¢s de cualquier idea izquierdista o de toda organizaci¨®n sindical que no comulgue con el Gobierno se ve la mano negra de Managua y se persigue como si se tratase de un enemigo exterior. El primer a?o del Gobierno democr¨¢tico de Roberto Suazo tiene un triste r¨¦cord: 36 desaparecidos. Es un problema que no existi¨® bajo el r¨¦gimen militar y que la oposici¨®n hondure?a atribuye a los asesores argentinos. "Aqu¨ª ha habido", dice el militar hondure?o, chilenos y argentinos. Los chilenos tra eron t¨¦cnicas nuevas de interrogarios; por ejem plo, la aplicaci¨®n de una inyeccion que deja sin voluntad al detenido. Ellos ya se fueron. Ahora se env¨ªa a los hondure?os a Santiago a que aprendan. Los argentinos trajeron sus sistemas: la capucha y las desapariciones. Unos doce instruyeron a militares nuestros en el centro de: Lepaterique. Entiendo que aun siguen aqu¨ª".. La Embajada argentina ha negado este ¨²ltimo extremo. Una pick-up (camioneta) sin matr¨ªcula es el veh¨ªculo empleado para las desapariciones. Igual que en Buenos Aires, nadie se hace responsable. Todo el mundo acusa a la polic¨ªa. "Mire, secuestraron a un m¨¦dico, y su hermano fue a hablar con el jefe de la polic¨ªa, el coronel Bali Castillo, a. exponerle el caso. Este le dijo: 'Horribre, no sab¨ªa que fuera tu hermano, ahora ordeno que lo pongan en libertad. Otros no tuvieron tanta suerte.
Los obispos hondure?os se?alaron en una pastoral conjunta el peligro que entra?a la aparici¨®n de escuadrones de la muerte. Criticaron con severidad las pr¨¢cticas de los cuerpos policiales. "El Ej¨¦rcito hondure?o no es sanguinario", dice el militar, "pero los intereses de la direcci¨®n pueden llevarle por ese camino. Ya empiezan a ver comunistas por todas partes. Al final puede terminar ocurriendo lo mismo que en El Salvador y Guatemala". El mismo peligro se?alan Efra¨ªn D¨ªaz y Carlos Roberto Reina. A su juicio, la represi¨®n sirve s¨®lo para crear nuevos enemigos del sistema. "La soluci¨®n debe ser justamente la contraria: fortalecer el sistema democr¨¢tico".
Aliados naturales
Tambi¨¦n la pol¨ªtica exterior ha pasado a depender en ¨²ltima instancia de los planteamientos mil?tares. Al convertirse Nicaragua en el principal enemigo, Guatemala y El Salvador han pasado a ser los aliados naturales, todos ellos bajo la gran sombra de Estados Unidos. El Ministerio hundure?o de Defensa se dispone as¨ª a reactivar con sus dos vecinos la Comisi¨®n de Defensa Interamericana. A El Salvador ya le guarda de hecho la frontera para evitar el paso de guerrilleros, algo que parece resultar imposible en el caso nicarag¨¹ense.
"Cada vez estamos dando m¨¢s argumentos a la guerrilla para que curripla su amenaza de operar en nuestro territorio", dice el militar. "Nuestro Ej¨¦rcito, que estuvo siempre en posiciones de centro y aun de centro-izquierda, cada vez se derechiza m¨¢s, y terminar¨¢n por igualarlo a los de Guatemala y El Salvador, que nacieron para proteger a los grandes terratenientes. A esto nos lleva nuestra alianza con Estados Unidos, mejor dicho, con el partido republicano".
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