Pobre triunfo sobre un t¨ªmido Sp¨®rting
El Madrid tiene la p¨¢jara. 0 si lo prefieren est¨¢ en temporada de rebajas. El empate ante el Espa?ol y la derrota en M¨¢laga fueron dos s¨ªntomas inequ¨ªvocos de que el equipo est¨¢ atravesando un momento precario. La victoria sobre un t¨ªmido y capitidisminuido Sp¨®rting confirm¨® el pron¨®stico. Pero el Madrid no est¨¢ tan enfermo como para entrar en la UVI porque con todo anoche volvi¨® a fabricar ocasiones de gol aunque fuera incapaz de llevarlas a feliz t¨¦rmino. Incluso tuvo, escasa fortuna porque Santillana y Fraile estrellaron sendos balonazos en los maderos.Los ciclistas temen a la p¨¢jara como al peor de los males. Una p¨¢jara se produce cuando el corredor, por falta de adecuada alimentaci¨®n, se ve abandonado por sus propias fuerzas. Unos terrones de az¨²car, un par de pl¨¢tanos y un muslo de pollo comidos a tiempo pueden salvar el trance. El problema del Madrid consiste en no saber c¨®mo ha de salvar la hipoglucemia. Probablemente Di St¨¦fano conoce el remedio, pero probablemente no tiene en la rebotica las vitaminas necesarias. Al Madrid se le ha quebrado el poder¨ªo en la avanzadilla y tendr¨¢ que esperar a que pasen las etapas del pav¨¦s para poder volver donde sol¨ªa.
La falta de Bonet est¨¢ resultando m¨¢s que notoria. Bonet formaba parte del cruzado m¨¢gico madridista con Metgod, Gallego y Stielike. Aunque Fraile anduvo anoche bien, no efectu¨® la misma labor que la que acostumbra el ausente, dado que no particip¨® en el engranaje de los relevos. El Madrid con escasos delanteros llegaba al ¨¢rea contraria con suficientes efectivos para hacer da?o, puesto que Gallego y Stielike o Metgod andaban en las cercan¨ªas de las rampas de lanzamiento. Ahora no es as¨ª y es cuando m¨¢s se nota el car¨¢cter inofensivo de un Ito que se est¨¢ quedando en una especie de eterna promesa de las que alcanza la jubilaci¨®n sin haber dado el salto hacia adelante.
Anoche le volvi¨® a suceder al Madrid que Juanito se perdi¨® durante mucho tiempo en la l¨ªnea de centrocampistas en busca del pase genial. Ya se sabe que cuando Juanito se empecina en jugar de Del Bosque, el Madrid pierde velocidad y en el ¨¢rea falta quien intente la b¨²squeda del gol. Santillana, que reapareci¨® fue quien m¨¢s veces remat¨®, y por simple c¨¢lculo de probabilidades le correspondi¨® en suerte ser el goleador. Su primera intervenci¨®n formal fue un remate a los dos minutos que sirvi¨® como dir¨ªan los cl¨¢sicos, para que el bal¨®n se estrellara en la cepa del poste. Santillana, con todo, no est¨¢ en momento ¨®ptimo. A pesar de sus precariedades result¨® casi imposible que el Madrid perdiera el encuentro. Delante tuvo a un Sp¨®rting con bajas importantes y con un conformismo un tanto extra?o. Incluso con el gol en contra el equipo asturiano se concentr¨® en su parcela. Es posible que a Boskov le preocupara sobremanera evitar una fuerte goleada, pero as¨ª y todo no ser¨ªa excusa para que al final del encuentro echara manos de su filosof¨ªa y acabara diciendo aquella su c¨¦lebre frase de "f¨²tbol es f¨²tbol". El f¨²tbol en todo caso es una cosa distinta a la que practicaron sus pupilos. Que yo recuerde su equipo ¨²nicamente tir¨® a puerta en una ocasi¨®n.
El encuentro entre un presunto campe¨®n y un presunto eurouefero no pas¨® de discreto en algunos momentos. Quiz¨¢ lo m¨¢s brillante lo hizo el reaparecido Del Bosque, que en las postrimer¨ªas del encuentro se adorn¨® al burlar a un defensor ech¨¢ndose a pies juntillas desde atr¨¢s un bal¨®n por encima de la cabeza.
Afortunadamente para el Madrid el Sp¨®rting no quiso ser otra cosa que un buen gregario dispuesto a ayudar a sufrir con resignaci¨®n cristiana un paso dolom¨ªtico.
El fr¨ªo de la noche no acompa?¨® al espect¨¢culo. Afortundamente para los espa?oles la transici¨®n pol¨ªtica nos trajo los marcadores electr¨®nicos patrocinados en Espa?a por Adolfo Su¨¢rez. El viejo marcador simult¨¢neo no produc¨ªa las mismas emociones que la t¨¦cnica nipona. En los marcadores actuales hay veces que un solo tanto parece una goleada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.