Dubcek, l¨ªder de 'primavera de Praga' se ha jubilado
Alexander Dubcek, ex dirigente del partido y del Estado checoslovaco, art¨ªfice del movimiento liberador conocido como la primavera de Praga, se jubil¨® recientemente de su puesto de guardabosques en el Departamento Forestal de Bratislava, en el m¨¢s absoluto los olvidos, so?ando que alg¨²n d¨ªa volver¨ªa al Gobierno de su pa¨ªs. Dubcek hab¨ªa enviado hace meses con una carta al actual l¨ªder comunista, Husak, pidi¨¦ndole una pr¨®rroga de su contrato de trabajo. Ten¨ªa la esperanza, expresada repetidas veces a sus amigos, de que, estando en activo, alg¨²n d¨ªa le volver¨ªan a encomendar tareas pol¨ªticas. Aunque sus amigos intentaron hacerle ver que esta esperanza era ilusoria, ¨¦l no dej¨® de esperar nunca. Estaba convencido de que tras la muerte de Le¨®nidas Breznev, de quien parti¨® la idea de aplastar su primavera, tendr¨ªa la oportunidad de ayudar desde el Gobierno solucionar la crisis econ¨®mica e que se encuentra su pa¨ªs. Gustav Husak le neg¨® la pr¨®rroga y Dubcek recibi¨® en su casa de Bratislava el carn¨¦ de jubilado.Desde que, en enero de 1968, Dubcek sustituyera al estalinista Antonin Novotny en la jefatura del Partido Comunista, corr¨ªa en Checoslovaquia un aire fresco de esperanza e ilusi¨®n por construir un "socialismo con rostro humano".
En la madrugada del 21 de agosto, ocho meses despu¨¦s del nombramiento de Dubcek, tropa sovi¨¦ticas y de otros pa¨ªses del Pacto de Varsovia invad¨ªan Checoslovaquia y acababan por la fuerza con la primavera de Praga. En abril de 1969 es sustituido por Gustav Husak. En enero del a?o siguiente "cesa voluntariamente", seg¨²n el comunicado oficial, de su puesto en el Comit¨¦ Central y poco despu¨¦s se le env¨ªa al ostracismo, como embajador en Turqu¨ªa. Pocos meses m¨¢s tarde es expulsado del partido.
Relegado definitivamente de todo cargo pol¨ªtico, Dubcek es objeto de todo tipo de represalias por sus antiguos compa?eros. Empleado en la Administraci¨®n Forestal del Ministerio de Agricultura, en Bratislava, se le asigna en ocasiones la vigilancia del aparcamiento, y es expulsado del sindicato del ministerio y constantemente seguido para evitar que hablara con periodistas occidentales.
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