Pocos disfraces y muchos saltos el primer d¨ªa de carnaval

Con pocos disfraces y muchos gritos de los cerca de quinientos asistentes al acto, los carnavales madrile?os comenzaron ayer con una mirada perdida en el balc¨®n de la Casa de la Panader¨ªa, m¨¢s saltos que baile y m¨¢s ruido que m¨²sica, lo que no impidi¨® que la alegr¨ªa rondase la noche de ayer por la plaza Mayor, la del Dos de Mayo y la habitual de las Comendadoras. "Que no cese la chufla, que son dos d¨ªas", asegur¨® Antonio Mingote en el preg¨®n inaugural. Enrique Tierno, por su parte, no se resistio a animar a los asistentes a "divertirse de verdad. Los que viven o trabajan aqu¨ª y los que nos visitan. Todos somos madrile?os".

"Sepan todos", indic¨® Antonio Mingote, "que debajo del disfraz de mamarracho hay una persona superior que no se toma en serio a s¨ª misma; un ser evolucionado, capaz de convertirse en su propia caricatura". Mientras, en la plaza, gritos en contra del gobernador civil, Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez Colorado, "por impedir que los m¨²sicos callejeros podamos tocar en las calles del centro". De otro lado, gritos, entre risas, de "que se tire por el balc¨®n el alcalde"; aplausos a nuevas frases de Mingote: "Que nadie crea ser lo que aparenta"; nuevos. gritos otra vez y brindis con sidra, cerveza y gaseosa. "Sepamos que todo el a?o es carnaval y no nos demos tanta importancia con nuestros disfraces habituales de eficaz ejecutivo, de respetable se?ora, de h¨¢bil pol¨ªtico, de probo funcionario, de genial artista, de providencial gobernante". El popular dibujante, disfrazado de pregonero, como Tierno de alcalde, propuso "que el se?or importante se vista de fantoche y la se?ora formal de destrozona. O al rev¨¦s, que no es tiempo ¨¦ste para andarse con tiquismiquis", y termin¨® diciendo que "a ver si con el entierro de la sardina les damos tierra tambi¨¦n al rencor, al odio y a la violencia". Y no olvidemos", concluy¨®, "que, cuando nos quitamos el disfraz de carnaval, simplemente lo cambiamos por otro".