Las letras impagadas

"Un pa¨ªs donde el tal¨®n no se paga es que no funciona". Son palabras, al parecer textuales, pronunciadas anteayer en el Congreso de los Diputados por el portavoz del grupo parlamentario de la Minor¨ªa Catalana, Miguel Roca.Aunque la construcci¨®n gramatical de la frase impida saber a ciencia cierta si lo que no funciona es el pa¨ªs o el tal¨®n bancario, habr¨¢ que suponer que el l¨ªder catalanista habr¨¢ querido decir que si no funciona un medio de pago esencial en nuestro sistema financiero dif¨ªcilmente puede funcionar la econom¨ªa entera del pa¨ªs. Si es as¨ª, tiene toda la raz¨®n.

En cualquier caso, parece innegable la sensibilidad de los promotores de la "proposici¨®n no de ley" discutida en el pleno del Congreso. La iniciativa de la Minor¨ªa Catalana viene justificada no s¨®lo por el crecimiento imparable del impago de las letras de cambio aceptadas -cuyo volumen el a?o pasado, seg¨²n datos aportados en la sesi¨®n, podr¨ªa haber alcanzado nada menos que el 6,8% del producto interior bruto-, sino tambi¨¦n por la m¨¢s reciente pr¨¢ctica de extender talones bancarios sin la necesaria provisi¨®n de fondos.

S¨®lo en los ¨²ltimos doce meses el incremento de los efectos protestados en relaci¨®n con el de los doce meses anteriores fue del 144%. No existen datos sobre el buen fin de las letras una vez protestadas, pagadas en los notarios, fraccionadas, renovadas o finalmente cobradas por v¨ªa ejecutiva, como no existen tampoco estad¨ªsticas acerca del nivel de impago de los talones bancarios. La experiencia empresarial y personal demuestra, sin embargo, que, al margen de la cuant¨ªa de los efectos y talones puestos en circulaci¨®n, el deterioro de la eficacia de estos instrumentos de pago es evidente. (...)

12 de febrero