Estados Unidos e Israel intentan buscar una f¨®rmula para evitar enfrentamientos entre sus soldados en L¨ªbano
Acelerar el proceso de retirada de todas las tropas extranjeras de L¨ªbano y mantener la "buena, amistad norteamericano-israel¨ª" fueron los dos principales puntos de la entrevista que durante casi una hora celebraron en Washington el secretario de Defensa, Caspar Weinberger, y el nuevo ministro de Defensa de Israel, Moshe Arens.
Mientras Washington intenta mejorar las relaciones con Israel, aprovechando el cambio del duro Ariel Sharon por el menos duro Moshe Arens, tambi¨¦n se valora como un "paso positivo" la toma de control del Ej¨¦rcito liban¨¦s en la zona este de Beirut, tradicionalmente ocupada desde hace ocho a?os por las milicias falangista cristianas.Oficiales del Pent¨¢gono destacaron que la reuni¨®n entre Weinberger y Arens, acompa?ada de gran despliegue de c¨¢maras y fot¨®grafos, como en un intento d mostrar que "algo puede cambiar" en las tensas relaciones entre Washington y Tel Aviv, fue un encuentro basado en establecer normas estrictas orientadas a evitar cualquier enfrentamiento entre soldados estadounidenses y tropas israel¨ªes.
Los 1.200 marines norteamericanos que actualmente cooperan en Beirut con fuerzas de Francia e Italia, en calidad de pacificadores, se ven ante el peligro de encontrarse envueltos en la batalla en caso de una nueva confrontaci¨®n entre soldados israel¨ªes y fuerzas palestinas.
Hace dos semanas, un oficial norteamericano se opuso a la entrada de tanques israel¨ªes dentro de la zona controlada por los infantes de marina americanos.
El argumento de las tropas israel¨ªes es que detr¨¢s de las l¨ªneas controladas por los, marines se esconden guerrilleros de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina.
El incidente provoc¨® una seria advertencia del Departamento de Estado de EE UU a Israel. Mostr¨® la fragilidad de una situaci¨®n en la que soldados norteamericanos podr¨ªan verse implicados en nuevos combates en Beirut. Weinberger y Arens definieron nuevas reglas de juego provisionales en Beirut, mientras la Administraci¨®n del presidente Reagan insiste en que la salida de todas las tropas extranjeras de L¨ªbano (israel¨ªes, sirias y palestinas) es el primer paso imprescindible para un intento de arreglo negociado en Oriente Pr¨®ximo.
Pero, hasta el momento, todas las misiones de paz del embajador Philip Habib, enviado especial del presidente Reagan, fracasaron en este tema. Washington quiere creer que la llegada al frente del Ministerio de Defensa de Moshe Arens -considerado, como un pol¨ªtico abiertamente pronorteamericano- contribuir¨¢ a un acuerdo definitivo en L¨ªbano.
Cisjordania y Gaza
De ¨¦l depende el futuro del plan de paz presentado por el presidente Ronald Reagan, en el que deben participar el rey Hussein de Jordania y los palestinos para estudiar la posibilidad de crear una confederaci¨®n jordano-palestina en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza.
Dentro del contexto de la dif¨ªcil normalizaci¨®n en L¨ªbano, para Estados Unidos es altamente significativo que el Ej¨¦rcito regular liban¨¦s haya logrado entrar pac¨ªficamente en la zona este de Beirut, considerada como un feudo habitual de las falanges cristianas.
Washington espera extender la presencia pacificadora de los infantes de marina estadounidenses, junto con los soldados franceses e italianos, en las pr¨®ximas 48 horas.
Todo ello para acelerar el abandono de todas las tropas extranjeras de L¨ªbano, asunto que constituy¨® el principal cap¨ªtulo de la reuni¨®n entre el secretario de Estado de Defensa, Caspar Weinberger, y el nuevo ministro de Defensa de Israel y ex embajador en EE UU, Moshe Arens.
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