El hundimiento del 'Titanic' y las facturas pendientes
LA R?PIDA incorporaci¨®n al PDP, federado con Alianza Popular, de conocidas personalidades democristianas procedentes de UCD ha puesto de relieve las enormes prisas de una parte de ese sector ideol¨®gico para rematar al partido centrista. Los integrantes de la comisi¨®n gestora designada por el Consejo Pol¨ªtico para hacer frente al pago de las deudas contra¨ªdas y convocar el congreso extraordinario que legalice la extinci¨®n del partido se sentir¨¢n desmoralizados al percatarse de que su elogiable decisi¨®n de permanecer a bordo del Titanic centrista hasta su definitivo desguace no ha servido de ejemplo para aquellos de sus correligionarios que se precipitan a ocupar los botes salvavidas y a trasladar sus enseres al buque insignia del PDP. Aunque la cuesti¨®n se inscriba fundamentalmente en el ¨¢mbito de la ¨¦tica pol¨ªtica, cabe tambi¨¦n plantearse algunos interrogantes acerca de las implicaciones propiamente jur¨ªdicas de esta extra?a divisi¨®n del trabajo, que atribuye a las gentes respetuosas con su propia imagen la tarea de pechar con los acreedores, pero trata de liberar a los profesionales de la desenvoltura de cualquier responsabilidad en la liquidaci¨®n de un partido que les dio empleos, gajes y beneficios durante su permanencia en el poder.La ley de Partidos Pol¨ªticos, aprobada por las Cortes Generales el 4 de diciembre de 1978, no contempla m¨¢s supuestos de suspensi¨®n y disoluci¨®n de una organizaci¨®n que los acordados por la autoridad judicial como consecuencia de actividades delictivas o comportamientos antidemocr¨¢ticos. Esa norma, promulgada de forma casi simult¨¢nea a la Constituci¨®n, se ocupa, sin embargo, de algunas cuestiones indirectamente relacionadas con la actual situaci¨®n de UCD. As¨ª, al establecer que "todos los miembros del partido tendr¨¢n acceso a la informaci¨®n sobre sus actividades y situaci¨®n econ¨®mica", la ley permite a cualquier militante exigir una cumplida rendici¨®n de cuentas de los ingresos y los gastos de la organizaci¨®n a lo largo de su historia y el detalle de sus actuales partidas de activo y pasivo. Pero ocurre adem¨¢s que UCD, como el resto de las formaciones pol¨ªticas, ha manejado legalmente cuantiosos fondos p¨²blicos, ya que la Administraci¨®n ha financiado sus actividades, con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, a trav¨¦s de las subvenciones anuales por los esca?os obtenidos en las Cortes Generales y de las cantidades fijas asignadas a los votos conseguidos en las urnas. Dado que el partido centrista recibi¨® sumas considerables por los sufragios y esca?os logrados en los comicios de 1979, los contribuyentes tienen cuando menos derecho moral a ser informados de la forma en que fueron gestionados los fondos de una organizaci¨®n que ha pasado de la suspensi¨®n de pagos al cierre definitivo de la firma por quiebra pol¨ªtica y financiera.
Resultar¨ªa escandalosamente injusto que las deudas de esa UCD en trance de extinci¨®n fueran pagadas exclusivamente con el patrimonio personal de los militantes centristas que avalaron con su firma las operaciones de cr¨¦dito, en tanto que el resto de los dirigentes decidieran llamarse andana con el pretexto de que su r¨²brica no figura en las p¨®lizas de cr¨¦dito o las letras aceptadas. Pero ser¨ªa ingenuo suponer que la totalidad de los pol¨ªticos que se beneficiaron anta?o del poder, en forma de sueldos y retribuciones pagados por el desempe?o de cargos p¨²blicos de libre nombramiento, acudieran voluntariamente en ayuda de sus desventurados compa?eros atrapados en las deudas centristas por garant¨ªas personales. No cabe descartar, en consecuencia, la posibilidad de que el dinero estatal contribuyera, de forma directa o indirecta, declarada o secreta, a sufragar la liquidaci¨®n econ¨®mica de UCD, a fin de que los acreedores del difunto partido -desde los modestos proveedores hasta los grandes bancos- no se vieran obligados a ejecutar avales personales, pero tampoco perdieran la totalidad de sus cr¨¦ditos.
Resulta necesario, as¨ª pues, una amplia, clara y exacta informaci¨®n acerca de los proyectos existentes. Para cancelar la enorme factura del desguazamiento del Titanic centrista, ya que esos datos interesan a todos los ciudadanos y pueden afectar a sus intereses como contribuyentes.
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