La reapertura del diario 'Madrid'
La posible reapertura del Madrid plantea el problema de sus antiguos trabajadores, que siguieron la suerte de la empresa, en abierto compromiso por la libertad de expresi¨®n, mucho m¨¢s all¨¢ de los aspectos estrictamente laborales. La hora de la reaparici¨®n marca, para el autor de este trabajo, la exigencia ineludible de una reparaci¨®n para aquel colectivo que hizo posible el peri¨®dico. Pero no s¨®lo insiste en aspectos econ¨®micos o laborales: exige la continuidad de la l¨ªnea editorial.
El 25 de noviembre de 1971 fue un d¨ªa triste para todos los amantes de la libertad en Espa?a, pero especialmente para quienes trabaj¨¢bamos en el peri¨®dico Madrid, un diario de la tarde muy popular, que a su arraigo entre los lectores madrile?os hab¨ªa unido, en aquellos a?os, un l¨ªnea pol¨ªtica inequ¨ªvoca en favor de la democracia y del progreso. Aquel d¨ªa, un jueves de noviembre, en el taller de la calle de General Pardi?as se imprimi¨®, no sin emoci¨®n, la ¨²ltima edici¨®n del peri¨®dico, exacta mente su n¨²mero 10.433, que llevaba en su primera p¨¢gina, junto a un titular que dec¨ªa: Orden de cierre al diario 'Madrid', un editorial de su director, en el que se desped¨ªa de los lectores.
Enfrentamiento abierto con el Gobierno
Culminaba as¨ª una serie de dif¨ªciles peripecias de la historia del peri¨®dico, que se hab¨ªa enfrentado abiertamente a las autoridades y hab¨ªa sufrido diversos expedientes en los ¨²ltimos a?os de su existencia. Baste recordar el cierre, durante cuatro meses, en el a?o 1968, a ra¨ªz de un art¨ªculo de Rafael Calvo Serer titulado Retirarse a tiempo: no al general De Gaulle, que, le¨ªdo ahora, realmente resulta poca cosa para tanta sanci¨®n. ?Qu¨¦ tiempos aquellos! El Madrid supo hacerse un sitio entre los lectores madrile?os y aguant¨®, como pudo, hasta la cancelaci¨®n de la inscripci¨®n en el Registro de Empresas Period¨ªsticas, que esa s¨ª que era insalvable, la lucha con el poder. Pero hay que decir que los directivos de la empresa encontraron un aliado muy poderoso en esta lucha, sin el que quiz¨¢ las cosas no hubieran transcurrido de la misma manera: los trabajadores del peri¨®dico. A pesar de que las suspensiones, las multas, los expedientes y los cierres pon¨ªan en peligro no s¨®lo su salario, sino su puesto de trabaj¨®, las gentes del diario Madrid se identificaron con la empresa. Una sentencia de la Magistratura de Trabajo, del 12 de junio de 1972, se?ala, destac¨¢ndolo, el hecho sorprendente "de que dos letrados del mismo bufete comparezcan, respectivamente, asistiendo a productores y a empresa en estos autos, lo que acredita la aut¨¦ntica y poco acostumbrada relaci¨®n jur¨ªdico-econ¨®mica-social en el ¨²ltimo per¨ªodo y a trav¨¦s de las vicisitudes de la empresa".
Ahora, once a?os despu¨¦s, parece que aquella orden de cierre puede cambiarse, gracias a los tribunales de Justicia, que han dado la raz¨®n al peri¨®dico injustamente cerrado, en orden de apertura. El Gobierno del partido socialista est¨¢ dispuesto a facilitar que el diario Madrid vuelva a salir a la calle, y nada puede satisfacemos m¨¢s a quienes durante estos a?os hemos alimentado esa esperanza. Pero creemos que en esta operaci¨®n hay que contar tambi¨¦n con los trabajadores. Esa es la idea que tiene el comit¨¦ de empresa y la sociedad de redactores.
Los trabajadores y el nuevo peri¨®dico
Se trata de un aut¨¦ntico compromiso, porque no podemos olvidar que el cierre supuso para nosotros, en muchos casos, persecuci¨®n abierta. Algunos juzgaron intolerable, que unos trabajadores apoyaran una operaci¨®n pol¨ªtica que ten¨ªa la enemiga del poder, y no fue f¨¢cil, una vez consumado el cierre, encontrar trabajo.
Por eso, ahora, los trabajadores del diario Madrid creemos que el peri¨®dico que va a reaparecer tiene que ser aquel mismo peri¨®dico y salir a la calle con su mismo esp¨ªritu. Eso, en primer lugar. Despu¨¦s, la indemnizaci¨®n tiene que llegar tambi¨¦n a los trabajadores, al margen de que la reclamaci¨®n jur¨ªdica la haya llevado la empresa en solitario hasta el final. No olvidemos a este respecto que la propia empresa ha valorado muy elevadamente el da?o moral que se nos hizo en las cuentas que ha presentado ante el Tribunal Supremo; por tanto, si llega a un acuerdo con el Gobierno para la reaparici¨®n del peri¨®dico, ese acuerdo debe incluir tambi¨¦n a los trabajadores.
En nombre de la inmensa mayor¨ªa de los trabajadores, a los que tantas promesas se les hicieron en los momentos dif¨ªciles por parte de la empresa, podemos asegurar que sin la participaci¨®n de los mismos en la reapertura del Madrid, no s¨®lo se habr¨¢ defraudado a un colectivo laboral al que el peri¨®dico debe mucho, sino que se habr¨¢ burlado el esp¨ªritu de aquella lucha por la democracia.
es miembro del comit¨¦ de empresa del diario Madrid, y fue designado para formar parte del Consejo de Administraci¨®n en representaci¨®n de los trabajadores.
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