Gobernar con el silencio
Moonlighting.Gui¨®n y, direcci¨®n: Jerzy Skolimowski. Fotografia: Tony Pierce Roberts. M¨²sica: Stanley Meyers. Int¨¦rpretes: Jeremy Irons, Eugene Lipinsky, Jiry Stanisla w y Eugeniusz Hacky,kiewcz. Comedia dram¨¢tica. Inglesa, 1982.Local de estreno: Alphaville.
No se resisti¨® Jerzy Skolimowski, director polaco en el exilio, a precipitarse en la filmaci¨®n de una pel¨ªcula que tuviera como referencia el golpe de Estado del general Jaruzelski. Cuando a¨²n se comentaba como noticia de actualidad la desolaci¨®n del pueblo polaco ante la brusquedad del cambio pol¨ªtico que impon¨ªan los tanques, ya se presentaba en el festival de Cannes esta interpretaci¨®n po¨¦tica de lo sucedido. En apenas cinco meses, Skolimowski escribi¨® el gui¨®n, film¨® y mont¨® Moonlighting (Trabajo clandestino). La l¨®gica ausencia de rigor en tan poco tiempo en un autor no acostumbrado a filmar a diario limit¨® la pel¨ªcula a una protesta coyuntural, sin la informaci¨®n ni el detalle que el p¨²blico occidental esperaba de una propuesta de este tiempo. Supo a poco.Pasado alg¨²n tiempo, Moonlighting no ha mejorado en su complejidad, pero tampoco ha perdido inter¨¦s. Incluso puede que lo haya ganado. Toda vez que las pasiones propias de los primeros meses de 1982 se han ido decantando por la costumbre o la reflexi¨®n ahora, la pel¨ªcula de Skolimowski queda reducida al juego dram¨¢tico. Sus intenciones pol¨ªticas siguen siendo claras, pero algo m¨¢s intemporales.
Cuatro alba?iles polacos llegan a Londres a reformar la casa de un amigo. Vienen cargados con sus piezas de trabajo y deben trabajar a escondidas. S¨®lo uno de ellos habla ingl¨¦s y es, por tanto, el ¨²nico que se informa del golpe de Estado. Para permitir el final de la obra, calla la noticia, descubri¨¦ndola s¨®lo cuando la nueva casa puede ser ya habitada por su propietario. Gobierna, pues, dominando el silencio, matizando las noticias, dirigiendo la informaci¨®n. La ignorancia de sus conciudadanos es su ¨²nica fuerza.
La par¨¢bola est¨¢ clara y no s¨®lo en lo que se puede referir al pueblo polaco. En cualquier lugar del mundo abusan de su poder los gosi. La rapidez con que se construy¨® la pel¨ªcula no permiti¨® abundar m¨¢s en la idea original, y Moonlighting queda reducida a la an¨¦cdota o, en todo caso, a la oportunidad del ingenio en determinadas secuencias. De haberse concedido m¨¢s tiempo, Skolimowski hubiera encontrado probablemente ideas nuevas o simplemente m¨¢s ideas. Se repiten las situaciones, se congela el mensaje.
Ello no elimina, sin embargo, el acierto del planteamiento original. Durante cerca de una hora, Skolimowski (tan mal conocido en Espa?a, donde la mayor¨ªa de sus pel¨ªculas siguen sin estrenarse; hasta El grito ha tardado varios a?os en llegarnos) muestra parcelas de su talento. De aqu¨¦l que luci¨® con generosidad en t¨ªtulos como Deep end, que la censura espa?ola conden¨® al olvido, dej¨¢ndonos sin informaci¨®n de la misma forma que el protagonista de Moonlighting (espl¨¦ndidamente interpretado por Jererny Irons, actor tambi¨¦n de La mujer del teniente franc¨¦s y de la serie de televisi¨®n Retorno a Brideshead) desinforma a sus paletos conciudadanos.
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