Angola y Sur¨¢frica reanudan la negociaciaci¨®n sobre Namibia
La segunda sesi¨®n de negociaciones entre Sur¨¢frica y Angola acerca del proceso de independencia de Namibia se inici¨® el pasado martes en la isla de Sal, en la Rep¨²blica de Cabo Verde. La delegaci¨®n angole?a est¨¢ constituida por el ministro del Interior, el viceministro de Defensa y el embajador, en Lisboa. El Gobierno de Pretoria est¨¢ representado por el director general del Ministerio de Exteriores y el embajador en Washington.
La primera reuni¨®n, tambi¨¦n celebrada en Sal en diciembre pasado con la participaci¨®n de Pick Botha, jefe de la diplomacia surafricana, permiti¨® a las dos partes llegar a un acuerdo de principio para un alto el fuego para que entrase en vigor a primeros de marzo. Para concretar este acuerdo fueron planificadas reuniones mensuales, pero el encuentro previsto para finales de enero fue aplazado varias veces por falta de acuerdo sobre el nivel de las representaciones de cada pa¨ªs.Aparentemente, Angola acab¨® por aceptar la imposici¨®n del Gobierno de Pretoria, que mand¨® a la isla Sal una misi¨®n estrictamente t¨¦cnica, reduciendo as¨ª considerablemente el alcance de las negociaciones.
En consecuencia, el presidente de Cabo Verde, que hab¨ªa previsto estar presente en la isla para acoger a sus hu¨¦spedes extranjeros, anul¨® su viaje. Estos pormenores son significativos de la situaci¨®n de inferioridad en que se encuentra actualmente el Gobierno de Luanda para negociar con su poderoso vecino del sur, que sigue ocupando parte del territorio meridional de Angola y ejerce una fuerte presi¨®n militar sobre el r¨¦gimen prosovi¨¦tico del presidente Jos¨¦ Eduardo dos Santos.
El caos econ¨®mico y financiero del pa¨ªs angole?o, la desorganizaci¨®n del aparato administrativo y productivo, las acciones de los grupos de guerrilla que lanzan ataques contra objetivos cada vez m¨¢s importantes y m¨¢s pr¨®ximos a la capital -con el consiguiente clima de inseguridad general-, las divisiones, desmoralizaci¨®n y corrupci¨®n de buena parte del equipo dirigente han llevado a Angola al borde de la cat¨¢strofe siete a?os despu¨¦s de su independencia.
La casi totalidad de las divisas disponibles son absorbidas por los gastos militares para la compra de armamento a la URSS y dem¨¢s pa¨ªses del Pacto de Varsovia y para mantener el cuerpo expedicionario cubano de m¨¢s de 20.000 hombres.
Duro esfuerzo b¨¦lico
Las conversaciones iniciadas en diciembre con el pretexto de encontrar una soluci¨®n para la cuesti¨®n de Namibia han representado, de parte del r¨¦gimen de Luanda, un aut¨¦ntico salto hist¨®rico. Pero los angole?os est¨¢n ahora interesados en concluir muy r¨¢pidamente y, sobre todo, en obtener de Pretoria garant¨ªas pol¨ªticas de que sus concesiones no ser¨¢n aprovechadas para lanzar una ofensiva final contra el Gobierno de Luanda.Pero Sur¨¢frica es consciente de estar negociando en condiciones de fuerza y presenta exiencius cada vez m¨¢s elevadas. Pretoria esgrimi¨® ¨²ltimamente el problema de la incorporaci¨®n al Gobierno de Luanda de representantes del movimiento prooccidental UNITA, de Jon¨¢s Savimbi, lo que considera Angola como injerencia en sus asuntos.
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