Gary Cooper y los buenos forajidos
Gary Cooper y Humphrey Bogart protagonizan los dos largometrajes que emite hoy Televisi¨®n Espa?ola. Cooper, con un western en el que interpreta a un forajido al margen de la ley, cuyos extra?os sombreros le convierten en antieh¨¦roe entra?able.Bogart, en el papel de capit¨¢n paranoico de un destructor, que se calma los nervios con bolas de acero y en una pel¨ªcula que algunos consideran una defensa a ultranza de los que tienen el poder.
La primera parte de este western dirigido por Stuart Heisler en 1950 tiene un car¨¢cter de sorpresa. Gary Cooper no encarna al h¨¦roe positivo que se encuentra dentro de la ley, y su marginaci¨®n, adem¨¢s, viene marcada por posturas pol¨ªticas.Vencido en la guerra de Secesi¨®n, dedica sus esfuerzos a la guerrilla. "No es un forajido, sino un patriota", dice alguien de ¨¦l.
Antes de que Dallas, ciudad fronteriza, se entregue con pasi¨®n a la vieja historia de? h¨¦roe que vence a los aut¨¦nticos villanos, otros parlamentos insisten en id¨¦ntica perspectiva pol¨ªtica: "Hemos vivido una guerra y hay, por tanto, hombres con altos cargos que fueron ladrones o asesinos, y hay hombres tachados de criminales cuando, en realidad, s¨®lo reclaman lo que les pertenece".
Es, pues, una pel¨ªcula de reconciliaci¨®n. Incluso el comisario admira al guerrillero porque, "si yo hubiera perdido la guerra, ser¨ªa un desalmado como ¨¦l".
El juego dram¨¢tico mantiene esa ambig¨¹edad entre los buenos y los malos al permitir que el comisario se finja asesino, y ¨¦ste, a su vez, el representante de la ley.
Cuando la acci¨®n se concreta en el amor¨ªo habitual y los inevitables duelos, la pel¨ªcula avanza en su humor. Desde el principio, Cooper se viste con tan extra?os sombreros que su personaje se transforma pronto en un antih¨¦roe entra?able.
Abundando en ello, Clifford McCarthy escrib¨ªa que "hay algo en la tristeza que aparece en sus ojos, algo en su forma, de andar, lenta y cansada, que nada tiene que ver con lo que el gui¨®n le hubiera exigido de interpretarlo mec¨¢nicamente".Humor y doblajeEl humor surge en ciertas frases que el doblaje espa?ol de la ¨¦poca (confiemos en que sea el mismo que oigamos hoy) aument¨® con habilidad: "Salgan de ah¨ª con los dedos en los o¨ªdos"; "es un fan¨¢tico de? gatillo". Una de las ¨²ltimas secuencias, la del duelo en la habitaci¨®n oscura, insiste en el tono relajado de toda la pel¨ªcula, que, precisamentepor su ausencia de pretensiones estil¨ªsticas, puede verse de nuevo sin grandes traumas.
Junto a Gary Cooper interviene el caracter¨ªstico Raymond Massey, a quien da la r¨¦plica Steve Cochran, frustrado en sus amores con Ruth Rornan, pero noble a la hora de saber perder. La actriz cumple sin grandes alharacas. Es Cooper quien destaca por encima de todos.
Dallas, ciudad fronteriza, se emite hoy, a las 16.00, por la primera cadena.
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