El encuentro entre los dos jefes de Estado culmina los ¨¦xitos de Hassan II en la esfera internacional
Despu¨¦s de cuatro a?os de contactos secretos, unos reales y otros imaginarios, entre Argel y Rabat, Argelia, con un presidente moderado al frente de sus destinos en la actualidad, parece haberse inclinado finalmente ante las presiones ¨¢rabes e internacionales y aceptado un encuentro, indudablemente hist¨®rico, que, cuando menos, culmina los ¨¦xitos del rey Hassan II en la arena internacional.
Sin que ello permita un excesivo optimismo en cuanto a una posible soluci¨®n del conflicto del Sahara, la entrevista celebrada ayer en Akid Lutfi entre el presidente argelino, Chadli Benjedid, y el rey Hassan II de Marruecos puede representar un paso importante hacia la normalizaci¨®n de las relaciones bilaterales entre los dos pa¨ªses.Los discursos del presidente Benjedid, que han precedido este encuentro, el pronunciado hace dos d¨ªas con motivo de un aniversario m¨¢s de la nacionalizaci¨®n de los hidrocarburos argelinos, y el de ayer en ocasi¨®n del duod¨¦cimo aniversario de la Uni¨®n General de Trabajadores Argelinos (UGTA), sugieren, sin embargo, que la postura de Argelia no ha sufrido ninguna variaci¨®n sensible.
El ministro de Asuntos Exteriores, Taleb Ibrahimi, record¨®, adem¨¢s, hace solamente unos d¨ªas que Argelia no tiene ning¨²n contencioso particular y bilateral con Marruecos, y que correspond¨ªa al Gobierno de Rabat dar un primer paso hacia esa normalizaci¨®n. Para Argel, fue Marruecos el que, unilateralmente, rompi¨® relaciones diplom¨¢ticas con Argelia a ra¨ªz de la batalla de Amgala, en febrero de 1976, en la cual fueron capturados unos cien oficiales y soldados argelinos.
Un contencioso fronterizo
En el Marruecos hist¨®rico reclamado por Rabat al acceder a la independencia, conocido como Gran Magreb de Allal el Fassi, se inclu¨ªan las regiones argelinas de Gurara, Tuat, Tidikelt, la Saura y la regi¨®n de los Oasis, es decir, m¨¢s de 300.000 kil¨®metros cuadrados de la actual Argelia.
Marruecos part¨ªa en esta reivindicaci¨®n, despu¨¦s de su independencia en 1956, del pacto secreto firmado entre Mohamed V y el entonces presidente del Gobierno Provisional Revolucionario Argelino, Ferhat Abbas, quien hab¨ªa admitido, en aras del apoyo marroqu¨ª, tanto internacional como material al Frente de Liberaci¨®n Nacional (FLN), que entre los dos pa¨ªses quedaba en suspenso el principio, que dio origen a la mayor¨ªa de los Estados africanos, de la intangibilidad de las fronteras heredadas de la colonizaci¨®n.
Con posterioridad, y en aras de facilitar una soluci¨®n del conflicto del Sahara, el rey Hassan II ha sostenido que entre Marruecos y Argelia ya no subsiste ning¨²n problema fundamental de fronteras, sino que solamente quedan unos cuarenta kil¨®metros por homologar entre Tinduf y la frontera marroqu¨ª-mauritana. En cuanto al tema del Sahara, Argelia sostiene que se trata de un asunto bilateral entre Marruecos y el Polisario y, todo lo m¨¢s, acept¨® brindar sus buenos oficios a ambos para que encuentren directamente una soluci¨®n. Sobre estos dos presupuestos, soluci¨®n del problema bilateral de fronteras, que ya fue esbozada en las conversaciones de Ifrane en tiempos de Huari Bumedian, entre Marruecos y Argelia, e inhibici¨®n en el tema del Sahara, tesis que ahora parece haber aceptado Marruecos, ha tenido lugar, sin duda, el encuentro de Akid Lutfi.
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