Un comando roba 112 pistolas y municiones en el cuartel de la polic¨ªa vasca en San Sebasti¨¢n tras reducir a su dotaci¨®n
Un grupo de individuos, armado con subfusiles, metralletas y pistolas, asalt¨® en la madrugada de ayer las dependencias de la polic¨ªa aut¨®noma vasca en el palacio de la Diputaci¨®n Foral en San Sebasti¨¢n, donde redujeron a una decena de ertzainas y robaron 112 pistolas, marca Star-P; 6.340 balas, calibre nueve mil¨ªmetros Parabellum, marca Geco; seis radiotransmisores, doce linternas y otros tantos uniformes completos, adem¨¢s de dos coches, uno de la propia ertzaina y otro particular, propiedad de un miembro de este cuerpo. Lo espectacular del asalto, y sobre todo la perfecci¨®n t¨¦cnica con que fue realizado, ha supuesto un golpe pol¨ªtico y moral importante para el Ejecutivo vasco y, por supuesto, para la propia polic¨ªa aut¨®noma, cuya imagen p¨²blica, alimentada por los conceptos de eficacia y preparaci¨®n, ha sufrido un serio deterioro.
Los representantes de Euskadiko Ezkerra en la Diputaci¨®n Foral acusaron ayer de negligencia al viceconsejero del Interior del Gobierno vasco, Eli Gald¨®s, por no haber establecido un sistema de seguridad que protegiera las dependencias de la Polic¨ªa Aut¨®noma. "Se les han dado las pistolas", manifest¨® un diputado de Euskadiko Ezkerra, en el pleno celebrado ayer, "pero no han dotado sus instalaciones de los m¨ªnimos dispositivos de seguridad. Los ertzainas est¨¢n muy bien preparados", a?adi¨®, "pero nadie puede resistirse si le colocan una pistola en la cabeza y si sus agresores penetran tranquilamente a trav¨¦s de una puerta, que permanece habitualmente abierta y que no cuenta con dispositivos de identificaci¨®n".El asalto se inici¨® a las 2.15 horas de ayer en el exterior del edificio, en la plaza de Guip¨²zcoa, situada en la zona m¨¢s c¨¦ntrica de la ciudad. Tres j¨®venes se aproximaron, discutiendo en voz alta, a la fachada principal del edificio, que permanec¨ªa custodiado por dos polic¨ªas aut¨®nomos. Uno de los j¨®venes se?al¨® al polic¨ªa, que permanec¨ªa apostado en la puerta que da acceso al improvisado cuartel de la ertzaina, y afirm¨® en voz alta: "Vamos a pregunt¨¢rselo a ¨¦se". Confiado, el polic¨ªa permiti¨® que se acercaran los j¨®venes, uno de los cuales sac¨® de improviso una pistola y se la coloc¨® en el vientre. Simult¨¢neamente, otros individuos, que hab¨ªan permanecido ocultos en las calles laterales del edificio, fuera de la vista de los vigilantes, enca?onaron con sus armas -dos cetmes y tres subfusiles- a un segundo polic¨ªa, que efectuaba su ronda de vigilancia de un extremo a otro de la fachada principal.
Los asaltantes, la mayor¨ªa de los cuales cubr¨ªan ya entonces sus cabezas con capuchas, desnudaron a los dos ertzainas, se colocaron sus boinas y casacas rojas e irrumpieron, a continuaci¨®n, en las dependencias policiales, cuya puerta de acceso, situada en un vest¨ªbulo interior del edificio, no se encontraba cerrada con llave. Otras versiones sostienen que los asaltantes llamaron a la puerta en la creencia de que ¨¦sta se encontraba cerrada con llave. Seg¨²n este ¨²ltimo relato, los terroristas se hab¨ªan apropiado de las llamativas prendas de los vigilantes para confundir a los ertzainas que se encontraran en el interior y conseguir que ¨¦stos les franquearan el paso, convencidos de que el cristal de la puerta transparentar¨ªa sus siluetas. Sea como fuere, los asaltantes sorprendieron al ret¨¦n de guardia, compuesto por una decena de polic¨ªas, algunos de los cuales se encontraban, al parecer, acostados. Al verse amanazados por las armas de los que cre¨ªan sus compa?eros, varios ertzainas se resistieron t¨ªmidamente, con frases como "?Qu¨¦ est¨¢is haciendo?", "?Dejaos de bromas!" y "?Est¨¢is locos!". Sin perder un instante, los miembros del comando inmovilizaron a los polic¨ªas coloc¨¢ndoles sus propias esposas y at¨¢ndoles los pies con cinta adhesiva, material que utilizaron, asimismo, para amordazarlos, antes de exigir al responsable del ret¨¦n las llaves del armario armero y de la caja fuerte, donde se encontraba el peque?o arsenal.
Una vez recogidas las armas y el resto del material, los terroristas, cuyo n¨²mero sit¨²an en una docena de personas fuentes policiales, huyeron en un coche oficial de la ertzaina, marca Talbot, matr¨ªcula VI-0886-G, y en un 127 rojo, matr¨ªcula NA-6635-E, propiedad de uno de los polic¨ªas, a los que adem¨¢s retiraron sus documentos de identidad. Momentos antes, un polic¨ªa de servicio en la central de transmisiones, situada en el tercer piso del edificio, se person¨® en las dependencias, por ignorar lo que suced¨ªa, en el momento en que muchos de los asaltantes se estaban despojando de sus capuchas, dispuestos a iniciar la fuga. El polic¨ªa aut¨®nomo, al igual que los dem¨¢s, fue desnudado a punta de pistola, atado y amordazado por los miembros del comando, que le amenazaron con adoptar represalias contra ¨¦l y sus compa?eros si identificaban sus rasgos f¨ªsicos en la comisar¨ªa o daban parte del suceso antes de una hora.
Los asaltantes, que hablaban en castellano y cortaron las l¨ªneas telef¨®nicas antes de huir, permanecieren por espacio de tres cuartos de hora en las dependencias de la ertzaina, seg¨²n informaron ayer miembros de ¨¦sta. El control de transmisiones de ese cuerpo no se percat¨® del asalto hasta mucho despu¨¦s.
Este relato no ha sido confirmado ni contrastado en sus detalles por responsables del departamento de Interior del Gobierno vasco, que se mostraron herm¨¦ticos ante la Prensa. La ¨²nica reacci¨®n oficial de este departamento se traduce en una nota emitida ayer tarde en la que se efect¨²a tina mera enumeraci¨®n de los hechos y se desmiente una informaci¨®n facilitada por una agencia, seg¨²n la cual los ertzainas habr¨ªan cumplido las indicaciones de los asaltantes y no habr¨ªan dado parte hasta una hora despu¨¦s. La informaci¨®n de agencia se desmiente, asimismo, por el hecho de que la Polic¨ªa Municipal donostiarra tuvo conocimiento del asalto a las 3.45 horas, tres cuartos de hora m¨¢s tarde de que los asaltantes se dieran a la fuga.
Controles en San Sebasti¨¢n
Seg¨²n fuentes consultadas por este peri¨®dico, los polic¨ªas aut¨®nomos consiguieron librarse de sus ataduras y avisar al resto de las unidades un cuarto de hora m¨¢s tarde. En San Sebasti¨¢n y sus accesos se instalaron fuertes controles de la Polic¨ªa Nacional, la Guardia Civil y la propia ertzaina, sin que se consiguiera interceptar a los agresores, cuya identidad organizativa se desconoce.
Por las caracter¨ªsticas de espectacularidad y audacia, el asalto podr¨ªa ser atribuido a ETA Pol¨ªtico militar, organizaci¨®n que ha lleva do a cabo en su trayectoria acciones similares. La debilidad actual de esta rama, que ha sufrido recientemente una escisi¨®n entre octavos -los separados de los s¨¦ptimos, que se autodisolvieron- y promilis -partidarios de integrar se en ETA Militar- permite, sin embargo, cuestionar esta hip¨®tesis, de la que se hicieron eco ayer, por otra parte, varios medios de comunicaci¨®n. El sector de los octavos se encuentra, tras la escisi¨®n, muy mal armado y, al parecer, no dispone de subfusiles y metralletas, dato que, en principio, permite descartar su autor¨ªa.
Los promilis, por su parte, cuentan con la pr¨¢ctica totalidad del armamento de ETApm, pero no disponen de m¨¢s de cuarenta personas capaces de llevar a cabo una acci¨®n semejante y sus principales elementos, cuatro de los cuales est¨¢n encarcelados en Bayona, han sido sometidos recientemente a un estrecho cerco por la Polic¨ªa francesa, lo que habr¨ªa dificultado su participaci¨®n en el asalto, que, sin duda, ha sido preparado concienzudamente. En el supuesto de que se confirmara su autor¨ªa, es evidente que cualquiera de los dos grupos habr¨ªa empleado en esta acci¨®n, por lo dem¨¢s arriesgada, a la mayor¨ªa de sus efectivos, en una iniciativa desesperada, encaminada a conseguir un golpe de efecto para salir de su actual situaci¨®n de debilidad organizativa y aislamiento pol¨ªtico.
Por simple eliminaci¨®n de hip¨®tesis, podr¨ªa atribuirse el asalto a ETA Militar. Este supuesto demostrar¨ªa que esa organizaci¨®n terrorista ha modificado sustancialmente la estrategia que ven¨ªa manteniendo, en un momento en que Herri Batasuna (HB) y el PNV parecen coincidir en una cierta perspectiva sobre las v¨ªas de pacificaci¨®n del Pa¨ªs Vasco. Si se demostrara su autor¨ªa, ETA Militar habr¨ªa actuado al margen o en perjuicio de la l¨ªnea que impulsa la direcci¨®n de HB y, desde luego, en contra del PNV, partido en cuyas bases se ha generado durante mucho tiempo el mito de que ETA no podr¨ªa atentar nunca contra instituciones aut¨®nomas, porque en la pr¨¢ctica es imposible un enfrentamiento entre los propios vascos.
ETApm niega su participaci¨®n
Fuentes de ETA Pol¨ªtico-militar VIII Asamblea, por su parte, desmintieron ayer su participaci¨®n en el asalto y expresaron sus sospechas de que tampoco es obra del resto de las organizaciones armadas del Pa¨ªs Vasco. Las mismas fuentes se refirieron, asimismo, a un supuesto tiroteo que habr¨ªa tenido lugar en Amara a las cuatro de la madrugada, suceso confirmado parcialmente por este peri¨®dico en fuentes del Gobierno Civil de Guip¨²zcoa, que especificaron que no fue m¨¢s que un disparo que se le escap¨® a un guardia jurado, sin que dijeran d¨®nde prestaba ¨¦ste su misi¨®n de vigilancia. En el Gobierno Civil negaron la posibilidad de que se hubiera producido tiroteo alguno entre miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
En la nota emitida ayer por la consejer¨ªa de Interior se afirmaba que ese departamento no ha descartado "hip¨®tesis alguna" sobre los posibles responsables del asalto.
El delegado del Gobierno central en el Pa¨ªs Vasco, Ram¨®n J¨¢uregui, y el Partido Socialista de Euskadi-PSOE se?alaron ayer que el asalto constituye un intento de desprestigiar al cuerpo de la Polic¨ªa aut¨®noma. Tanto el Partido Socialista Obrero Espa?ol como Euskadiko Ezkerra manifestaron que esperan explicaciones del consejero de Interior del Gobierno vasco, cuya comparecencia en el Parlamento de Vitoria ha sido solicitada con urgencia. "He dado orden a los gobiernos civiles", a?adi¨® el delegado del Gobierno central, "para que colaboren con la ertzaina en la investigaci¨®n de este atentado". La ejecutiva del PSE-PSOE calific¨® el suceso de "grav¨ªsimo, por las consecuencias que pueden derivarse para el prestigio y la acci¨®n futura de la ertzaina"
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