El Senado propondr¨¢ la suspensi¨®n y revisi¨®n de todos los casos de extradici¨®n pendientes
La Comisi¨®n de Peticiones del Senado asumir¨¢ la tramitaci¨®n de una proposici¨®n de ley para la suspensi¨®n y posterior revisi¨®n obligatoria de todas las ¨®rdenes de extradici¨®n de presos de nacionalidad extranjera pendientes de ejecuci¨®n. Esta iniciativa parlamentaria fue anunciada en Tarragona por dos senadores adscritos a esta comisi¨®n, los socialistas Rogelio Borr¨¢s y Esteban Caama?o, que se personaron en la c¨¢rcel tarraconense para interesarse por el argentino Jos¨¦ Buenaventura Rodr¨ªguez Corval¨¢n, recluido desde hace casi cuatro a?os y pendiente de una orden de extradici¨®n hacia su pa¨ªs de origen.
Jos¨¦ Buenaventura Rodr¨ªguez, que tiene cuarenta a?os, fue activista del movimiento peronista y pas¨® en la c¨¢rcel los ¨²ltimos a?os de su estancia en su pa¨ªs. En abril de 1974, aprovechando una amnist¨ªa, sali¨® de la c¨¢rcel y abandon¨® Argentina con un pasaporte falso. Estuvo en Francia e Italia, donde se mezcl¨® con c¨ªrculos mafiosos dedicados a la falsificaci¨®n de cheques de viajes, y posteriormente se instal¨® en Espa?a, donde continu¨® viviendo de sus delitos econ¨®micos de poca cuant¨ªa.En 1978 fue detenido en Palma de Mallorca. Los tribunales de esta ciudad se inhibieron a favor de los de Tarragona, donde se le reclamaba bajo la acusaci¨®n de falsificaci¨®n y estafa por valor de 900.000 pesetas, aunque en el juicio s¨®lo se pudo probar la tercera parte de esa cantidad. Rodr¨ªguez fue condenado a cuatro a?os y tres meses de prisi¨®n, que se cumplen precisamente el 17 de septiembre pr¨®ximo.
Poco tiempo despu¨¦s de su detenci¨®n, la Polic¨ªa espa?ola comunic¨® el hecho a Interpol, que lo transmiti¨® a Argentina, donde el interesado ten¨ªa pendiente desde 1976 una orden de b¨²squeda y captura, acusado del homicidio de un agente policial. Seg¨²n el acusado, los hechos que se le imputan ocurrieron cuando ya se encontraba en el extranjero, aunque no dispone de pruebas suficientes, ya que se fug¨® clandestinamente. En 1978 las autoridades argentinas fomalizaron la demanda de extradici¨®n, que los tribunales espa?oles aceptaron un a?o despu¨¦s, comprobada su procedencia legal.
Los senadores revisan el caso
En 1979, ante la perspectiva de regresar a Argentina despu¨¦s de haber cumplido la condena en Espa?a, Jos¨¦ Buenaventura Rodr¨ªguez recurri¨® a cuantas instancias pol¨ªticas y judiciales pudiera acogerse. Entre otras diligencias, envi¨® una carta al presidente del Senado, que fue conducida hasta la Comisi¨®n de Peticiones de la C¨¢mara alta. Rodr¨ªguez pidi¨® la revisi¨®n del caso. Sin embargo, el asunto qued¨® archivado hasta hace s¨®lo unos meses, ya en la nueva legislatura, en que se nombr¨® una ponencia especial formada por dos senadores socialistas y uno del Grupo Popular.
En el curso de las investigaciones, los dos senadores socialistas han visitado al recluso este fin de semana y las impresiones sacadas son muy positivas. Pero los senadores Borr¨¢s y Caama?o no quieren limitar su actuaci¨®n a este caso concreto. Seg¨²n declararon a este peri¨®dico, propondr¨¢n en su informe que la Comisi¨®n de Peticiones del Senado elabore y tramite una proposici¨®n de ley que establezca la suspensi¨®n de todas las extradiciones pendientes y la revisi¨®n del correspondiente proceso.
Las expectativas para Jos¨¦ Buenaventura Rodr¨ªguez son favorables a partir de estos momentos. Sin embargo, el tiempo juega, en su contra. Si no se adopta una resoluci¨®n antes del mes de septiembre, ser¨¢ trasladado a Argentina, donde le espera sin duda un futuro incierto, con la probable perspectiva de pasar a formar parte de la larga lista de desaparecidos.
En su estancia en la c¨¢rcel de Tarragona el recluso ha observado una conducta excelente, acumulando hasta quince notas meritorias. En base a estos condicionantes de car¨¢cter positivo, Jos¨¦ B. Rodr¨ªguez podr¨ªa haber obtenido la reducci¨®n de condena y haber agotado ya la pena impuesta por los tribunales espa?oles. Sin embargo, el recluso ha renunciado a todos los beneficios posibles en la esperanza de que las autoridades espa?olas revisen su caso mientras todav¨ªa se encuentra en nuestro pa¨ªs.
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