Amancio Prada defiende la tendencia l¨ªrica de su m¨²sica

Amancio Prada present¨® ayer noche, en el Palau de la M¨²sica, buena parte de su repertorio cancionero, que integran desde C¨¢ntico espiritual, de san Juan de la Cruz, hasta poemas de Rosal¨ªa de Castro o de Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo, pasando por cantigas galaico-portuguesas..Amancio Prada habla de su tendencia hacia la l¨ªrica como de algo inevitable en ¨¦l: "Otros, en cambio, tender¨¢n m¨¢s a la ¨¦pica, y es por razones de temperamento". Sin embargo, quiz¨¢ esa inclinaci¨®n l¨ªrica desaparece un poco en sus ¨²ltimos trabajos, y, en todo caso, as¨ª sucede en su disco de pr¨®xima aparici¨®n, que va dedicado a poemas de Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo y en el que hay una ¨²nica canci¨®n de amor, tan exagerada, nos explica Prada, que "incluso puede parecer c¨®mica". Este ¨²ltimo disco, pues, "est¨¢ en la l¨ªnea de lo que el mismo Agust¨ªn define como poes¨ªa impura o pol¨ªtica, destinada a retratar una serie de comportamientos humanos, a separar en cierto modo lirismo y amor". Y Amancio Prada destaca dos t¨ªtulos: En la trena lo tienen a¨²n y La cara del que sabe.

Lo que s¨ª es cierto es que a Prada no le da miedo la antig¨¹edad. No tiene miedo a perderse entre misticismos eruditos o composiciones juglarescas, entre otras razones porque considera que la mayor¨ªa de los textos escogidos son extremadamente modernos desde el punto de vista formal. Modernos, en el sentido de que su estructura paralel¨ªstica favorece la composici¨®n musical y por el hecho de que, con gran econom¨ªa de palabras, ofrecen un buen n¨²mero de im¨¢genes sugerentes".

Tambi¨¦n en este pr¨®ximo disco podremos comprobar un cierto aumento en el acompa?amiento instrumental. Hasta ahora, Prada ha trabajado con el mismo equipo -Tom¨¢s Garrido (violonchelo), Rafael Villanueva y Ferm¨ªn Aldaz (violines) y Cuco P¨¦rez (acorde¨®n.)-, y era ¨¦l mismo el responsable de los arreglos, tarea que ha controlado en esta ¨²ltima ocasi¨®n, el arreglista Miguel Angel Tallante. "Me cuesta mucho m¨¢s hablar de cuestiones musicales", afirma Prada, "que de las literarias; en. este terreno prefiero coger la guitarra, y ense?ar lo que hago; sin embargo, puedo decir que intento dar un tratamiento camer¨ªstico a mis composiciones, porque me parece que es el modo de obtener resultados m¨¢s exactos".

La exactitud de que nos habla Prada no debe leerse en sentido sociol¨®gico o musicol¨®gico, terrenos en los que al cantante no le interesa, por el momento, entrar, sino como "exaltaci¨®n de la emoci¨®n que puede producir la lectura de un poema". En el caso del C¨¢ntico espiritual, Prada ha querido respetar la coherencia de sus distintas fases y, al mismo tiempo, reflejar la variedad de sus situaciones. A Prada le da igual que un poema haya sido escrito en el siglo XV, o en el XVIII, o ayer mismo.