Se acusaron las fuertes alzas de jornadas anteriores
Las bolsas espa?olas terminaron resinti¨¦ndose de los fuertes ritmos de subidas a los que las fuerzas vivas del mercado hab¨ªan venido sometiendo a las principales sociedades que vienen cotizando a diario. La interrupci¨®n de las mejoras en los sectores el¨¦ctrico y bancario determin¨® una evoluci¨®n negativa de los ¨ªndices generales, que, en opini¨®n de diversos medios, excede a la situaci¨®n real del mercado, donde, aparentemente, se contin¨²a detectando un cierto fondo de firmeza que determina la contenci¨®n que contin¨²an mostrando los vendedores.El reajuste a la baja ocurrido ayer no cabe ser calificado de excesivamente sorprendente. Todo lo m¨¢s, cabe imput¨¢rsele una cierta anticipaci¨®n en relaci¨®n a las previsiones realizadas por algunos expertos, que situaban las primeras materializaciones de beneficios en las ¨²ltimas reuniones de la presente semana. El elemento que mayor ¨ªndice de desconcierto ha aportado a los asistentes habituales a las reuniones burs¨¢tiles ha sido la escasa resistencia a la baja que han demostrado los valores bancarios.
Con la ¨²nica excepci¨®n del Banco de Santander, que se incorporaba ayer con un d¨ªa de retraso a la corriente positiva, y ganaba diez puntos en el mercado madrile?o, las bajas se generalizaron entre el resto de los grandes a pesar de que ¨²nicamente los saldos que presentaba Banesto representaban una cierta entidad. En concreto, la primera entidad del ranking bancario nacional ofrec¨ªa un saldo negativo de unos 120.000 t¨ªtulos, mientras que las diferencias ca¨ªan sustancialmente en los dem¨¢s casos, ya que el Popular, el segundo por sus saldos, presentaba un desequilibrio a favor de las ventas del orden de las 34.000 acciones.
Lo curioso ha resultado que ni tan siquiera la mejora a destiempo del Santander fue capaz de frenar las bajas. Esta circunstancia era interpretada en algunos c¨ªrculos como una demostraci¨®n clara de la seguridad que tienen vanas de estas entidades en las posibilidades del mercado en un futuro inmediato. Incluso, han comenzado a cruzarse las apuestas sobre la posibilidad de que el mercado retome su singladura positiva antes de que finalice la semana.
Dejando al margen este dato anecd¨®tico, lo cierto es que los especialistas coinciden en atribuirle una cierta consistencia a este per¨ªodo primaveral que parecen atravesar los mercados de valores nacionales de valores, y le atribuyen, aparte, de justificaciones estructurales de mayor alcance, como pueden ser la revisi¨®n a la baja en los precios de los productos petrol¨ªferos, los indicios de recuperaci¨®n en la econom¨ªa norteamericana o los discretos resultados que parecen estarse consiguiendo en la lucha contra la inflaci¨®n nacional, un fundamento claramente t¨¦cnico que se derivar¨ªa directamente del inter¨¦s que manifiestan los responsables de las principales carteras institucionales de encontrarse situados ante una hipot¨¦tica consolidaci¨®n de la tendencia alcista del mercado que deber¨ªa comenzar a producirse en la segunda mitad del mes de abril.
Por el momento, desde estos mismos c¨ªrculos, se apunta la posibilidad de que las propias condiciones de estrechez del mercado, que determinan comportamientos uniformes entre los inversores, pueden haber trastocado la evoluci¨®n que se le presupon¨ªa como normal a la bolsa.
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