La Orquesta Nacional estrena hoy la 'Segunda Sinfon¨ªa', de Claudio Prieto
Esta tarde la Orquesta Nacional, bajo la direcci¨®n de Jes¨²s L¨®pez Cobos, estrena la Segunda sinfon¨ªa, de Claudio Prieto, escrita por encargo del organismo aut¨®nomo Orquesta y Coro Nacionales. Prieto, nacido en la monta?a palentina el a?o 1934 es, sin duda, uno de los m¨¢s firmes valoes de la m¨²sica actual espa?ola.Despu¨¦s de su formaci¨®n en El Escorial y Madrid, Claudio Prieto reside en la capital italiana como premio de Roma y estudia concienzudamente con los maestros Borena y, sobre todo, con Goffredo Petrassi, quien le orienta por los caminos de la creaci¨®n contempor¨¢nea, tanto desde el punto de vista conceptual como desde el t¨¦cnico.
Asisti¨® a los cursos de Darinstad y a partir de los a?os sesenta fue reuniendo grandes premios nacionales e internacionales, como el de la RAI, en Italia; el Manuel de Falla, en Granada; el Oscar Espl¨¢, en Alicante, y el Arpa de Oro de las Cajas de Ahorro, de Madrid.
En centros musicales europeos y americanos
Las obras de Claudio Prieto hace tiempo que figuran en los programas de importantes centros musicales europeos y americanos, as¨ª como en festivales especializados o de programaci¨®n abierta. Tras la reciente Turiniana para piano, la Sonata n¨²mero 2 para clave o el quinteto de viento, Prieto vuelve a escribir una sinfon¨ªa, dentro de una arquitectura ya ensayada con ¨¦xito en 1975 con la sinfon¨ªa primera para coros y orquesta."Tres ciudades participaron en la gestaci¨®n de mi segunda sinfon¨ªa", dice Prieto. "Madrid, Granada y San Felice de Circeo, cerca de Roma, y en algo influyeron cada una en lo que podr¨ªamos denominar alma de la obra".
"Recuerdo especialmente los amaneceres en la peque?a villa italiana, frente al mar Tirreno, con la aparici¨®n del sol llenando de reflejos y de cambiantes luces todo mi entorno, que de fis¨ªco se tornaba ambiental y espiritual", afirma Prieto.
"En contraste", prosigue el compositor, "los d¨ªas vividos en Granada poco despu¨¦s de la estancia en San Felice, cara a cara a la vega, contemplando el misterio de los c¨¢rmenes y escuchando las voces lejanas de ni?os al atardecer que inspiraran a Garc¨ªa Lorca, otorgaban a m¨ª pensamiento en ebullici¨®n pulsaciones distintas".
Fidelidad a un lenguaje de hoy
"Si hablo del entorno de mi trabajo y no de estructuras t¨¦cnicas de la obra -lo m¨¢s f¨¢cil para un compositor, como es obvio- es porque pienso que el comentario de ¨¦stas o su an¨¢lisis detallado sirven poco al posible auditor", sigue diciendo Prieto."En cambio", afirma, "la confesi¨®n de unas vivencias, si se da por sentado que cultivo por fidelidad a mi pensamiento, un lenguaje de hoy, tan libre como el que m¨¢s, pueden ayudar a comprender los por qu¨¦s de mi sinfon¨ªa. M¨²sica pensada y escrita para ser escuchada en la esperanza de que cuanto propongo responda a unas exigencias art¨ªsticas y se ordene con belleza y armon¨ªa en todos sus aspectos".
"La Sinfon¨ªa n¨²mero 2, estructurada en tres partes, responde por entero al estilo y al pensiero de mis ¨²ltimas creaciones, en lo formal y lo escrisivo, pero muy especialmente en la voluntad de belleza, a la que cada vez obedezco con mayor atenci¨®n`.
Esa ¨²ltima gran estrofa de la obra de Claudio Prieto, rica y siempre en evoluci¨®n es -lo hemos constatado en repetidas ocasiones- una inquietante inquisici¨®n, una fascinante descubierta de la belleza posible; m¨¢s a¨²n: de la belleza necesaria.
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