1900 corredores participan ma?ana en la marat¨®n de Barcelona
Hace seis a?os era empresa de audaces. Fueron setecientos locos los que, por aquel entonces, aceptaron el reto lanzado por la comisi¨®n Marathon Catalunya. Se trataba de correr los 42,195 kil¨®metros de la marat¨®n por las calles de Barcelona. Despu¨¦s vinieron Madrid, San Sebasti¨¢n, Valencia, Bilbao, Valladolid. La distancia de la marat¨®n qued¨® desmitificada. Ma?ana, sobre un nuevo circuito barcelon¨¦s, ser¨¢n 1.900 corredores los que, una vez m¨¢s, vivir¨¢n la agon¨ªa y el ¨¦xtasis de una prueba que parece s¨®lo apta para titanes. En Madrid la marat¨®n se celebrar¨¢ el 24 de abril.
La marat¨®n podr¨ªa constituir por s¨ª sola una epopeya. Desde la muerte de Philippides que dio origen a la marat¨®n, hasta las perturbaciones mentales que han experimentado grandes atletas en las proximidades de la meta, todos estos sucesos que significaron una prueba l¨ªmite a las posibilidades humanas, han ayudado a hacer de la marat¨®n una prueba m¨ªtica. Sin embargo, cada d¨ªa son m¨¢s las personas que corren la marat¨®n y que lo hacen en menos tiempo. S¨®lo hay un secreto: entrenarse. Ma?ana, los 1.900 corredores que har¨¢n de Barcelona un inmenso estadio tendr¨¢n tras de s¨ª meses de entrenamiento. La marat¨®n es cuesti¨®n de voluntad; pero no de tener el firme prop¨®sito de arrastrarse en la carrera cuando las fuerzas hayan llegado a su fin, sino de haber robado horas en la vida cotidiana de cada uno para, a trav¨¦s de entrenamientos de diez a treinta kil¨®metros diarios, acostumbrar al cuerpo al tremendo esfuerzo que se le va a exigir ma?ana.En cada marat¨®n popular se dan cita tres clases de corredores. Los que tienen como ¨²nico objetivo los primeros puestos son una minor¨ªa; a ¨¦stos, apenas una docena, no les importa la marca, pues el tiempo que realicen va en funci¨®n de como vaya el ritmo de la carrera; se entrenan todo el a?o y aspiran a cotas internacionales.
El segundo grupo lo constituyen aquellos corredores que, sin haber hecho nunca atletismo, encontraron en la marat¨®n los necesarios atractivos como para convertirlo en su deporte preferido; forman el mayor n¨²cleo de participaci¨®n y su meta es rebajar los tiempos hechos en anteriores carreras.
El tercer grupo lo forman los corredores que afrontan la marat¨®n por primera vez; no tienen mayor ambici¨®n que la de llegar a la meta y son, quiz¨¢, los que vivir¨¢n ma?ana una jornada inolvidable; pasar¨¢n de la agon¨ªa que se siente a los 35 kil¨®metros, al ¨¦xtasis que supone cruzar la l¨ªnea de llegada.
La marat¨®n es una prueba cuyo ¨¦xito o fracaso radica en el ritmo que la mente sea capaz de transmitir a las piernas. La adrenalina es un gran enemigo del corredor pues la euforia, la emoci¨®n, que se experimenta, al iniciar la prueba puede provocar un ritmo fuerte que, al final, se ha de pagar.
Es necesario frenar los ¨ªmpetus que transmite el saberse en forma, para evitar que el cansancio se sume a la impotencia que se siente de seguir corriendo cuando los m¨²sculos han agotado ya sus reservas de gluc¨®geno., Esto sucede sobre el kil¨®metro 35 -para paliarlo los corredores almacenan m¨¢s gluc¨®geno con las dietas de hidratos- y el momento se conoce como pared o p¨¢jara. La capacidad de sufrimiento resulta en esos momentos fundamental, pero vana si el organismo no ha asimilado los entrenamientos realizados.
La explosi¨®n de las carreras populares, cuyos mayores exponentes son Nueva York y Londres, han causado que la marat¨®n conociera una progresi¨®n inusitada. El a?o pasado, 81 atletas corrieron la distancia en menos de 2.14, tiempo considerado respetable entre la elite mundial hasta hace poco. Hoy ya son numerosos los corredores populares cuyas marcas son inferiores a 2.30, lo que supone correr cada kil¨®metro de la marat¨®n a poco m¨¢s de tres minutos y medio. Hace seis a?os, cuando Barcelona lanz¨® el desaf¨ªo, estos mismos corredores no eran capaces de hacer mil metros a ese ritmo, que ahora mantienen durante los 42.000 de la marat¨®n. Las posibilidades de progresi¨®n en esta carrera son pr¨¢cticamente ilimitadas. De ah¨ª su. aceptaci¨®n y que. las organizaciones busquen ¨²ni-. camente facilitar a los corredo,res la mejora de sus marcas. Barcelona estrenar¨¢ ma?ana, precisamente para tal objetivo, un nuevo circuito, Se ha buscado mayor suavidad en el recorrido y el calor que -pueda proporcionar el p¨²blico al no salir la carrera del casco urbano. Una mejora de dos o tres minutos para los de cabeza puedes¨¦r suficiente para prestigiar esta m¨¢rat¨®n.
Inscripciones para Madrid
El plazo de inscripciones para la marat¨®n popular de Madrid ya se encuentra abierto. La inscripci¨®n cuesta quinientas pesetas y hay que formalizarla por las tardes en la sede de la organizaci¨®n, calle Salitre, 43, o en la secci¨®n de deportes de los centros comercialos de El Corte Ingl¨¦s, de Madrid.La carrera se celebra r¨¢ el 24 de abril y ser¨¢ la ¨²ltima vez que se haga sobre el recorrido habi tual. La dureza del mismo ha aconsejado que despu¨¦s de esta edici¨®n se estudien todos los proyectos presentados.
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